Cultura Colectiva le costó millones a Facebook

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Si les diste Like, tus datos están en riesgo

Cultura Colectiva debe querer que la semana pasada quede en el olvido. Primero, una denuncia de violación sexual en sus propias instalaciones, a través del movimiento #MeToo – en el que la víctima acusa que no hicieron nada por respaldarla y que incluso la despidieron en castigo – y ahora, el escándalo por exponer 540 millones de datos de sus usuarios en la nube.

¿Se acuerdan que en 2018, la empresa Cambridge Analytica protagonizó un escándalo internacional, cuando se supo que había almacenado y comercializado los datos de 50 millones de cuentas de usuarios de Facebook, cuyo objetivo era influir en el electorado estadounidense, en favor de Donald Trump, en las elecciones de 2016?

Bueno, pues algo así anda haciendo Cultura Colectiva: en enero pasado encontraron –aunque se hizo público apenas este 3 de abril- que ese medio de comunicación digital, con más de 23.5 millones de registros en Facebook, expuso 540 millones de datos vinculados a comentarios, likes, reacciones, nombres de cuentas, ID de Facebook. Todo esto a través de Amazon, de acuerdo con la empresa de ciberseguridad UpGuard.

Y en cuanto se supo, vino el drama: las acciones de Facebook perdieron 2% en tan solo unas horas y aunque tuvieron una leve recuperación, siguieron cayendo el resto del día.

Fuente: Yahoo Finance
Cultura Colectiva emitió un comunicado en Twitter, asegurando que entre estos datos no se encontraba “información privada o confidencial, como correos electrónicos o contraseñas”, lo cual es cierto, pero eso no quiere decir que la direción de este medio esté haciendo las cosas del todo bien.

Por ejemplo, Alejandro Torres Rogelio, especialista y consultor en protección de datos personales, señala que el caso amerita una investigación de oficio del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI).

Para tratar de aclarar el enredo, Cuestione solicitó entrevista con el vocero de Cultura Colectiva, quien respondió enviando el mismo comunicado que ya habían dado a conocer.

La cómoda relación de CC con el gobierno anterior

¿Cabe la posibilidad de que, así como los datos de Cambridge Analytica fueron usados en favor de la campaña de Donald Trump, los de Cultura Colectiva hayan sido empleados en la campaña electoral de México en 2018?

En realidad no lo sabemos, aunque de lo que sí nos enteramos es de que entre 2016 y 2018, el gobierno federal –a través de distintas dependencias– pagaron a Vicasoen, S.A.P.I. de C.V. (la razón social de Cultura Colectiva) 33.3 millones de pesos por publicidad, de acuerdo con la Secretaría de la Función Pública.

De estas dependencias, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública pagó el contrato más caro, al desembolsar 4.8 millones de pesos por “13 días de exhibición en el portal”, es decir, 370 mil pesos por día.

Pero sus clientes van más allá del gobierno. Para 2018, Cultura Colectiva tenía una meta de ventas de 256 millones de pesos, aunque en 2017 solo facturaron 109 millones de pesos (71 millones menos de lo que habían previsto para ese año), de acuerdo con El Economistaes decir, pronosticó crecer más del doble de un año para otro.

Y bueno, es que eso de los datos es el nuevo “oro molido” para muchas empresas en la era de la información y la digitalización, ya que puede ser utilizados tanto por empresas, como por personajes o grupos políticos para llevar a cabo campañas de publicidad perfectamente bien dirigidas a distintos públicos objetivos.

Promover las bitcoins: sospechoso negocio

Cultura Colectiva ha publicado alrededor de 100 artículos relacionados a las bitcoins, de acuerdo con una búsqueda avanzada de Google. Con títulos como: 5 razones por las que debes de empezar invertir en bitcoins, ¿Qué son los Bitcoins y por qué están ayudando a comerciantes mexicanos? o Te presentamos el #BitcoinChallenge de 500 días.

Y no, no es casualidad. Cultura Colectiva se unió con Tegger –oficialmente– el pasado 29 de marzo. Tegger fue creada en 2018 y busca pagar con bitcoins por los datos de las personas que navegan en internet  y con ello “crear la primera economía de datos justa a nivel mundial”, de acuerdo con una nota de, sí, Cultura Colectiva del 2 de abril (un día antes de darse a conocer que había expuesto los datos de sus usuarios). Es decir, pura autopromoción.

Sin embargo, como descubrió la periodista Andrea Noel, Tegger y Cultura Colectiva comparten más que una alianza de negocios. “El equipo de Tegger está poblado por gente de Cultura Colectiva, incluyendo dos de sus fundadores y otros empleados de marketing”, dijo en Twitter.

¿Para qué una empresa querría tus datos y actividad en las redes sociales?

Te tenemos noticias: no solo los quiere una empresa, sino muchas. La Comisión Europa estima que para el año 2020 este mercado estará valuado en unos 739 billones de euros, tan solo en la Unión Europea.  

Toda tu actividad en internet, como las páginas que visitas, los contenidos que prefieres, los amigos que tienes, tus comentarios y hasta tus mensajes, son como el rastro de migajas que dejaban Hansel y Gretel para encontrar el camino de regreso a casa, sólo que con esas migajas digitales, las empresas, las marcas y los políticos te encuentran a ti y saben, además, exactamente cómo seducirte.

Así como en los 90’s las marcas y los políticos consolidaban sus campañas a través de la televisión, ahora lo hacen a través de internet, el cual brinda algo que la televisión no ofrece: microsegmentación, lo que permite a los anunciantes llegar con mayor efectividad a la audiencia que buscan alcanzar.

Un spot en TV, en horario estelar, cuesta millones de pesos y puede alcanzar a ser visto por millones de televidentes. Sin embargo, de éstas personas sólo una minoría son consumidores potenciales del producto anunciado.

En cambio, con los datos digitales e internet, las marcas pagan mucho menos por impacto (así se le llama cada vez que ves un anuncio en tu pantalla) y se aseguran de que su mensaje llegue exactamente a una persona a la que pudiera interesarle la marca, producto, persona o servicio que aparece en ese anuncio.

Lo mismo pasa con la propaganda política. Si un candidato contrata a una empresa que tiene tus datos, puede pagar para que te bombardee con contenido que lo favorezca o perjudique a sus opositores, ¿ves por qué eso que llaman la minería de datos es oro molido?

“El comercio de datos personales es enorme. Uno de los tantos usos que lo hacen un botín es porque estos dan información muy valiosa para la publicidad dirigida. Conocer el perfil de los usuarios permite generar segmentos para dirigir un producto o servicio”, dice Torres Rogelio.

Solo que hay un pequeño detalle: los datos personales están protegidos en México por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, y su mal uso puede ser castigado desde multas hasta con prisión.

El artículo 67 de esta ley indica que se impondrán de tres meses a tres años de prisión “al que estando autorizado para tratar datos personales, con ánimo de lucro, provoque una vulneración de seguridad a las bases de datos bajo su custodia”.

De acuerdo con Torres Rogelio –también excomisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública de la Ciudad de México– la ciudadanía debe de ser corresponsable y estar conscientes de a quién le damos acceso a nuestra información.

“Estamos acostumbrados a dar clic en la casilla de aceptación de condiciones de las páginas sin siquiera leer cuáles son sus términos”, dice. “No tenemos una cultura de datos personales. Y después nos sorprendemos o nos enojamos cuando nos llaman para vendernos un producto y nos hablan por nuestro propio nombre. Nosotros mismos damos la información”.

En el caso específico de Cultura Colectiva, su aviso de privacidad señala que tus datos podrán “ser compartidos dentro o fuera del país con las siguientes personas (afiliadas y terceros), empresas, organizaciones o autoridades”.

¿Qué derechos tienes?

Es importante que sepas que aunque accedas a proporcionar tus datos a una empresa, te pertenecen y puedes revocar el permiso en cualquier momento (a estos se les conocen como derechos ARCO – Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición de datos personales).

En el caso particular de Cultura Colectiva, en su aviso de privacidad indica que para cualquier modificación o revocación de permiso para el uso y acceso de tus datos personales escribas a contacto@culturacolectiva.com.

¿Qué sigue?

El INAI no ha comunicado si investigará o no el caso de Cultura Colectiva, pero sí alertó que cuando aceptas una aplicación (como juegos) a través de las redes sociales comprometes tu nombre, sexo, ubicación, correo electrónico, entre otros.

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