En 2019, aproximadamente 931 millones de toneladas de alimentos disponibles para los consumidores terminaron en la basura de hogares, restaurantes y otros servicios alimentarios de todo el mundo, según una investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ONU hizo el Índice de desperdicio de alimentos 2021 como parte de los esfuerzos para reducir el desperdicio de comida en el mundo y, por ende, la contaminación. Según el informe publicado originalmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en promedio, se tira el 17% de la comida producida.
En México el 23.3% (27 millones) de la población vive en pobreza alimentaria y el 12.5% sufre desnutrición crónica, según los datos de hambre y pobreza de The Hunger Project. Aún así, nuestro país se encuentra entre los países que más desperdician comida por persona al año de América Latina, ¿por qué nos debería importar este problema y cómo afecta al medio ambiente?
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¿Quién desperdicia tanta comida?
A nivel mundial, por persona, cada año se tiran 121 kg de alimentos y 74 de esos kilos se desperdician en casa. Ya sea por comida preparada que se pidió “a domicilio” y sobró o verduras que se compraron de más y se echaron a perder.
Por desperdicio de alimentos no solo se entiende la comida preparada sino también las partes no comestibles, como los huesos y cáscaras. Más de la mitad de la comida que se tira proviene de los hogares, luego, un 26% pertenece al rubro de servicio de alimentos, por ejemplo, de restaurantes y hoteles. Y, finalmente, un 13% proviene del comercio, como supermercados o pequeños almacenes.
De cualquier modo, de los principales hallazgos del estudio de la ONU es que este es un problema global, no sólo del “mundo desarrollado”. El informe encuentra que en casi todos los países la cantidad de comida que se tira es sustancial, independientemente del nivel de ingresos.
Un problema global
El estudio tiene datos de 54 países y encontraron que no es un problema de países donde el consumidor “compra de más” sino global. Los niveles de residuos a nivel doméstico son similares en los países de altos ingresos, medianos altos y medianos bajos.
Por ejemplo, en Nigeria y Ruanda se tiran 189 y 164 kilos per cápita al año. Mientras que en Holanda y Estados Unidos son entre 50 y 59 kilos al año.
En América Latina, Belice desperdicia 53 kilos por persona al año, mientras que en Brasil fueron 60, en México 94 y en Colombia 70.
Consecuencias sociales
El desperdicio de alimentos tiene efectos ambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, entre 8% y 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen.
Según la especialista Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, reducir cuánta comida se produce y por ende, se tira, no sólo reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero sino que también mejoraría la disponibilidad de alimentos, dijo en comunicado de prensa de la ONU.
En un mundo donde el porcentaje de pobreza alimentaria ha ido en aumento desde la pandemia por la COVID-19, es importante hacer consciencia sobre el consumo y los desperdicios en el hogar. En 2019 había 690 millones de personas afectadas por el hambre, aproximadamente cinco veces la población de México.
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¿Qué medidas podemos tomar para tirar menos comida?
Entre las recomendaciones que da la ONU para desechar menos alimentos en casa se encuentran las siguientes:
- Comprar de forma planificada y la cantidad correcta de porciones.
- Llevar un registro de lo que se compra y efectivamente se usa para tomar en cuenta la siguiente vez.
- Verificar y entender la fecha de vencimiento de un determinado producto. En el caso de que un alimento vaya a caducar pronto, se puede congelar para aumentar la duración.
- Y, en caso de ser posible, compostar los desechos orgánicos en casa.
