La semana pasada se anunciaron las nominadas y nominados a los reconocimientos de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, mejor conocidos como los premios Óscar, los cuales funcionan para honrar los trabajos más destacados de la industria del cine de Hollywood, pero también para marcar la pauta de quiénes ejemplifican lo que está bien hecho en el séptimo arte a nivel global y por lo tanto lo más influyente en la sociedad.
Es por esto que hay que revisar cuál es el papel de la mujer en estos discursos que nos llevan al cine cada fin de semana.
Según los premios de la Academia, además de en la actuación, que es la única categoría que tiene distinción de género, el trabajo de las mujeres destacó en prácticamente todas las categorías (representan el 31.1% de todas las nominaciones). Sin embargo, esto no ocurrió en Dirección y Cinematografía, dos de las categorías que son más determinantes en el discurso de Hollywood.
Esto quizás se debe a la poca proporción de directoras y fotógrafas en las películas de Hollywood. Si bien creció en la última época (entre 2010 a 2018) en promedio cada año solo el 3.8% de las personas que operan una cámara son mujeres, y solo el 7.6% son directoras.
Si tomamos en cuenta que la Academia solo nomina a cinco personas en la categoría de Mejor Director, es cierto que, de acuerdo con la proporción de cineastas mujeres que hay, no alcanza para muchas. Sin embargo, las cifras se revierten si notamos que, de 2010 a 2018, solo estuvieron nominadas Katheryn Bigelow (2010) y Greta Gerwig (2018), es decir, el 4.4%.
También se podría explicar en términos de calidad de las películas, pero la polémica este año surge a partir del trabajo de Greta Gerwig, quien no fue nominada por su trabajo en la nueva versión del clásico Mujercitas, a pesar de que fue uno de los trabajos más aplaudidos del año. Tampoco incluyeron a Lulu Wang por “The Farewell” ni a Olivia Wilde por “La noche de las nerds”.
El asunto parece superficial dadas las grandes luchas de la mujer en otras áreas de la sociedad, sin embargo, desde esta industria se recrean muchos de los arquetipos que sirven de ejemplo, muchas veces, para buscar objetivos y tomar decisiones.
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En el libro “El guion”, del decano del guionismo Robert McKee, conferencista y maestro de guionistas como Charlie Kauffman y otros 60 ganadores del Óscar, nos sugiere la importancia de los personajes que vemos en pantalla sobre las decisiones que tomamos en la vida: “Escondida en las profundidades de esos personajes y sus conflictos hallamos nuestra propia humanidad. Vamos al cine para acceder a un mundo nuevo y fascinante (…) para vivir en una realidad ficticia que ilumina nuestra realidad cotidiana. No deseamos escapar de la vida sino encontrarla, queremos utilizar nuestra mente de modo estimulante y experimental, flexibilizar nuestras emociones, disfrutar, aprender, aportar profundidad a nuestros días”.
Es por eso que una manera de luchar contra los roles de género impuestos por una sociedad patriarcal, es fomentar las historias con perspectivas de género, así como visibilizar el rol de las mujeres en todos los puestos de Hollywood, no solo en los roles de actuación.
Según la historietista Allison Bechdel, autora del Test de Bechdel, “el cual evalúa si una obra de ficción tiene al menos dos mujeres identificadas con nombre propio que hablan entre ellas de otra cosa que no sea un hombre”, los personajes femeninos se enfrentan al siguiente reto: “todas estas relaciones entre mujeres (…) son demasiado simples. (…) Ellas son ahora, y lo fueron entonces, madres e hijas. Casi sin excepción se les muestra debido a la relación que tienen con los hombres. Era extraño pensar que todas las grandes mujeres de ficción fueran, hasta el día de Jane Austen, vistas no sólo desde el otro sexo, sino también únicamente en su relación con el otro sexo. Y qué pequeña es esa parte en la vida de una mujer”.
Mientras los hombres tenemos varias ejemplos de vida en la pantalla grande, durante años las mujeres, con excepciones, solo vieron ejemplos cuyos objetivos están relacionados a los de un personaje masculino.
En los últimos años hemos visto superheroínas por causas sobrenaturales, como Wonder Woman y Capitana Marvel, y mujeres que han llegado a puestos altos con base en sacrificar su vida, como en el caso de Miranda Priestley en “El diablo viste a la moda”.
Basta ver la lista de los 50 personajes femeninos favoritos de Hollywood de Hollywood Reporter para dar cuenta de esto.
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¿Cuota de género?
Vale la pena preguntarse si estos roles de género cambiarían si hubiera más mujeres miembros de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood. A pesar del incremento de los últimos años, solo representan el 32%.
De igual manera a como han funcionado las cuotas de género en la política, las cuales han ayudado a aumentar la presencia de mujeres y a sacar adelante políticas públicas con otra mirada. En el caso del cine podría traducirse en una mayor presencia femenina en las nominaciones que motiven a más mujeres a dirigir películas.
En el informe “Cuotas de género, democracia y representación” de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Chile, una de las ideas centrales sostiene que “las cuotas se sustentan en la visión que las condiciones sociales, por sí solas, no solucionan las desigualdades existentes en una sociedad. Es por esto que el Estado y otras instituciones (como partidos políticos) mediante su legislación o normativa intervienen para generar condiciones efectivas de igualdad de oportunidades, en este caso, en el acceso al poder”.
Pero esta medida no solo se queda en aumentar la presencia de mujeres pues según escribió la exlegisladora, expresidenta de la Cámara de Diputados y exjefa delegacional de Venustiano Carranza en la Ciudad de México, Ruth Zavaleta en Letras Libres, las cuotas de género “sí han propiciado una mayor participación política de las mujeres”, la cual se ha traducido “en una mayor atención a los temas relacionados con las garantías de sus derechos”.
Por otro lado, la presencia de las mujeres sí tiene impacto en políticas públicas, como vemos en el informe de la ONU Mujeres “Hechos y cifras: liderazgo y participación política”, en el cual se señala que “en Noruega se encontró una relación de causalidad directa entre la presencia de mujeres en los consejos municipales y la cobertura del cuidado infantil”.
Este informe concluye que “las mujeres demuestran liderazgo político trabajando independientemente de su afiliación política en los grupos parlamentarios de mujeres, incluso en los ambientes políticos más reacios, y defendiendo cuestiones relativas a la igualdad de género, como la lucha contra la violencia de género, las licencias parentales y el cuidado de los hijos, las pensiones, las leyes sobre igualdad de género y las reformas electorales”.
¿Qué pasa en México?
La buena noticia es que en México es mayor la proporción de directoras haciendo cine que en Hollywood, al menos en el último año. De las 76 películas mexicanas estrenadas en 2019, 17 fueron dirigidas por mujeres, es decir, el 22%. La mala noticia es que se enfrentan a retos de distribución para hacer visible su trabajo.
