Alto riesgo para la población
En las primeras semanas de junio, los casos de dengue aumentaron casi el doble respecto a 2019, en medio de la pandemia por COVID-19, lo cual podría complicar el diagnóstico para las personas que padecen el virus del dengue
Por Scarlett Lindero
México está a punto de vivir una tormenta perfecta: el nuevo coronavirus, el dengue y la influenza. Tres virus que pondrán a prueba el sistema de salud del país y en riesgo a las vidas de las personas que los contraerán en los próximos meses.
La amenaza más cercana es el dengue, que se contagia por el piquete de un mosquito tropical en época de lluvias (de junio a octubre) y que, en 2019, cobró la vida de 191 personas en México, más del doble que en 2018, cuando se registraron 75 muertes.
Aunque la temporada de lluvias apenas empieza, ya se registran 4,045 casos en el país y 11 muertes, lo cual representa un riesgo epidemiológico que se suma a la actual crisis de COVID-19, pues las personas que contraigan ambos virus pueden desarrollar cuadros graves de fiebre. En los casos más graves, el dengue puede generar hemorragias.
“Una persona puede no presentar complicaciones respiratorias graves por COVID-19, pero si existe la presencia de una hemorragia desencadenada por el dengue, su sistema no lo soportaría y el diagnóstico puede ser más serio”, nos explica la doctora Rosa María del Ángel, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En Nayarit se registró la primera persona que contrajo COVID-19 y dengue hace unos días, según informó Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en la conferencia del 9 de junio. Sin embargo, reconoció que hay casos que aún no se han registrado a la Secretaría de Salud federal sobre las personas que están registrando ambos virus.
En Jalisco, por ejemplo, en 67% de los municipios donde hay casos registrados de COVID-19 ya se están reportando casos de dengue, de acuerdo con el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
Si bien aún no existe evidencia de cómo pueden comportarse ambos virus en una persona, pues es la primera vez que estamos frente a esta situación, sí hay un riesgo de que los diagnósticos puedan complicarse en los pacientes más graves, nos explica Alfonso Vallejos Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Otro de los riesgos de la presencia del dengue, en medio de la pandemia por el coronavirus, es que hay más probabilidad de contagios, pues la gente está más en sus casas por el confinamiento y este virus es doméstico: los mosquitos están en las piletas de las casas, en las cisternas y en otros recipientes donde las personas guardan agua, explica la investigadora del Cinvestav.
Además, mientras que en otros años han sido más visibles las campañas de prevención para el dengue, en este 2020 no se les ha visto. El Instituto Nacional de Salud Pública emitió una campaña conjunta para prevenir el COVID-19 y el dengue, del que solo ha emitido unos cuantos tuits. Mientras, la Secretaría de Salud federal sólo ha publicado un boletín en sus redes sociales.
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Virus distintos, síntomas similares
El reto también es mayor a la hora del diagnóstico, pues los síntomas de ambas enfermedades son similares: fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta y cansancio. Ninguno de los dos virus cuenta aún con vacuna que prevenga su propagación, explica Rosa María del Ángel.
El dengue, a diferencia del COVID-19, no se contagia de persona a persona, sino a través de las picaduras de los mosquitos. El número de contagios ha aumentado por el incremento de la población de estos insectos en toda América Latina, así como el aumento en la migración entre los países, dice Rosa María del Ángel.
El año pasado, los países de América reportaron 2.7 millones de casos por dengue (nuestro país tuvo 213,822 casos y la mayoría de casos, más de 2 millones, ocurrieron en Brasil), una cifra récord en la historia de la región, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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¿Cómo prevenir el dengue?
La Secretaría de Salud a dado a conocer las siguientes recomendaciones:
-Cubrir todos los recipientes en donde guardas el agua
-Voltear los recipientes que no utilices
-Tirar las llantas y cacharros (para que no se acumule agua ahí)
-Limpiar los tanques y piletas cada 10 días
-Cambiar el agua de los floreros cada tres días
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El otro reto: la influenza
Hugo López-Gatell también ha advertido que la combinación de influenza y coronavirus es el nuevo reto para el país, situación que será más grave en octubre, cuando se podrían elevar hasta 15% los casos de contagio grave por COVID-19.
“Con la influenza podrían presentarse rebrotes de COVID-19, y dado que se manifiestan de una manera semejante con un porcentaje muy grande del 80-85% de casos leves, pero 20-15% con casos graves, pudiera representar un reto adicional… Existe la posibilidad de que tengamos un regreso de COVID con una mayor intensidad”, según dijo el pasado 10 de mayo.
Y aunque los especialistas Rosa María del Ángel y Alfonso Vallejos señalan que a diferencia del dengue, sí hay una vacuna para prevenir y contrarrestar la influenza, en nuestro país sólo la mitad de la población tiene la posibilidad de vacunarse.
Por eso es que el sistema de salud y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tienen múltiples retos, pues no sólo habrá que salvar las vidas de los pacientes con COVID-19 y prevenir estos contagios, sino también atender a los pacientes que lleguen a los hospitales por las demás enfermedades.
