Las afectaciones a las generaciones de niñas, niños y adolescentes por el encierro

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Los niños no son la cara de esta pandemia, pero discretamente, han sido de los grupos de edad más afectados. Si bien, afortunadamente, se han librado en gran medida de los efectos directos en la salud de COVID-19, la pandemia está teniendo un efecto profundo en su bienestar. 

Los niños, las niñas y adolescentes se ven afectados, en particular, por los impactos socioeconómicos y, en algunos casos, por las medidas de mitigación que, sin darse cuenta, pueden hacer más daño que bien. Esta es una crisis universal y, para algunas infancias, el impacto será de por vida, según estudios de la UNICEF.

Al igual que otros aspectos, los efectos nocivos de esta pandemia no se distribuirán por igual. Se espera que sean los más dañinos para los niños en los países más pobres y para aquellos en situaciones ya desfavorecidas o vulnerables.

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Infancias y la COVID-19

Según la UNICEF, niñas, niños y adolescentes están sufriendo todo tipo de afectaciones para su futuro. La organización menciona que los más peligrosos son su seguridad, salud, pobreza y aprendizaje. 

Las medidas de confinamiento y refugio conllevan un mayor riesgo de que los niños sean testigos o sufran violencia y abuso dentro del hogar. También, la dependencia de los niños de las plataformas en línea para el aprendizaje a distancia ha aumentado su riesgo de exposición a contenido inapropiado para su edad y a depredadores en línea.

En cuanto a la salud, las dificultades económicas que han experimentado las familias podrían provocar problemas en la nutrición de las infancias. Según la UNICEF, se espera que la desnutrición sea de 368,5 millones de niños en 143 países que normalmente dependen de las comidas escolares como una fuente confiable.

Sin contar que se estima que entre 42 y 66 millones de niños podrían caer en la pobreza extrema como resultado de la crisis económica, lo que se suma a los 386 millones que ya se encontraban en la pobreza extrema en 2019.

Qué dicen las y los especialistas

Norma Rivera, psicopedagoga infantil y especialista en terapia conductual, nos dijo que  “algo mucho más común que antes es la irritabilidad al ambiente del hogar, falta de motivación a tareas y actividades que antes les parecía atractivas y aversión a la actividad física”.

Según la especialista, los aspectos interpersonales que se están viendo con mayor frecuencia son irritabilidad al ecosistema familiar y miedo al ambiente externo al hogar. 

Rivera nos comentó que la irritabilidad a familiares dentro de la casa se debe en parte porque las niñas, niños y adolescentes extrañan convivir con personas ajenas al hogar o porque se sienten limitados al número de actividades que pueden hacer dentro de la vivienda. 

Además, “muchas familias vivieron pérdidas o dentro del ecosistema del hogar vivía una persona mayor o vulnerable, el miedo a la enfermedad y al contagio fue un impacto importante en la seguridad de los niños sobre qué sienten respecto a salir de la casa”, agregó la especialista. 

Esto que nos comentó la psicóloga infantil va de la mano con los resultados de la encuesta que hizo la organización Save The Children, donde la mayoría de adolescentes e infantes dijeron que extrañaban a sus amigos.

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Lamentablemente la mayoría de las estimaciones en las afectaciones a la larga son estimaciones de otras regiones del mundo. 


Según datos de la UNICEF, América Latina y el Caribe es de las regiones que menos se ha dedicado a ver las repercusiones de la pandemia en los adolescentes e infantes.

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