Después de algunos años en los que las feministas fuimos absolutamente ignoradas, ahora parece que causamos demasiadas incomodidades. Solo hay que ponerse la etiqueta del feminismo para empezar a recibir insultos de algunos sectores, principalmente en redes sociales.
—Conseguir las reivindicaciones de las primeras feministas, las de inicios del siglo pasado que luchaban por el derecho al voto, la posibilidad de autonomía económica, tener una cuenta bancaria, tomó poco más de 60 años.
Durante mucho tiempo la mayoría de las sociedades ignoraron las reivindicaciones por los derechos de las mujeres que no pedían sino tener las mismas oportunidades que los hombres. De hecho, muchas veces estas feministas fueron ridiculizadas y consideradas peligrosas e inquietantes. Igual que sucede actualmente.
—En los últimos años, especialmente desde que comenzó el movimiento #MeToo, las voces feministas se han hecho escuchar con más fuerza en algunos sectores. Pero esta vez, mujeres de todas las edades e incluso hombres se han unido a la lucha por la igualdad de género.
Esto no ha estado exento de polarización, con algunos llamando a las feministas “feminazis”, haciendo una indebida comparación entre el movimiento feminista con los sucesos llevados a cabo durante el holocausto y criticando la lucha por los derechos de las mujeres.
Esto no es algo nuevo. Cuando las estructuras de poder se enfrentan a una amenaza para su estabilidad y dominio, tienden a reaccionar con violencia y resistencia. En el caso del patriarcado, ha sido el sistema de poder predominante durante muchos siglos, por lo que la idea de renunciar a su posición de poder causa una gran alarma.
Pero ¿Por qué estar en contra de los beneficios que busca el feminismo para todas las personas? Por ejemplo, respecto a la igualdad de derechos cuando una sociedad justa y equitativa es más sana y productiva.
A través de la educación y la promoción de referentes femeninos positivos, —el feminismo busca proporcionar herramientas para que las mujeres puedan decidir tanto en el ámbito público como privado, para que sean independientes, seguras de sí mismas y capaces de tomar decisiones que afectan sus propias vidas. Pero esto también beneficia a la sociedad, ya que las mujeres son un componente clave en la toma de decisiones y el desarrollo de políticas públicas.
El cambio cultural para transformar significativamente la manera en la que las mujeres son vistas y tratadas ha traido mayor sensibilización y rechazo social hacia la violencia y la discriminación basadas en el género. Y también la posibilidad para los hombres no deban ser siempre fuertes, ni ser los mejores proveedores, ni estar solos y poder expresarse y pedir ayuda, tal como les ha sido impuesto por patrones socioculturales. Dejar de ponerse en riesgo físico y de salud mental
En resumen, el feminismo es una lucha por la igualdad y la justicia, no solo para las mujeres, sino para todas las personas. Es irracional oponerse a sus objetivos y beneficios sociales.
La resistencia conservadora que vemos en la sociedad hoy en día es una señal de que los viejos sistemas de poder están luchando para sobrevivir. Pero la lucha de feministas por la igualdad es más fuerte que nunca y al final se impondrá.
Es solo cuestión de tiempo.
