Abogados de la familia de “El Chapo” agradecen al presidente, se disculpan con la población

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En México, nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Ni siquiera si se trata de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, quien después de cinco horas de interrogatorio fue liberado debido a que no se contaba con órdenes de aprehensión ni de cateo, aseguraron los sonrientes abogados de la familia, José Luis González y Juan Pablo Badillo.  

Estamos “muy, muy agradecidos, muy contentos, él (Ovidio) está en un lugar seguro y finalmente quieren agradecerles que no fue torturado como se acostumbraba en el pasado”. Eso explicaron los litigantes en referencia a los familiares de Guzmán, quienes además, enviaron una disculpa a las personas que viven en Culiacán “por los inconvenientes”.

También, dijeron, “se harán cargo de las lesiones y de uno que otro muerto que hay por ahí (…) de los que sean (muertos), no hay ningún problema, se les va a apoyar económicamente a las familias”, aseguró González. Los abogados también insistieron en que el dinero que El Chapo Guzmán acumuló se debe quedar en México. 

Su plan, dijeron, es construir una universidad indígena. No solo eso: esperan que el presidente Andrés Manuel López Obrador ponga la primera piedra de la obra. Manifestaron reiteradamente su agradecimiento al gobernante.

Culiacán se volvió un campo de batalla luego de la detención de Ovidio Guzmán durante un operativo que las autoridades reconocieron, mucho después, fue fallido. Hubo enfrentamientos entre grupos armados y autoridades. Durante muchas horas Culiacán no tuvo paz. 

En la noche del violento jueves, el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, informaba una especie de cese al fuego. Luego, comenzaron los rumores que concluyeron con la declaración presidencial de que la liberación de Ovidio fue para “salvar vidas en Sinaloa”.

Mala organización y falta de coordinación

Si se va a actuar de manera seria en contra de mercados y grupos ilegales se debe hacer con el debido proceso y con herramientas legales disponibles para tener casos sólidos. Así lo explicó a Cuestione el coordinador del Programa de Seguridad de la organización México Evalúa, David Ramirez.

En el caso de Culiacán, expuso, si se hubiera seguido con el operativo, con todo y las omisiones que éste tuvo: “lo más probable, aunque hubiera procedido la captura, hubieran logrado sacar a Ovidio, aún cuando estuviera en control de las autoridades, el sustento legal hubiera sido cuestionado y podríamos haber visto una rápida liberación”, explicó.

Lo primero que se debió haber considerado, señaló, es contar con elementos legales para la detención; “sino el riesgo en que se ponen los elementos policíacos, la población, los recursos que se ponen en juego, pues tienen el riesgo ser desperdiciados”. 

La jornada violenta en Culiacán refuerza la imagen de un país con altos niveles de violencia, pero también la falta de acciones gubernamentales para resolver el tema de la impunidad. 

“No se ve que el Gobierno esté tomando acciones para resolver la impunidad en donde habita la impunidad, que es en las policías, que son policías débiles, que no están recibiendo capacitación, recursos, que no pueden reaccionar a los llamados de la población”.

El común denominador de los recientes enfrentamientos armados en Culiacán, añadió Ramírez, fue la información sesgada, falta de coordinación, preparación, planes alternativos e involucramiento de otras instituciones. También se evidenció la falta claridad de la manera en la que opera en Centro Nacional de Inteligencia, que sustituyó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

“Se perdió una oportunidad histórica para reformar por completo la manera en la que se genera la inteligencia en el gobierno federal”. En otros países, dijo, hay instancias con tareas específicas de inteligencia pero realizan trabajos coordinados y tienen contrapesos institucionales con otros poderes. México está lejos de eso.

Si bien se cumplió con la promesa de desaparecer el Cisen, tal como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador, no hubo una reforma integral en la manera en la que se genera la inteligencia en el país: ello, aún cuando el actual gobierno basa su estrategia de seguridad en la inteligencia y acciones no violentas. La consecuencia fue lo de Culiacán, “es un problema de fondo que no se ha arreglado y parece que no está en el radar”.

“La Guardia Nacional, la Marina, el Ejército, quien sea que estuvo involucrado ayer, no funcionó, no realizaron bien su trabajo, quizá no por falta de capacidad, sino porque estuvo muy mal planeado, eso raspa un poco la idea de la utilidad de la Guardia Nacional”. 

Además, se evidenció el acceso de grupos ilegales a armas de alto calibre, lo que compete a la política binacional entre México y Estados Unidos. En opinión del especialista, será necesario que haya más presión a Estados unidos para detener el flujo de estas armas que ingresan en el país.

Luego de los enfrentamientos armados en Culiacán, es hora de hacer reajustes en partes sustantivas de la estrategia de seguridad, pero también en la manera en la que se informa a la ciudadanía, agregó.

En opinión del especialista, la popularidad de la actual administración es alta, sin embargo los temas de seguridad y el económico preocupan a la ciudadanía, de no atenderlos, podría haber un cambio de tendencia en los niveles de aceptación que por ahora tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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