¿Qué hacen nuestros legisladores? El actual grupo de senadores y diputados que inició sus labores tres meses antes que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tenido la mejor productividad legislativa en los últimos 20 años. A pesar de que se han presentado más iniciativas de ley, han sido menos las aprobadas por los partidos políticos que en el inicio de los tres sexenios anteriores.
Cuestione hizo un análisis, con base en el Sistema de Información Legislativa y esto fue lo que encontró:
La LXIV Legislatura que inició labores en septiembre e inauguró la 4T, con la presencia mayoritaria de diputados y senadores de Morena, en el pleno, cuenta con una tasa menor de aprobación de leyes que otros arranques de sexenio.
Mientras que se han aprobado 37 iniciativas de ley entre septiembre y el 5 de marzo, las legislaturas que iniciaron con los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox aprobaron en el mismo periodo, de forma correspondiente, 61, 81 y 28 iniciativas.
Esto no quiere decir que los actuales legisladores no propongan leyes. Desde septiembre hasta el 5 de marzo se han presentado mil 550 iniciativas de ley, en tanto que la LXII (que inició con Peña Nieto) presentó 985 y la LX (con Calderón) 543 y la LVIII (con Fox) 116 en el mismo periodo. Pero, la efectividad ha quedado a deber.
“Se producían masivamente iniciativas, pero en realidad no vimos una tasa de aprobación alta”, dijo Israel Tello, director de Análisis Legislativo de Integralia Consultores.
Esto se ha dado en parte porque las bancadas de Morena avanzaron poco en en su agenda legislativa antes de la llegada de López Obrador al cargo, el 1 de diciembre, dijo Tello: “Tuvo que esperar a que entrar en funciones el Gobierno como para empatar un poquito, la agenda legislativa con las prioritarias que necesitaba el Presidente en materia legislativa”.
Las constitucionales
También hay que ponderar que este arranque de legislatura ha sido la más exitosa aprobando reformas constitucionales, cuyo proceso de análisis y negociación requieren de un mayor consenso y tiempo. Por ejemplo, para aprobar una reforma constitucional se requiere el apoyo de dos terceras partes del Congreso y, además, la aprobación de al menos 17 congresos locales (la mitad de los estados más uno).
La legislatura actual ha aprobado nueve reformas a la Constitución, este es el arranque de sexenio con más aprobaciones de este tipo en los últimos 20 años, junto con el sexenio de Felipe Calderón.
La actual legislatura ha modificado la Constitución para crear la Guardia Nacional, así como agregar delitos a la prisión preventiva ( como corrupción, robo de hidrocarburos, delito electoral, portación ilegal de armas de fuego y explosivos de uso exclusivo del Ejército, robo de casa, robo habitación, extorsión) y considerar un delito grave el robo a transportes de carga.
“Siempre en los sexenios de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicentes Fox, veíamos una alianza de dos grupos, que era el PAN y el PRI para impulsar estas reformas, ahora estamos viendo de Morena con Encuentro Social y el PT y han logrado poco a poco ir convenciendo otras fuerzas”, dijo Laksman Sumano, analista legislativo.
Morena cuenta con 258 (52%) de los 500 diputados y 59 (46%) de 128 senadores, sin embargo, sus bancadas no han sido tan efectivas a la hora de aprobar, lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta al Congreso durante el arranque de su gobierno.
¿Horrores de cálculo?
En medio de esta baja productividad legislativa, también ha sucedido que las propuestas de Morena fallan a la hora de medir el impacto que tendrían en caso de ser aprobadas. “El ejemplo más claro fue el de las Comisiones Bancarias (que buscaba eliminar cobros por servicios de los bancos), y así sucesivamente… que ponían a temblar a los mercados”, agregó Tello.
Errores en las propuestas han hecho que una de las dos cámaras enmiende la plana a otra. La Guardia Nacional sufrió cambios previo a su aprobación el pasado 21 de febrero en el Senado que desmilitarizaron al nuevo cuerpo policial en el país, pese a que la Cámara de Diputados había aprobado un mando militar y no uno civil para esta fuerza de seguridad, aseguró Tello.
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Arrastran los problemas
Existe una tendencia en el Congreso a usar el pleno como una vitrina, aunque no se aprueben las iniciativas, señaló María del Carmen Nava Polina, fundadora de Visión Legislativa: “Tenemos un uso intensivo de tribuna, que no necesariamente llevan a reformas exitosas o a asuntos que busquen negociar”.
Además, del uso de tribuna y de presentación de iniciativas, el Congreso se mantiene reprobado en materia de transparencia legislativa, tras obtener una calificación de 58% (levantado a finales de 2018) dentro del índice elaborado por la Red Latinoamericana 2018 por la Transparencia Legislativa (que mide el presupuesto, labores legislativas, inclusión participación ciudadana y normatividad del Poder Legislativo). Quedando así en séptimo lugar, entre 11 países analizados de Latinoamérica.
“La idea (del índice) es ver si el Congreso en su conjunto está teniendo un cambio en su operación, y lo que observamos, al menos hasta el levantamiento de este índice a finales de 2018 es que no, aún no notamos un cambio y una mejora del funcionamiento parlamentario”, dijo Nava Polina.
¿Qué sigue?
La tendencia para lo que resta en el segundo periodo de sesiones, que concluye el 30 de abril, es a que la productividad legislativa aumente, indicó Tello. Esto debido a la curva de aprendizaje que ya habrán pasado las comisiones, por lo que es probable que se den más propuestas surgidas del trabajo de estos grupos que discuten sobre diversas materias.
