“¡Por supuesto que es nepotismo! Pero ellos entraron por su propio pie, porque hicieron trabajo (…) trabajo de campaña, trabajo para el pueblo, trabajo de todo”, contestó María Elena Curiel Preciado, regidora de Educación de Puerto Vallarta, Jalisco, cuando le preguntaron si tenía familiares trabajando en el gobierno municipal.
La increíble respuesta de la funcionaria ocurrió el pasado 5 de julio durante una entrevista con la periodista Carolina Gómez Aguiñaga, de radio La Patrona en Puerto Vallarta, cuando le preguntaron cuántos familiares suyos trabajaban en el gobierno municipal.
La regidora respondió que tres de sus hijos, su esposo y una de sus nueras formaban parte del gobierno: uno de los hijos trabaja en la subdirección de Educación como dictaminador, otro más en el departamento de “Alimentaria” para el DIF y el tercero en Coordinación. Su pareja trabaja como intendente en el ayuntamiento y su nuera trabaja como “apoyo” en la Tesorería.
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Después de admitir que se trata de nepotismo, le preguntaron a la funcionaria si lo consideraba correcto y admitió que no, que obviamente no es correcto, pero que el trabajo siempre se tiene que motivar y dar a cambio de algo.
La respuesta de la servidora pública le costó el trabajo a sus familiares: en un tuit del 6 de julio Carolina Gómez informó que el coordinador del Gabinete del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, Salvador Llamas había confirmado la salida de la nómina de los cinco familiares de María Elena Curiel Preciado.
El nepotismo en las leyes
A nivel federal los funcionarios tienen prohibido no solo contratar, sino también influir para que contacten a personas que tengan lazos de parentesco por consanguinidad hasta el cuarto grado, de afinidad hasta el segundo grado, o vínculo de matrimonio o concubinato.
Lo anterior está regulado en la Ley Federal de Austeridad Republicana, la cual fue publicada a inicios de este sexenio.
Y aunque en la Ley de Responsabilidades Políticas y Administrativas de Jalisco no se define el delito de nepotismo como tal, el artículo 46 especifica que todos los funcionarios públicos de aquel estado deben observar lo regulado en la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Esta Ley General, de manera similar a como hace la de Austeridad Republicana, castiga el nepotismo tanto por designar directamente como por intervenir para que se contrate a parientes por consanguinidad hasta el cuarto grado, de afinidad hasta el segundo grado, o vínculo de matrimonio o concubinato.
Por todo lo anterior se puede decir que la regidora de Puerto Vallarta se la voló al tener a cinco parientes cercanos trabajando en el gobierno municipal. Y también que su dicho sobre que por supuesto que se trataba de nepotismo es: verdadero.
