En 2022 la economía informal aportó $24.4 de cada $100 pesos del Producto Interno Bruto (PIB), cuatro centavos más que el año anterior y $2.3 pesos más que en 2020. Entre tantas discusiones sobre una reforma laboral hacen falta propuestas y discusiones serias para mejorar las condiciones de la mayoría de los trabajadores mexicanos.
La tasa de informalidad en México ronda alrededor del 50% según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en el tercer trimestre de 2023 el 56% de los trabajadores son informales.
Entre quienes optan por la informalidad, quienes no tienen otra opción y quienes existen en ambos mercados, más de 32,000,000 de mexicanos son trabajadores informales. Este fenómeno se debe en parte a la falta de oportunidades, la improductividad de la economía mexicana y la debilidad del estado y sus instituciones.
Ante el fracaso del Estado Méxicano por cobijar a sus trabajadores con un sistema de seguridad social eficiente y justo, la política electoral ha llevado a parches en forma de programas sociales y nuevas instituciones cuya efectividad sigue sin demostrarse del todo.
La informalidad es una falla del Estado
Santiago Levy y Luis Felipe López-Calva explicaron recientemente en un artículo para Nexos en las últimas décadas, a pesar de que cada vez los mexicanos tienen mayor capital humano, la informalidad los mantiene ganando salarios muy similares a los que sus padres tenían antes que ellos.
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Con un mercado fragmentado y con pocas oportunidades para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), se mantiene estancada la productividad de México. Y a pesar de la estabilidad macroeconómica, ni las condiciones de vida de los trabajadores más pobres mejoran, ni el país crece como debería.
La formalización resulta muy cara y complicada para las PyMEs. Por mucho tiempo se creyó que si aumentaba el capital humano también lo haría la formalidad, esto no sucedió y solo disminuyó la productividad, lo que ha mantenido al PIB estancado.
El problema de fondo es que no se ha visto a la informalidad como el problema que es y que hay que cambiar, solo se ha aceptado como parte de la realidad del mercado de trabajo en México.
El ciclo entre informalidad y pobreza
La pandemia por COVID-19 dio un gran golpe a la economía mundial: miles de empleos se perdieron para nunca regresar. En México la recuperación ha sido sostenida, sin embargo, el mercado de trabajo cambió drásticamente. Cada vez las oportunidades se encuentran más en la informalidad.
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Estados como Puebla, Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen a más del 70% de su población trabajando en la informalidad; estos trabajadores no solo tienen menos derechos, también tienen menores salarios.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), por cada $100 pesos que un trabajador formal gana por sus labores, uno informal percibe sólo $55. Entre los trabajadores informales el 22% obtiene ingresos menores al valor de la canasta alimentaria, solo el 1% de los trabajadores formales pasa por esto.
Una reforma laboral para unos cuantos
Actualmente está sobre la mesa una propuesta de reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana. México es uno de los países de la OCDE que más tiempo dedica a trabajar, así como de los menos productivos.
Las y los mexicanos en promedio trabajan 2,128 horas al año cuando el promedio de la OCDE es de 1,726 horas al año. Esto quiere decir que al año la sociedad mexicana trabaja 412 horas o 51 jornadas de 8 horas más que el promedio de los trabajadores de la OCDE.
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Esta reforma constitucional pendiente ha recibido gran rechazo por parte de un sector de la comunidad empresarial, incluso se advirtió que una reforma de este tipo traería una crisis económica y de desempleo. A raíz de las negociaciones con este grupo se llegó al acuerdo de que la reforma se aplicará de manera paulatina, sin embargo, queda pendiente ver si esta logra pasar en ambas Cámaras así como en los estados.
Por otro lado, durante esta administración ha habido un esfuerzo claro por aumentar el salario mínimo que ha llegado a $248.93 pesos diarios. En la zona libre de la Frontera Norte este alcanza los $374.89 pesos diarios. México se ha convertido así en el país de América Latina con mayor aumento en el salario mínimo
Todos estos esfuerzos por mejorar las condiciones de las y los trabajadores mexicanos son importantes pero insuficientes, ya que solo tienen efecto sobre los trabajadores formales. Las y los trabajadores informales, que son también los más pobres, seguirán trabajando fuera de cualquier ley o regulación a su trabajo.
Por otro lado están los programas sociales, otra de las prioridades del gobierno actual. Como te contamos en esta nota, la inversión en estos programas es de las apuestas más grandes que ha hecho este gobierno. A pesar de que faltan estudios que los evalúan para comprobar el efecto directo que han tenido en los índices de pobreza, la realidad es que esta sí ha disminuido.
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Entre 2020 y 2022, casi nueve millones de personas salieron de la pobreza en México y 7.2 millones salieron de la pobreza extrema. Sin embargo, la población con carencias sociales, sin acceso a servicios de salud y con rezago educativo ha ido en aumento. El Estado Méxicano se ha esforzado por compensar los resultados del mismo sistema que este perpetúa, pero no es suficiente.
La falta de oportunidades, los salarios bajos y la informalidad previenen a millones de mexicanos de alcanzar todo su potencial. ¿Hasta cuándo se hará algo por cambiar de fondo este sistema
