Comercios y empresas se preparan para reabrir sus negocios

Compartir:

Es verdad que a los negocios comercios y empresas,no esenciales del país les urge abrir, pero tendrán que esperar que los contagios de COVID-19 se reduzcan, para poder estar 100% seguros de reactivar sus funciones.

“El gobierno dijo que el 15 de junio se puede empezar a abrir, pero no existe la certidumbre”, nos dijo Askari Mateos, dueño del restaurante Las Tlayudas, comida casual oaxaqueña, ubicado en la Ciudad de México. 

De acuerdo con el semáforo de la “nueva normalidad”, la Ciudad de México entraría a la fase naranja el 15 de junio, sin embargo, depende de que la ocupación hospitalaria sea menor al 65% y la tendencia de contagios vaya a la baja durante dos semanas.

Por eso, el dueño de Las Tlayudas está preparado para reactivar a su equipo pero sin estar 100% seguro, “en teoría el 15 abriremos al 30% de la capacidad del restaurante y también de los empleados”.

La “nueva normalidad” llegó antes

Las Tlayudas dejó de atender a su clientela de manera presencial desde el 23 de marzo que comenzó la Jornada Nacional de Sana Distancia. 

“Las ventas comenzaron a bajar desde el 14 de marzo en un 40%, pero a partir del 23 ha sido desastroso, con ventas 70% abajo y solo de servicio a domicilio”, dijo Mateos.

El entrevistado nos contó la urgencia de volver a recibir gente en el restaurante, ya que a pesar de la caída en las ventas, los gastos fijos se volvieron terribles, “sobre todo si no puedes llegar a una negociación con tu casera”. 

“Estoy en problemas serios y corro el riesgo de que Las Tlayudas puedan cerrar o tengan reinventarse”, dijo Askari Mateos.

En Las Tlayudas laboran regularmente 12 empleados y ahora solo van tres personas a trabajar desde que comenzó la sana distancia. 

Más sobre el tema: SEP anuncia protocolo para regreso a clases, pero ¿realmente estamos listos?

“Obviamente trabajamos nosotros tres porque nos transportamos en bici, vivimos cerca y no estamos en contacto con otras personas”, dijo Mateos, “pero yo les sigo pagando el sueldo a todas y todos, incluidos quienes están en casa”.

Askari nos contó que ya se vive una nueva normalidad en los negocios de comida, ya que las medidas de higiene y distanciamiento social son la nueva vida cotidiana y son parte de los nuevos gastos fijos.

“Tenemos muchísimas precauciones, sanitizamos el lugar todos los días, usamos muchísimo alcohol para desinfectar todas las áreas donde trabajamos y producimos los alimentos”, dijo Mateos.

También platicamos con Sasha -quien pidió el anonimato- y trabaja en el área de Recursos Humanos de una empresa de tecnología en la frontera del país, la cual fue marcada como esencial.

“En mi empresa no paramos el trabajo, solo se mandó a su casa a las personas que presentaran algún síntoma COVID-19 y algunos empleados que podían laborar desde casa”, dijo Sasha.

Al ser esencial, de acuerdo con la entrevistada, los empleados de esta empresa ya vivieron la ”nueva normalidad” que viviremos los demás empleados.

“Usamos cubrebocas todo el tiempo. Algunas salas grandes se convirtieron en cafetería y hay separaciones de un metro en todas las áreas comunes. También toman la temperatura antes de ingresar a la empresa y se les da un gel antibacterial para las manos”, dijo Sasha.

El semáforo naranja

El plan del dueño de Las Tlayudas es que, “en la medida en que yo sepa cuando podemos reabrir, vamos a manejar los horarios escalonados que plantea el gobierno”, dijo el restaurantero.

Askari nos contó que cuando entre en vigor el semáforo naranja comenzará a recuperar a sus empleados, pero no sabe cuando podrá tener al 100% de su plantilla todos los días.

“Vamos a reelaborar los horarios para no tener tanta gente junta en la cocina. Tanto meseros como cocineros usaremos caretas, guantes y cubrebocas, uso de gel, limpieza con alcohol y cloro. Ya usamos servicios de sanitización que ofrecen empresas”, dijo Mateos.

El entrevistado opina que estas medidas son necesarias y se volverán parte de la rutina y los nuevos hábitos porque todos, empresarios y empleados, estamos juntos en esto.

Seguramente te interesa: La tristeza, la otra epidemia después del COVID-19

“Hay otra serie de medidas de higiene que se van a quedar permanentemente, en cuanto a la apertura y el cierre del restaurante”, dijo Mateos, “pero no solamente en mi negocio, sino supongo que en todos los demás negocios y oficinas”.

Askari piensa que se está reconfigurando no solo la manera de trabajar, sino de vivir y de consumir. 

“Me gusta y no. Como pequeño empresario me afecta en las ventas y creo que tienen que cambiar algunas cosas. Los caseros deben reconfigurar sus contratos porque la afluencia de gente no va a ser la misma”, dijo Mateos.

Para el entrevistado, “la gente que puede trabajar desde su casa ya se está acostumbrando a que todo llegue directamente. Tenemos que implementar medidas y acoplarnos a las necesidades y demandas de los consumidores”.

“La gente está cambiando sus hábitos alimenticios, está más preocupada por cuidar su cuerpo, por cuidar lo que come, por razones obvias. Yo lo veo muy bien, desafortunadamente tiene que ser de esta manera, con muchas empresas perdiendo”, señaló Mateos.

Por su parte, en la empresa donde trabaja Sasha esperan el semáforo naranja para recibir a los empleados que pudieron trabajar desde casa en la cuarentena.

“Empezarán a regresar de manera escalonada. Se están comunicando las nuevas medidas por correo electrónico para que la adaptación sea más rápida”, compartió..

Por ejemplo, se comunican “las salas que fueron adaptadas como comedores para evitar aglomeraciones, las marcas de separación entre empleado y empleado, dónde sentarse al terminar de comer, también que debemos de tomar una toalla con alcohol para limpiar nuestro lugar, entre otras medidas”, nos contó Sasha.

El panorama

El dueño de Las Tlayudas calcula que este año no se va a recuperar su negocio, ya que “por mucho que venda, no podremos remontar las pérdidas que hemos asumido desde la tercera semana de marzo hasta ahora”.

“Este año será para descubrir hacia dónde van los nuevos rumbos, tanto en estrategias de venta como en la economía del país. Es un año perdido. Espero que por ahí de febrero de 2021 empecemos a recuperarnos, si es que logramos sobrevivir”, dijo Askari Mateos.

Las empresas comenzarán a prepararse para la “nueva normalidad”, las y los empleados irán conociendo las medidas de higiene y las adaptaciones en las instalaciones para seguir evitando el contagio de COVID-19. Pero, por ahora, necesitamos que el número de contagios vaya a la baja para pasar al semáforo naranja.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.