En los primeros cuatro meses de 2023 fueron asesinadas 1,181 mujeres, lo que equivale a casi 10 mujeres asesinadas a diario. Esta cifra está conformada por 900 homicidios dolosos y 281 feminicidios –asesinatos violentos de mujeres por motivos de género.
Esto sin contar los 1,322 homicidios culposos que se supone deberían reflejar muertes accidentales y por negligencia, pero dónde, como ya te hemos contado, muchas veces las autoridades esconden los feminicidios.
La cifra de 10 mujeres asesinadas diario se ha mantenido constante ya por varios años, a pesar del crecimiento que el movimiento feminista ha tenido en los últimos años en México, la violencia en lugar de disminuir parece ir en aumento.
Esto, nos explica la psicóloga clínica especialista en violencia de género Samantha Olivares, puede entenderse como la respuesta del sistema al movimiento feminista, el cual ella considera “una revolución”.
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“Al opresor nunca le va a gustar que el oprimido se levante”, explica la también psicóloga forense.
Masculinidades
El feminicidio es un crimen particularmente complejo porque es la expresión máxima de una violencia sistemática –pero dispersa– en la sociedad mexicana. Es muy común encontrar que el feminicida sea pareja o conocido de la víctima.
La mayoría de los feminicidios, explica la Dra. Olivares, están antecedidos por un ciclo de violencia brutal. Esta violencia tiene muchas causas, pero entre ellas destacan la mala gestión de la masculinidad por parte de los hombres y muchos problemas de salud mental.
Una de las grandes deudas del Estado en este tema es la falta de educación con perspectiva de género que reciben los niños y niñas mexicanas. El machismo y la violencia se aprenden desde la infancia y en México no se está haciendo lo suficiente para romper estos ciclos.
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“Un feminicida se hace porque la violencia se aprende, es una conducta que se replica”. Crecer en un contexto machista donde la violencia está naturalizada es “la combinación perfecta para construir a un feminicida”, explicó Samantha Olivares.
Crimen organizado
La presencia del crimen organizado en México ha sido también un detonante de la violencia feminicida que permea sobre el país. Por un lado están las víctimas directas de estos grupos y las mujeres que interactúan con o participan en la delincuencia organizada. Pero por otra parte están el resto de las mujeres mexicanas que indirectamente se ven afectadas por la violencia y el machismo que la llamada narcocultura promueve.
Se estima que alrededor del 60% de los feminicidios en México están relacionados con el crímen organizado. Sin embargo, la impunidad en la que operan estos grupos hace muy difícil conocer realmente las cifras y es común que los feminicidios en estos círculos se registren bajo otro tipo penal.
Al interior de estos grupos las mujeres son vistas como propiedad del hombre, por lo que las represalias y castigos en contra de ellos son a costa de la vida e integridad de ellas. Son círculos profundamente violentos y machistas donde el poder ligado a estas personalidades mantiene en total impunidad la violencia de pareja y familiar que ejercen, nos explicó la experta.
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También es importante no dejar en el olvido a las víctimas de trata, nos comentó la doctora, ya que este es el tercer negocio más redituable para el narco después de la venta de drogas y armas. Las mujeres que son víctimas de estas redes son comúnmente asesinadas de formas brutales y sus feminicidios generalmente quedan en la oscuridad o escondidos entre los miles de homicidios dolosos y culposos.
Ciclos violentos y la salud mental
El feminicidio, sobre todo cuando se da en un contexto familiar, es el resultado de un ciclo de violencia previo el cuál, nos explicó la Dra. Olivares, está comúnmente relacionado a problemas de salud mental.
Agresores con trastorno narcisista de la personalidad y víctimas con trastorno límite de la personalidad es una combinación muy común entre parejas sumergidas en dinámicas de violencia. Estos diagnósticos, nos comenta, son parte de lo que hace tan difícil para las víctimas salir de relaciones violentas.
En México la salud mental es un privilegio y la mayoría de las personas no tienen acceso a la atención médica requerida para tratar este tipo de padecimientos, lo cual contribuye a que continúe la violencia.
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El feminicidio en México es un crimen tanto del individuo que lo comete como del Estado, ya sea por acción o por omisión. Desde la prevención hasta la investigación, el seguimiento y la reparación del daño, el Estado Mexicano “posibilita” los feminicidios, nos dijo Samantha Olivares.
Hasta que no haya un compromiso real para atender los problemas culturales y de salud mental que atraviesa México, hasta que no se tomen acciones concretas para romper desde la infancia los ciclos de violencia y hasta que no se ponga un alto a la impunidad en la que operan los violentadores, 10 mujeres seguirán muriendo en México todos los días.
