El 27 de marzo de 2023, 40 migrantes murieron en un incendio en Ciudad Juárez en lo que ha sido una de las peores tragedias de personas migrantes en México. Enseguida después de eso comenzaron a salir videos que mostraban cómo los guardias de seguridad habían dejado encerrados a los 67 migrantes privados de su libertad en la Estación Migratoria de Ciudad Juárez cuando comenzó el incendio.
“Suerte, güey” fue lo último que le dijo un guardia a Carlos, uno de los pocos sobrevivientes de este incendio.
Los videos, las imágenes y los testimonios de lo sucedido en Ciudad Juárez indignaron a la sociedad mexicana y a la comunidad internacional. ¿Quiénes eran los guardias?, ¿de quién era responsabilidad el centro?, ¿qué hacían estos hombres ahí encerrados? Y ¿por qué nadie los ayudó? Fueron las preguntas que flotaron por unas semanas en la discusión pública antes de que la siguiente tragedia sucediera y la atención de los mexicanos pasara del tema.
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Las estaciones migratorias son espacios donde se concentran y detienen a personas con un estatus migratorio irregular. Aunque su detención es administrativa y no penal, las personas que son llevadas a estos centros –la mayoría de las veces de forma arbitraria– se encuentran privados de libertad e incomunicados.
El problema de fondo es la percepción que se tiene sobre la migración. Actualmente este fenómeno se ve como algo que debe perseguirse y contenerse, nos explicó Norah Gallego, abogada en el área de solicitantes de asilo de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
Entre 2019 y 2022 la CMDPDH realizó una serie de visitas a seis estaciones migratorias a lo largo del país, para informe publicado el 25 de octubre de 2023 Caminos en pausa encontraron que las personas ahí están en “condiciones de detención que violan por sí mismas los estándares internacionales de derechos humanos”.
Detenciones arbitrarias y el uso de la fuerza
Si bien la detención de personas migrantes no debe exceder las 36 horas, la CMDPDH encontró casos de personas que llevaban meses privadas de la libertad en estos centros, muchas de ellas incomunicadas. La detención arbitraria de personas migrantes es “muy común” nos comentó Gallego. En estos centros se encuentran personas que incluso tienen constancias que reconocen su estatus de refugiado o personas que solicitan asilo.
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En la estación migratoria de Chetumal las personas detenidas reportaban haber sido reprimidas tanto por agentes de la policía, como por la Marina al interior de este centro que pertenece al Instituto Nacional de Migración.
La estación en Hermosillo fue visitada por abogados de la CMDPDH los días 12 y 13 de diciembre de 2019. Aquí las personas detenidas relataron su experiencia que incluía a personal de la Guardia Nacional participando en detenciones arbitrarias y actos de tortura. La madrugada del 12 de ese mes las personas que habían accedido a hablar con la CMDPDH fueron torturadas, por lo que el 13 de diciembre, narra el informe, muchas de las personas detenidas se negaron a hablar.
Condiciones de vida, servicios e infraestructura
El informe de la CMDPDH también identificó un problema de sobrepoblación en estos centros así como una gran falta de servicios básicos y condiciones dignas de vida. En Chetumal, por ejemplo, las personas migrantes al interior reportaron que recibían comida y agua en mal estado.
En San Luis Potosí la higiene del lugar era muy deficiente, las personas se encontraban encerradas la mayor parte del día, no había ventilación y no se permitía lavar sus cobijas ni prendas. En esta estación también encontraron que había menores de edad acompañados y sin acompañantes, algo prohibido.
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En Guadalupe, Nuevo León, se reportaban intoxicaciones, así como solicitudes de favores sexuales a cambio de agua, ya que no había acceso en las instalaciones.
Las violaciones a derechos humanos constantes y sistemáticas al interior de estos centros a cargo de la Secretaría de Gobernación alarmaron a la organización. Adicionalmente se encontró que muchas de las personas migrantes en estos centros se encuentran incomunicadas del exterior y quienes hablan algún idioma que no sea español no tienen acceso a traducciones, ni en sus comunicaciones, ni en los documentos que se les hace firmar.
La opacidad en la que se llevan a cabo estos procesos permite “la violación al debido proceso” y esto a su vez facilita “actos arbitrarios” que rompen con la ley pero quedan en la impunidad, nos comentó Gallego.
¿Para qué existen las estaciones migratorias?
Las estaciones le sirven al Estado Mexicano para no hacerse responsable por la “problemática estructural que implica cambios en el sistema”, nos dijo Norah Gallego. Es más fácil detener y criminalizar la migración en lugar de atacar los problemas estructurales que tiene detrás.
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Si bien existe una demanda por mejores condiciones en las estaciones migratorias y por respeto a los derechos humanos de las personas migrantes detenidas. El reclamo desde la sociedad civil va más allá de esto, los procesos migratorios deberían poder llevarse dentro de la legalidad y en libertad.
