El reinado de la adolescencia

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Hay un cambio cultural muy importante que se ha venido gestando desde la década de 1960 y que tiene que ver con la influencia cada vez más grande que tienen los jóvenes en la sociedad.

En primer lugar, quizá habría que definir a quiénes consideramos jóvenes porque esta concepción también ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Si tomamos en cuenta por ejemplo, que en la Edad Media, las personas estaban listas para casarse y tener hijos a los 16 años y que su vida terminaba, salvo excepciones, alrededor de los 35 o 40 años, casi podemos decir que ese concepto de “juventud” no existía, es decir, las personas pasaban de la niñez a la adultez sin una etapa intermedia.

Esta situación, como sabemos, ha cambiado drásticamente, hoy es muy común que las personas decidan casarse y tener hijos después de los treinta años. Esto significa por una parte, el surgimiento del concepto de la adolescencia que es esa etapa intermedia entre la niñez y la adultez, pero también que la “juventud” como la conocemos ahora se prolonga por varias décadas.

Las implicaciones sociales y culturales de este fenómeno todavía son incipientes ya que, en términos de la historia de la humanidad el incremento en la esperanza de vida es muy reciente, data de apenas unas décadas.  Sin embargo, a pesar de ser incipientes son profundas.

Sin ir más lejos, hace algunas décadas, todos los estudios de mercado y la publicidad se enfocaban exclusivamente en la población adulta, es decir, aquella que estaba económicamente activa, incluso en muchos casos ignoraban a las mujeres porque en términos prácticos no eran consideradas adultas ya que no tenían independencia económica.

Sin embargo, hoy las cosas han cambiado por completo, un segmento importantísimo del mercado está integrado por niños y adolescentes aún cuando estos no tienen ingresos propios. 

Y no solamente se trata de que los niños y jóvenes ahora también sean un objetivo de la mercadotecnia sino que incluso, son ellos quienes influyen en los hábitos de consumo de las generaciones mayores.  

Al ser los principales usuarios de la tecnología, los niños y los adolescentes son quienes marcan la pauta en la nueva economía, de acuerdo con datos del Edelman Trust Barometer de 2022, la influencia de los adolescentes y los universitarios en los hábitos de consumo de los adultos es cada vez mayor.  58% de los consumidores señalan que han sido influidos por las generaciones más jóvenes sobre qué productos comprar, tal es el caso de las denominadas marcas “verdes”, es decir, aquellas que muestran un compromiso ambiental o social. 

Pero la influencia va más allá de los productos que compran, de acuerdo con este mismo estudio, 63% de los encuestados dicen que las generaciones más jóvenes los están influyendo en lo que tiene que ver con la cultura laboral.  La exigencia para que haya un mayor balance entre la vida personal y el trabajo, así como la posibilidad de trabajar de manera remota están profundamente influidas por los más jóvenes.  Lo interesante también es que incluso aquellos que no tienen hijos señalan que las opiniones de los jóvenes influyen en sus hábitos de consumo, su cultura laboral y sus patrones culturales.

De momento la influencia de la población más joven sobre la adulta se refleja en aspectos que aparentemente son poco relevantes como las compras, las preferencias musicales, etc. Sin embargo, es una realidad que las empresas y los políticos están buscando cada vez más ganarse a este segmento de la población debido precisamente al peso que sus opiniones tienen sobre los otros grupos y esto significa que va a llegar un momento en el que las decisiones políticas, sociales y económicas se configuren en función de los intereses y valores de personas que apenas han vivido un par de décadas.

Otro texto de la autora: La vida en los países latinoamericanos después del COVID

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