El Banco de México (Banxico) y los bancos que conforman la Asociación de Bancos de México (ABM), rechazan la aprobación de una iniciativa que impediría que el dinero de pequeños comerciantes, restaurantes, taxistas y, en general, de las personas que viven del turismo, se vaya al mercado negro de divisas que existe en el país.
Además, afecta a todas las personas que trabajan en Estados Unidos y que, en temporadas de vacaciones como la que se aproxima, regresan a nuestro país con el dinero que ganaron.
La iniciativa busca institucionalizar la devolución de dólares a Estados Unidos a través de Banxico, para que más dólares en efectivo puedan ser recibidos por los bancos locales y así, la gente que vive de las remesas en efectivo y el turismo extranjero, pueda cambiarlos, sin que se genere un marcado negro de compra-venta de dólares, sin ninguna protección para quienes recibieron dólares por su trabajo.
“Imagínate a un turista americano que viene con dólares y que una parte la gasta en el pequeño comercio, en las y los artesanos, los taxistas. Si el banco no le recibe esos dólares a los comerciantes se va a generar un mercado negro. El comerciante tiene que ver donde cambia ese dinero o no recibirlo y, si no lo recibe, él está perdiendo y el turista comprará menos”, nos explicó Mario Di Costanzo, ex titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Ese es uno de los problemas que busca combatir la iniciativa -promovida por senadores del partido Morena-, para reformar la Ley del Banco de México, que lo habilitaría para adquirir dólares directamente y venderlos a Estados Unidos sin intermediarios bancarios y sin que los bancos necesiten modificar sus controles en contra de recursos de procedencia ilícita.
El Banco de México informó que en 2019 se registró un récord de recepción de remesas en el país de 36 mil 48 millones de dólares, de los cuales, un porcentaje llega en efectivo.
Justo cuando más nos urge reactivar la economía, por el turismo o por ingresos como las remesas -esas que tanto presume la 4T- el Banco de México y la banca, se interponen.
Para saber más: Los verdaderos ganadores del combate al narcotráfico
“Por concepto de remesas, en billete verde llegan anualmente entre 700 y mil millones de dólares, aproximadamente; por turismo, unos 24 mil millones de dólares, y se quedan o llegan en efectivo, aproximadamente 8,000 millones de dólares. Es decir, anualmente hay más de 9,000 millones de dólares en efectivo en el país”, nos dijo Di Costanzo.
Esto suena fantástico, hasta que esos comerciantes o taxistas tienen que ir a cambiar los dólares al banco y no se los aceptan porque las instituciones bancarias en el país han llegado a su tope de dólares en efectivo.
“Lo que la iniciativa busca es institucionalizar esta devolución de dólares. Los bancos en México sólo pueden absorber 1,500 millones de dólares al año, por lo tanto existe un excedente de billete verde. Los bancos se quedan aproximadamente 7,000 millones de dólares -en efectivo- y tienen que ver cómo lo regresan a EU”, nos dijo Di Costanzo.
De acuerdo con Di Costanzo esto provoca un “cuello de botella” que no le conviene a nadie, ¿por qué?
También te podría interesar: ¿Quién es Cabal Peniche y por qué salva a Interjet de su crisis?
Al ser dinero que la misma economía “no acepta”, estos dólares tienen un costo para todos, empezando por las personas que se los ganaron honestamente, pero también genera problemas para la ciudadanía que vive en toda la franja fronteriza del norte del país, en donde muchas de las operaciones cotidianas se realizan con la moneda estadounidense.
“Es dinero que el mercado no absorbe, y que el banco tiene que regresar a EU. Para regresar ese dinero, los bancos cuentan con corresponsales, pero estas sucursales no pueden recibir todo el dinero que les piden por temas de lavado de dinero, entonces, se quedan esos dólares aquí”, nos señaló el entrevistado.
La iniciativa promueve que Banco de México compre esos excedentes de dólares en el país y que uno: los destine a sus reservas internacionales, o dos: oficialmente los pueda regresar a la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Sería así, un tratado entre gobiernos. De los dólares se hace cargo Banxico y de los controles contra operaciones ilícitas, la banca tradicional. Además, de acuerdo con Mario Di Costanzo, transportar dólares físicos a EU tampoco tendría un costo adicional u oneroso para el Banco de México.
¿Qué pueden hacer para que la población no resulte afectada?
El 27 de noviembre el Banco de México advirtió que este dictamen de ley podría poner en riesgo al mercado financiero al facilitar la introducción de recursos de procedencia ilícita.
“Lo anterior podría dar como resultado acciones cautelares y sanciones por parte de autoridades del exterior que incluyen, entre otras, la imposibilidad de llevar a cabo transacciones en moneda extranjera en sus jurisdicciones y el congelamiento de cuentas y recursos”, dijo Banxico en un comunicado.
También podría interesarte: La deuda pública de México seguirá aumentando en 2020
El dictamen de ley no se ha votado todavía y será discutido a fondo en esta semana. Por lo que preguntamos a Mario Di Costanzo cómo se podría mejorar esta iniciativa y si en verdad era tan mala idea cómo lo plantea el banco central mexicano.
“No es una mala idea. Banxico tiene la facultad en la ley de comprar dólares y por mandato de ley puede ser el agente financiero del gobierno federal, los temas de lavado de dinero son responsabilidad de los bancos”, detalló.
Entonces, lo que se busca es un consenso general que no deje a los que menos tienen sin la posibilidad de ingresar a la economía formal, por lo que Di Costanzo dice que una mejora podría ser establecer un límite anual de compra por parte del Banco de México.
“A lo mejor quizá lo que valdría la pena, para ser más cuidadoso, es establecer una cantidad máxima que pudiera comprar el Banco de México. Por ejemplo, que se partiera de la base de que anualmente pudiera adquirir hasta 7,000 millones de dólares y no más. Así se ayudaría al mercado y el buen dinero, el dinero legítimo no iría a parar al mercado negro”, detalló.
¿Los bancos serán capaces de adaptarse a las necesidades del mercado en el que están operando?
