Misoginia y estigmas persisten en cobertura periodística de desaparecidas

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“Mami, te amo mucho, yo estoy bien, recen mucho por mí y por esas muchachas, somos varias. Apenas tenga mi celular aquí, me comunico con usted. Perdóneme, mami, por todo, por todo, por todo”. Eso se escuchaba en la grabación dada a conocer el pasado viernes 12 de enero de 2024 en medios de comunicación y redes sociales.

Fue el principio de una amplia cobertura sobre la desaparición de nueve mujeres colombianas que habían viajado a Tabasco y según se reportó estaban secuestradas por el crimen organizado en lo que parecía ser una red de trata de personas. El consulado de Colombia en México interpuso la denuncia por la desaparición de las mujeres, formalizando la investigación.

En un país donde desaparecen 11 mujeres diariamente de acuerdo a ONU Mujeres y al Informe del OCNF, CDD y REDTDT al Comité CEDAW ante la evaluación intermedia al Estado mexicano y donde solo poco más de la tercera parte de las mujeres desaparecidas son localizadas, lamentablemente ya no sorprenden estas noticias.

Si bien ya han sido localizadas con vida, algo que llamó la atención de este caso fue la manera en que algunos medios de comunicación reportaron el suceso “Desaparecen 9 escorts colombianas tras fiesta privada en Tabasco” publicó Reporte Indigo; “Nueve escorts colombianas llevan una semana desaparecidas” comentaban renombrados periodistas en sus cuentas en X

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Lo que hizo que la noticia se volviera mediática, además de los titulares y comentarios estigmatizantes, fueron las fotos e imágenes sacadas de internet de las mujeres sin ropa, en ropa interior y poses provocativas, mostrando su cara y sin ninguna protección a su identidad, a pesar de vincularlas con grupos criminales o señalarlas como posibles víctimas de trata.

A ello se sumaron los comentarios en redes sociales de internautas dónde se ha replicado la violencia y revictimización a las mujeres llamándolas “prostitutas”, “mujeres fáciles” “zorras” además de comentarios como “eso les pasa por querer vida fácil”, “claro, pues con esas fotos como querían que les fuera”, “si son putas ya saben quienes pueden ser las que las desaparecieron”, además de críticas a su peso y sus características físicas.

Como esta cobertura de la nota han existido muchas otras en de los medios de comunicación, en donde las noticias sobre sucesos que les acontecen a mujeres se enfatiza sobre su cuerpo o sus características físicas y se juzga las actividades que se encontraban realizando al momento de los hechos como estar en una fiesta o salir sola de noche.

La misoginia en la cobertura de los medios de comunicación

La misoginia en los medios de comunicación no es algo nuevo y se refiere a la discriminación hacia las mujeres dentro del periodismo y las redes. Puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo la representación estereotipada de género, la objetivación de las mujeres, la trivialización de la violencia de género y la falta de equidad en la cobertura y oportunidades para mujeres en comparación con los hombres.

Algunos de los elementos importantes que inciden en este tema son la representación de roles tradicionales y estereotipados de género, que perpetúan expectativas limitantes para las mujeres además de cosificación de las mujeres por su apariencia física en lugar de valorar sus habilidades, logros o personalidad.

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La presentación de la violencia hacia las mujeres de una manera que la trivializa o normaliza, contribuye a la desensibilización del público ante estos problemas así como la ausencia de mujeres en roles importantes, tanto en la pantalla como detrás de cámaras, ayuda a la percepción de que ciertos campos o posiciones son exclusivos para hombres. Al igual que el uso de imágenes y mensajes publicitarios que refuerzan estereotipos de género, perpetúan desigualdades y violentan.

Todos estos elementos atribuyen a que las plataformas de medios sociales sean espacios donde se perpetúa la misoginia a través de comentarios, amenazas y acoso dirigidos a mujeres, como se vio en este caso específico de las mujeres desaparecidas en Tabasco.

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México en el Informe Violencia Digital contra las mujeres en la Ciudad de México menciona que el 40.3% de las mujeres víctimas de violencia digital enfrentaron insinuaciones o propuestas sexuales, 35.3% fueron contactadas mediante identidades falsas, y 33.9% recibieron mensajes ofensivos. Dejando claro que la violencia digital no solamente es ejercida por los medios de comunicación, sino también por las y los usuarios de las redes sociales.

Es importante destacar que la misoginia en los medios de comunicación no solo afecta a las mujeres, sino que también tiene un impacto en la sociedad en general, contribuyendo a la normalización de actitudes y comportamientos negativos que promueven la violencia. Para abordar este problema, es fundamental impulsar la igualdad entre mujeres y hombres, el respeto a todas las personas, fomentar una representación equitativa y desafiar activamente los estereotipos y prácticas discriminatorias en los medios de comunicación.El caso reciente de las mujeres colombianas desaparecidas en Tabasco nos deja claro que a pesar de las múltiples críticas, los cambios legislativos y la capacitación en lenguaje inclusivo en el periodismo que promueven muchas instituciones y empresas, la cosificación de las mujeres es un estereotipo difícil de erradicar.

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