Poliamor y prostitución

Compartir:

- Advertisement -

Poliamor es una manera bonita de decirle a la prostitución“. Confieso que esa sí no la vi venir, que alguien me dijera que ser poliamorosa es prostituirme me parecía improbable. Supongo que quienes lo comentaron lo que buscaban era ofenderme y desautorizar mi manera de amar. No lo consiguieron, pasado el impacto inicial decidí reflexionar el porqué de ese punto de vista y llegué a algunas conclusiones.

La educación religiosa, los miedos heredados, los prejuicios, los tabús acerca del sexo han evitado que la humanidad lo comprenda y experimente con plenitud: sentir rico provoca culpa, es pecaminoso, aleja de la virtud y de las buenas costumbres. Nada más alejado de la realidad. Las personas con una relación sana con su propio cuerpo, con el erotismo, con su identidad sexual, con el placer, son personas felices, satisfechas, que van por la vida en modo creativo y creador y prefieren ocupar sus días buscando el orgasmo físico e intelectual y no viendo cómo dañan y se aprovechan del prójimo.

Nuestro cuerpo está hecho para el placer, el dolor es sólo un mecanismo para mantenernos íntegros, sanos y vivos, no un estado permanente. ¿Por qué entonces, debemos vivir huyendo de las sensaciones agradables para la piel?

Luchar por reivindicar el erotismo en la cotidianidad para trasladarlo al momento de ejercer la sexualidad, en compañía o en solitario, es una de las misiones de mi vida. Y más cuando escucho o leo aseveraciones como la que comienza este texto, y otras tantas: “El sexo es frívolo”, “el placer te debilita”, “si le gusta mucho el sexo es un pervertido”, “el sexo es malo”, “el sexo es sucio”, “el sexo sirve para manipular”, “el sexo denigra el alma de las personas”, “la masturbación es un pecado”, “una mujer a la que le gusta mucho el sexo es una ninfómana”, etcétera. Hace falta información para acomodar cada concepto en su sitio y evitar malos entendidos. O por lo menos intentarlo, sé lo complicado que es modificar una creencia largamente arraigada.

Existen diferentes maneras de relacionarse; el poliamor es una de ellas. En el poliamor tienes vínculos amorosos y/o sexuales con más de una persona, de la misma o distintas jerarquías, profundidades y convivencias, todo convenido previa conversación de acuerdos. 

La prostitución es un intercambio comercial entre alguien que renta su cuerpo para tener relaciones sexuales y alguien que paga por ello. 

En el poliamor hay compromiso, cuidados, confianza, responsabilidad, respeto, historias en común, recuerdos.

En la prostitución el idilio dura mientras sucede el servicio. No hay lazos sentimentales, ni expectativas a futuro, ni compromiso más allá que el de pagar la cuenta.

Lo único en común entre el poliamor y la prostitución son las relaciones sexuales, y no siempre, porque en el poliamor el sexo ni siquiera es un requisito indispensable. Con esto no quiero decir que la prostitución sea inadecuada, considero que si es ejercida en libertad, como una decisión personal, es tan respetable como cualquier trabajo. Pero ese es otro tema.

El amor trasciende ideologías, educación y escrúpulos. El poliamor es, sencillamente, otra manera de amar, una que invita a una vida abierta a las sonrisas y a múltiples posibilidades. Es como la libertad: es tan deliciosa que me encanta que los demás también la prueben.

Más de la autora: ¿Cómo es una mujer libre?

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.