33 millones de mexicanos sin empleo formal no tienen acceso a la salud

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Debido a un sistema de salud que está ligado al régimen laboral, 33 millones de mexicanos no tienen ningún servicio de salud, alertó México Evalúa.

Esto ha provocado una crisis sanitaria en el país y es una fuente de exclusión y discriminación, nos dijo Mariana Campos, coordinadora del programa de gasto de esa organización. Principalmente, porque organizar un sistema sanitario de esta manera convierte a la salud en una prestación laboral y no en un derecho.

“El acceso a la seguridad social y de los servicios de salud (se da) en función del estatus laboral y no es consistente con lo que está buscando la Constitución mexicana. El sistema de seguridad social que se diseña a partir de la condición laboral es un modelo muy limitado porque incluso las personas que pagan impuestos y trabajan por honorarios no tienen un empleador, no tienen seguridad social”, nos dijo en entrevista.

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Muchos sistemas con distintos presupuestos complica acceso a salud

En un comunicado con motivo del Día Mundial de Salud, México Evalúa indicó que en el país el 45% de la población, equivalente a 56 millones de personas están afiliadas al IMSS, ISSSTE, ISSSTE estatal, Semar y Sedena.

En contraste, 33.8 millones de personas tienen acceso a los servicios de salud a través del Insabi e IMSS Bienestar. 

Campos nos explicó que en México el sistema de salud pública está conformado por varios organismos, por lo que existe un multisistema de acuerdo con la filiación laboral, excepto por el Instituto de Salud para el Bienestar.

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Sin embargo, el presupuesto público destinado para los distintos sistemas no es igual, lo que genera desigualdad. 

“Lo que estamos ocasionando es que pareciera que el derecho a la salud es distinto, dependiendo los mexicanos de primera y los mexicanos de segunda. Eso no está bien porque de esta manera estamos obviamente radicalizando la desigualdad”, nos comentó.

“En México estamos viendo que el 60% del presupuesto se va a las personas que tienen seguridad social, mientras que el 40% se va a las personas que no tienen seguridad social”.

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Pero el problema no para ahí, pues estar afiliado a alguno de los distintos organismos de salud en México tampoco garantiza el acceso a tratamientos y medicamentos.

Esto propicia que el 34% de la población afiliada a servicios del seguro social recurra a los servicios privados, principalmente en consultorios de farmacias, mientras que el 41% de la población de los sistemas públicos diferentes a la seguridad social está en esa misma situación.

De acuerdo con Campos esta distinción también profundiza el empobrecimiento, pues al presentarse una emergencia los mexicanos echan mano de recursos en detrimento de su patrimonio.

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“Parte de la vulnerabilidad de la gente que está en este sistema implica también que tienen un mayor gasto de bolsillo. No es que sea a través de esquemas de aseguramiento privado, sino que llega la emergencia y entonces hay que empezar a liquidar patrimonio de la familia para poder sacar adelante esa situación. Ese gasto de bolsillo está muy asociado al empobrecimiento”, apuntó.

¿Un sistema de salud como en Dinamarca?

El 16 de enero de 2020, dos meses antes de que se registrara el primer deceso por coronavirus en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que todos aquellos mexicanos que no cuentan con seguridad social tendrían el acceso a atención médica y medicamentos gratuitos.

En esa misma conferencia, López Obrador confirmó un incremento de 40 mil millones de pesos al presupuesto de salud y aseguró que para diciembre de 2020, México tendría un sistema de salud como el que existe en Dinamarca.

“El primero de diciembre de este año va a estar funcionando el sistema de salud pública con normalidad, con servicio de calidad, atención médica, medicamentos gratuitos. Va a estar funcionando, y ése es el propósito, como los servicios de salud que hay en otras partes del mundo, como en Dinamarca, como en Canadá, como en Reino Unido”, dijo López Obrador.

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Pero en 2019, el gobierno de Dinamarca destinó 8.3% de su PIB a la salud pública, mientras que México sólo 2.8%

“La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha recomendado que los los gobiernos de los países tienen que invertir alrededor de seis puntos del Producto Interno Bruto para estar en condiciones de garantizar el derecho a la salud de sus habitantes, y en el caso de México nosotros estamos gastando un 2.8, es decir, incluso menos de la mitad propuesta”, explicó Mariana Campos.

Pero no es solamente tener más presupuesto. Campos considera que además de robustecer el gasto público destinado a salud a través de una reforma fiscal, se deben adaptar los distintos sistemas, lo que implica también cambios legales, administrativos y de estructura. 

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“Este gobierno decidió no hacer una reforma fiscal, por lo cual es difícil pensar en que podríamos ofrecer una seguridad y un servicio de salud universal como el danés”, dijo.

“A pesar de que sigan operando los distintos sistemas de salud, por lo menos se puede pensar en que haya un cuadro común para los mexicanos y esto ayudaría mucho en términos de equidad”.

Con este panorama ¿la promesa de un sistema de salud universal como el de Dinamarca se quedará sólo en un sueño?

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