Puebla sufre crisis de violencia feminicida y están lejos de poder frenarla

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El asesinato de la abogada y activista Cecilia Monzón -a quien le dispararon desde una motocicleta mientras manejaba el sábado 21 de mayo- conmocionó al estado de Puebla, pero es apenas la punta del iceberg en la entidad, pues el Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG), de la Ibero Puebla registra 25 posibles feminicidios más en lo que va de 2022.

Además, llama la atención que un gran número de casos de violencia feminicida y desapariciones suceden en la capital del estado que concentra 402 de los 867 casos de mujeres desaparecidas reportados históricamente por el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas al 20 de abril de 2022.

La antropóloga Tonalli Pérez nos explicó que existe un aspecto importante en la violencia contra mujeres en la capital de Puebla: el rango de edad de las mujeres desaparecidas está por debajo de los 18 años.

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Esto coincide con la migración estudiantil y laboral de mujeres desde otras entidades y de municipios de Puebla al ser su capital la que concentra la mayor oferta educativa y de trabajo, nos dijo Pérez, también directora del Análisis de Violencia de Género del Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (OVIGEM) -un programa del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del estado contra la violencia hacia mujeres en los medios.

Esto, a pesar de que el estado de Puebla tiene regiones con dinámicas sociales muy diversas con altos índices de violencia, como en el llamado Triángulo Rojo tomado por el crimen organizado de robo de combustible, delito que colateralmente afecta también a la seguridad de las mujeres, explicó la experta. 

“En el municipio de Puebla no hemos podido identificar las características propias del fenómeno de desaparición, lo que también implica desconocer la identidad de los responsables”, nos explicó la antropóloga.

Los casos siguen sumándose

El 10 de mayo la estudiante de enfermería Linda Valdés Hernández fue brutalmente asesinada a golpes por su pareja Carlos N. en Tehuacán. El joven quedó en libertad por falta de pruebas.

El 25 de mayo fue encontrada sin vida Fátima Elizabeth N. en el municipio de Zapotitlán Salinas. El 29 de mayo encontraron en el interior de una cisterna el cuerpo de Sandra Elizabeth Pérez Portillo, quien fue secuestrada en San Salvador Chachapa, Amozoc, Puebla a finales de abril pasado.

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El gobernador del estado, Miguel Barbosa, informó en conferencia de prensa que por el secuestro y homicidio de Sandra Elizabeth se encuentran detenidas ocho personas

Estos casos son solo algunos ejemplos de una lista que supera las dos decenas en tan solo los primeros cinco meses del año, de acuerdo con lo registrado por el Observatorio de la Ibero Puebla.

Los medios de comunicación minimizan la violencia contra las mujeres

A pesar de estos números, la información sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con corte a abril de 2022 solamente registra 7 posibles casos en Puebla en los que se abrió una carpeta de investigación o averiguación previa por feminicidio, lo que dejaría a los demás casos reportados en la impunidad o siendo parte de la cifra negra que en 2020 fue de 94.7% en el estado.

La antropóloga especializada en temas de género Tonalli Pérez nos habló de la necesidad de reconocer en el marco de los derechos humanos que el feminicidio es la máxima expresión  de la violencia contra las mujeres, que implica una compleja problemática de violencia  social y de género que en muchas ocasiones se relacionan como un suceso aislado, principalmente en el tratamiento que se le da en los medios de comunicación que cubren los hechos.

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La experta acusó que los medios de comunicación suelen aportar de manera negativa a la normalización de la violencia contra mujeres y niñas en el estado.

Este uso mediático de la violencia contra mujeres y niñas es lo que en OVIGEM llaman farandulización”, que hace referencia a la presentación de los casos de violencia “como si se tratara de una trama novelesca o de suspenso, con un lenguaje que se aproxima a la ficción; también se refiere a la presentación de datos exagerados y a la elaboración de conjeturas sobre aspectos de los que no se tiene certeza”.

El Seguimiento al Diagnóstico Feminicidio en Medios Digitales (2021) del OVIGEM indica que  durante el 2019 el 52% de los titulares de los 12 medios poblanos analizados presentó al feminicidio como un espectáculo, mientras que el 49% no dejó claro que se cometió un probable feminicidio.

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Además que el aspecto que más se destacó en los titulares es el “hallazgo de un cuerpo”; que el 53% de las imágenes utilizadas en notas sobre probables casos de feminicidio reproducen violencia, tanto de forma explícita como implícita y el 63% de las imágenes de la víctima sin vida contenían violencia explícita y en el 55% no hubo censura.

En el 6% de las imágenes el rostro del presunto culpable estaba sin difuminar, lo cual es una violación al Código Nacional de Procedimientos Penales y el 49% de las notas que abordaron el feminicidio contuvieron detalles innecesarios o que son morbosos.

Asimismo, el 31% de la información que se refiere a las víctimas contenía algún prejuicio o estereotipo de género y concluye que ninguna de las notas analizadas ofreció elementos suficientes para comprender el feminicidio como un problema social.

“La violencia feminicida no sólo consiste en privar de la vida a una mujer por el solo hecho de serlo, sino que debe ser entendida como el resultado de violencia continua que vive una mujer bajo un escenario previo y posterior de violencia desigual, patriarcal y machista”, explica el Diagnóstico del OVIGEM.
Bajo este contexto, los medios de comunicación ayudan a perpetuar la cultura machista, reproducen y refuerzan estos significados con su discurso y contribuyen a construir un imaginario que potencia el patriarcado, los estereotipos y los roles no igualitarios.

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