Conflicto por el agua en Chihuahua podría costar las cosechas de 2020 y 2021

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Los campesinos y productores que habitan a los alrededores de la presa “La Boquilla”, en Chihuahua, viven en la incertidumbre por los recientes conflictos en la entidad.

Por un lado, el gobierno federal desea dar cumplimiento al Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y EU, en 1944, que involucra intercambio de grandes volúmenes de agua entre los países. Y por el otro, de hacerlo, se comprometería el agua que campesinos y agricultores necesitan para el ciclo de siembra en marzo de 2021. 

A lo anterior, todavía faltaría sumar la inseguridad en la zona, que podría agravarse tras la salida de la Guardia Nacional del territorio.

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Aunque los pobladores saben de la existencia del tratado, también están conscientes que enviar el agua “al otro lado”, también exponen que “la gente tiene hambre y las milpas están secas, entonces prefieren que el agua se quede en el país”, nos contó Ángel, habitante de la ciudad El Parral.

“Los sembradíos están a punto de perderse, por eso apoyamos que el agua de las presas se quede aquí”, nos cuenta Jimena, pareja de un agricultor de Guachochi, una población al sur de Chihuahua. 

“Lo principal es que no saben qué va a pasar con su patrimonio”, aclara Beatriz Pagés, directora de la revista Siempre, que ha participado en las manifestaciones y reuniones en Chihuahua, como parte de la iniciativa ciudadana llamada XMéxico.

¿Cómo empezó el conflicto del agua en Chihuahua?

Pobladores y agricultores tomaron la presa “La Boquilla” el 9 de septiembre, con el fin de impedir que las reservas de agua para el ciclo de siembra de marzo de 2021, fueran entregadas a los agricultores de Texas, Estados Unidos.

Como lo documentamos en esta nota, el gobierno federal envió a la Guardia Nacional para impedir la toma de la presa, la cual se enfrentó con los aproximadamente 5,000 agricultores y productores que participaban.

“La apreciación que tienen en el centro del país es incorrecta. No se trata de una deuda o de un pago, el tratado con Estados Unidos se trata de compartir”, nos dijo Raymundo Soto, ejidatario de Bachimba en el municipio de Rosales.

“El tratado establece que existen presas nacionales y presas internacionales. Nuestras presas son nacionales y para este tratado sólo se pueden utilizar los escurrimientos y los sobrantes, lo que almacenamos no, a ésas se les llama “aguas comprometidas” y el mismo tratado establece alternativas para no afectar a los agricultores”, explicó Raymundo Soto.

El lapso de entrega del agua a Estados Unidos es de 75 años y se mide por quinquenios. Cada cinco años México debería de dar 2,135 millones de metros cúbicos, estos, de acuerdo con el productor, son los que se deben de entregar con escurrimientos o agua que se acumule después del almacenamiento. 

“Vamos en el quinquenio 35 y hemos pagado 20 quinquenios de más”, dice Raymundo Soto, que afirma que este exceso de agua entregado es por culpa del gobierno federal.

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¿Qué dice el Tratado de Aguas de 1944?

El tratado explica que México se queda con dos tercios de la corriente principal del Río Bravo –que separa a México de Estados Unidos– y cede a Estados Unidos el resto, que no podrá ser menos de 432 millones de metros cúbicos anuales.

A cambio, Estados Unidos entrega a México 1,850 millones de metros cúbicos del Río Colorado, cada año, para los estados de Baja California y Sonora.

En caso de existir un conflicto, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) es la encargada de resolverlo y mediar entre los países. 

“Es un tratado que no fue nada fácil de negociar y en el que se tuvieron que hacer muchísimas proyecciones de ingeniería, porque define los límites entre los dos países y esta distribución de las aguas”, dijo Roberto Velasco, director general para América del Norte del gobierno de México a la BBC.

No sólo es Chihuahua

El conflicto por el agua en Chihuahua visibiliza los problemas en otros estados, explica Beatriz Pagés. Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León han manifestado problemas en distintos aspectos por la falta de agua o su mala administración.

“Los gobernadores de todos estos estados forman parte de la Alianza Federalista y algunos son panistas, por lo que no podemos descartar que el presidente (Andrés Manuel López Obrador), está utilizando el conflicto del agua para provocar un clima de confusión y de desestabilización de cara a las elecciones”, detalló Beatriz Pagés.

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¿Cómo se vive en Coahuila este conflicto?

“En realidad, en Coahuila el problema que tenemos es que muchos de los acuíferos son sobreconsecionados, es decir, que la Comisión Nacional del Agua hace más concesiones que las recargas que existen y a consecuencia de eso, muchos acuíferos están sobre explotados”, dijo Gloria Tobón, presidenta de la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo (AUAS)

La activista del agua más reconocida en el norte del país nos explicó, que a raíz de que no hay ríos grandes o más corrientes de agua que el Río Bravo y el Río Sabina en Coahuila, la sobreexplotación de las fuentes de agua que hay da lugar a que los niveles de arsénico en los pozos sea mayor.

“En Torreón el agua que se extrae de los pozos de la laguna tiene un alto contenido de arsénico, lo que ya ha producido cáncer en esa zona. En otros lados es que no hay suficiente agua para atender a la población”, detalló Gloria Tobón, doctora en Física por el Instituto Weizmann de Ciencias de Israel.  

El agua potable de Coahuila está privatizada desde hace 19 años, uno menos que la asociación a la que pertenece y explica que Aguas Barcelona (Agbar) ha realizado aumentos arbitrarios a las tarifas de agua de más de 250,000 usuarios y registra más de 100,000 cortes al año.

Aguas Barcelona es la empresa que se encarga, desde la ciudad de Saltillo, de administrar la distribución del agua en todo Coahuila. La filial a través de la cual lo hace es Aguas Saltillo y de acuerdo con la investigación de la organización PODER, publicada por Proceso, concentra denuncias en su contra por los mismos habitantes del estado, debido a aumentos irregulares de tarifa y cobros indebidos a más de 200 usuarios. 

Respecto a la posibilidad de unirse a la causa de Chihuahua y conformar un frente nacional para la defensa del agua, la activista explica que no lo han pensado, el problema de Chihuahua no es tan compartido por Coahuila, detalla.

“El problema del agua en Chihuahua se debe a las reservas de las presas, en Coahuila el conflicto es por la sobre explotación de los pozos y mantos acuíferos”, detalló la activista.

La última semana de septiembre, se reunirá la Comisión de Asuntos Hidráulicos en Chihuahua en “La Boquilla”, con los agricultores y autoridades del estado para encontrar un acuerdo.

¿La lucha por el agua será un tema que cada estado lleve a cabo de manera individual?

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