¿Qué pasa en Jalisco? ¿Por qué parece que el crimen puede asesinar a sus anchas?

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El estado de Jalisco comenzó el 2021 con hechos de violencia en lugares públicos donde uno esperaría muchas cosas, menos una balacera. ¿A qué se debe que personas armadas pueden hacer lo que se les dé la gana en esa entidad?

Por ejemplo, el lunes 8 de febrero hubo un tiroteo en un restaurante de la avenida Real Acueducto –un área exclusiva de Zapopan–, apenas una semana después de otra balacera en una plaza comercial al sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

De acuerdo con el registro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana al 12 de febrero, Jalisco es el segundo estado con más asesinatos en lo que va del año, con 288, solo detrás de Guanajuato, con 426. 

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Jalisco: una historia de violencia

Lamentablemente, esto no es nuevo. Una de las balaceras más recordadas en la historia reciente del país ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara en mayo de 1993, cuando el arzobispo de esa ciudad, Juan José Posadas Ocampo, murió acribillado en medio de un tiroteo. 

Según la PGR, se trató de un altercado entre sicarios de Joaquín “El Chapo” Guzmán contra sicarios de los hermanos Arellano Félix, quienes en ese entonces eran los presuntos líderes del Cártel de Tijuana.

Hay que recordar que antes de fundar el Cártel de Sinaloa, “El Chapo” Guzmán era parte del Cártel de Guadalajara, el más importante del país durante la década de los 80.

Los líderes de ese cártel eran, presuntamente, los sinaloenses Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, quienes además fueron acusados de ser los autores intelectuales del asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en 1985.

Nueva ola de violencia

De vuelta a esta nueva ola de violencia, el diario local El Informador señala que en los últimos dos años, han ocurrido al menos 12 balaceras en avenidas principales y áreas comerciales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, Puerto Vallarta y Ajijic, un pueblo mágico en las orillas del lago de Chapala.

De estos 12 tiroteos, el más mediático ocurrió apenas en diciembre de 2020, cuando un sicario entró a un restaurante de la concurrida zona turística de Puerto Vallarta y asesinó al ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval.

A estos hechos en lugares públicos hay que agregar sucesos como el hallazgo de 18 bolsas con restos humanos en los alrededores del estadio Akron donde juega el equipo de futbol de las Chivas de Guadalajara.

El analista en temas de seguridad, Alejandro Hope, publicó en El Universal que “Jalisco ya lleva una larga temporada de alta violencia”, ya que, “entre 2009 y 2018, la tasa de homicidio en el estado se cuadruplicó, al pasar de nueve a 36 por 100,000 habitantes”.

Además, Jalisco duplicó el número de asesinatos en tan solo cinco años. Pasó de 1,143 homicidios dolosos en 2015, a 2,689 en 2020. Y, si la tendencia de 288 asesinatos en los primeros 42 días de 2021 continúa, podría cerrar el año con más de 2,500. ¿Por qué?

¿Qué pasa en Jalisco?

Platicamos con Daniel Vázquez, doctor en Ciencias Sociales, quien coincide en que la violencia lleva varios años en ascenso en Jalisco, al igual que en otras entidades como Guanajuato, Guerrero o Michoacán.

Sin embargo, según el experto, a diferencia de esas otras entidades, el caso de Jalisco es más enigmático porque no es un territorio que estén peleándose los grupos criminales.

“No me parece que sea un proceso de disputa, donde vemos cárteles queriendo entrar a un estado y esto hace que los enfrentamientos sean muy duros”, dijo Vázquez.

Y agregó que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no solo es el que tiene el dominio claro de la entidad, sino que además ha crecido tanto en los últimos años que es el grupo criminal más importante de este sexenio.

Por lo tanto, en lugar de una guerra entre cárteles, más bien parece que el CJNG tiene tanto poder que operan a sus anchas.

Promesa de impunidad

En México la política y el crimen se encuentran entrelazados desde hace mucho tiempo, es algo que viene desde el viejo régimen, de la hegemonía priista, una estructura política que puede estar conformada por funcionarios y policías”, nos dijo Daniel Vázquez.

Además, señala el experto que cuando existe una estructura así a merced de un grupo criminal, también lleva consigo una promesa de impunidad.

“Esta impunidad ni siquiera se debe a falta de capacidades, se debe abiertamente a que tenemos actores políticos que son parte de esas redes de macrocriminalidad y que por eso los miembros de esa red pueden hacer lo que quieran”, concluyó.

En un análisis publicado en el portal Sin embargo, Edgar Guerra, especialista en temas de política de drogas, opinó que esta ola de violencia en Jalisco empezó como un conflicto por las rutas pero ahora se convirtieron en venganzas acumuladas en una lucha de 15 años.

Y agregó que “este tipo de atentados no podemos desligarlos sin pensar en que hay ciertas complicidades detrás y sin pensar que estos grupos armados tienen nexos con las policías”.

¿Reaccionarán las autoridades de Jalisco? ¿Intervendrán los altos mandos federales? ¿O veremos cada vez más balaceras en lugares públicos en esa entidad?  

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