Tlahuelilpan: “solo era euforia por ir”

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¿Qué provocó la explosión en el ducto?

Pasaban las cinco de la tarde cuando un amigo fue a la tortería donde Ángel trabaja para avisarle que se estaba derramando gasolina. “Le pedí la camioneta al patrón, le dije que me dejara ir a llenar dos garrafones”, dice Ángel, pero no le dieron permiso, eso le salvó la vida.

Ángel cree que no fue la necesidad lo que movió a cientos esa tarde al campo de alfalfa donde un ducto de Pemex había sido perforado: “sólo era la euforia de querer ir”.

A dos días de la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, la cifra de muertos se elevó a 85.

Una de las personas que perdió la vida fue un amigo de Ángel, un carnicero de 25 años, de nombre era Misael. Lo reconocieron por los tatuajes, tenía tres: una virgen, el nombre de su hijo “Iker” y una pulsera en la muñeca.

Galilea, la esposa de Misael, llegó en la madrugada del sábado al lugar de la explosión. Después de identificar el cadáver tuvo una crisis nerviosa, por lo que fue auxiliada por las demás personas que estaban en el lugar.

Con diferente gravedad, 58 personas continúan internados en los hospitales Magdalena de las Salinas y el de Traumatología de Lomas Verdes, ambos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), además de los hospitales de Ixmiquilpan, Pachuca y Tula, según dio a conocer Jorge Alcocer, secretario de Salud del gobierno federal, durante la conferencia del domingo 20 de enero.

Para localizar a los familiares, el gobierno del estado de Hidalgo publicó y actualiza constantemente la información en su página oficial.

Buscar esperando no encontrar

Un centenar de habitantes de Tlahuelilpan y de comunidades cercanas llegaron al sitio de la explosión. Con lámparas buscaban entre los escombros, sin tocar nada, revisaban las credenciales, llaveros, teléfonos retorcidos. Miraban detenidamente los girones de ropa que estaban sobre el follaje. Todos y cada uno de ellos iban con la esperanza de que ninguno de esa decena de cuerpos carbonizados fuera su familia.

En el centro cultural de Tlahuelilpan se instalaron pantallas donde se publican nombres y señas particulares de las personas que siguen internadas en algún hospital, pero que ningún familiar ha ido a verlos.

Desde las primeras horas del sábado, vecinos de la zona salieron a dar comida y bebida a los que se encontraban en la zona: familiares de las víctimas, policías, militares, periodistas. A todos por igual.

La primera hipótesis de la Fiscalía General de la República apunta hacia la fricción de prendas sintéticas que pudieran haber provocado una chispa, la cual, al entrar en contacto con los gases hubiese detonado la explosión.


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