Resistencia a los antibióticos, la siguiente “pandemia silenciosa”

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Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para prevenir y tratar infecciones bacterianas. El uso en exceso o frecuente -cuando no es necesario- de este tipo de fármacos ha generado que las bacterias cambien y se hagan más fuertes ante respuesta al uso de este tipo de medicinas.

La resistencia a los antibióticos se perfila como un tema de salud prioritario a nivel mundial ante la creciente mortalidad que produce. Según la revista científica Nature, especialistas afirman que para el año 2050 la resistencia causará 10,000,000 de muertes al año. 

Tanto científicos como especialistas concuerdan que el mundo necesita urgentemente cambiar la forma en que receta y usa los antibióticos. 

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¿Pandemia silenciosa?

Los últimos dos años se dio un aumento en las recetas de antibióticos por los síntomas relacionados con la COVID-19. Por ello, el año pasado se llevó a cabo la conferencia Uso indebido de antibióticos, podría disparar nueva crisis de salud de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde especialistas en medicina trataron el tema de la resistencia antimicrobiana que presentan las bacterias a los antibióticos.

Samuel Ponce, titular del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), detalló que más de la mitad de los antibióticos se recetan, distribuyen y venden de manera inadecuada en el mundo.

Agregó que es un problema donde participamos todos como sociedad “los pacientes, al exigirlos en las consultas y automedicarse; los médicos, quienes los recetan aun para enfermedades que no los necesitan; las farmacéuticas, al promover su compra, y las farmacias al venderlos de forma desmedida en consultorios anexos”, mencionó. 

Complicaciones con resistencia

La resistencia a las bacterias genera que otras enfermedades causen otras complicaciones. La revista Natureun medio de divulgación científica– ha seguido de cerca este problema. 

Algunos científicos concluyeron que el uso generalizado de antibióticos para infecciones causadas por bacterias ha provocado que las bacterias más “débiles” o menos dañinas desaparezcan y las que persisten son más resistentes a los antibióticos.

Por ejemplo, durante los momentos con contagios más frecuentes de la COVID-19, el uso generalizado de los antibióticos provocó que las bacterias intestinales en pacientes sean más resistentes a dichos medicamentos. 

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Crisis mundial 

Tan solo en Estados Unidos, las muertes por bacterias resistentes a los antibióticos, aumentaron un 15% entre 2019 y 2020. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país, los medicamentos que se distribuyen para combatir las infecciones bacterianas durante largas hospitalizaciones ha permitido que las bacterias evolucionen.

Las especies resistentes a los antibióticos pueden ingresar al cuerpo a través del torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de que los pacientes sufran infecciones secundarias.

Regular la venta inadecuada de antibióticos es urgente tanto en México como en el mundo. 

La resistencia a las bacterias es una de las mayores amenazas para la salud pública mundial, según la OMS. No sólo porque dificulta el tratamiento de algunas infecciones sino también porque amenaza la seguridad de una cirugía, quimioterapias y otros tratamientos.

Como dijo Ponce, titular de PUIS, “la resistencia ocurre dentro de nuestra casa, con nuestras decisiones, en la consulta médica y lo que consumimos”.

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