Al igual que Debanhi Escobar, la joven asesinada en Monterrey hace siete meses, Ariadna Fernanda salió a divertirse una noche y ya no volvió a su casa. Y aunque en este caso las personas presuntamente responsables del feminicidio están detenidas, todavía no se sabe lo que ocurrió con la joven de 27 años de edad.
Las similitudes entre ambos casos hablan de lo peligroso que es ser una mujer joven en un país en el que de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre enero y septiembre de este año 695 mujeres fueron víctimas de feminicidio, es decir, asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.
En lo que va de este año, junio fue el mes más letal para las mujeres, pues se registraron 91 feminicidios, la cifra más alta en lo que va de 2022. Aunque el delito alcanzó su punto más bajo en julio, con 58 casos, en agosto comenzó un repunte al registrarse 70 feminicidios y 78 más en septiembre, revelan datos del Secretariado.
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Justo ese mes se publicó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. El sondeo realizado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística reveló que 64.4% de la población de 18 años y más consideró que, en términos de delincuencia, vivir en su ciudad es inseguro. En el caso de las mujeres el porcentaje aumentaba a 70.5%.
Con este telón de fondo, el feminicidio de Ariadna Fernanda ha enredado a las fiscalías de Morelos y de la Ciudad de México en una lucha para intentar sostener sus peritajes y ha propiciado que el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, llamara a que todas las muertes violentas de mujeres sean investigadas como feminicidios.
La última noche de Ariadna
La tragedia de Ariadna Fernanda comenzó la noche del 30 de octubre. Ese mismo día, por la tarde, se reunió con Rautel, Vanessa y tres personas más que ya la esperaban en el restaurante Fisher’s de la Colonia Roma, a unos metros de la Glorieta de las Cibeles.
A Rautel y a Vanessa los conocía de su trabajo en el bar Sixtie’s, donde era hostess. Vanessa era una de sus compañeras, mientras que Rautel, un empresario dedicado a la seguridad privada y aduanera, era la pareja de su amiga y cliente asiduo del bar ubicado en la colonia Condesa.
Fer, como le decían sus amigas, llegó a las 18:00 horas, como consta en las cámaras de seguridad del Fisher’s. Poco más de una hora después el grupo abandonó el lugar y se dirigió al departamento de Rautel, ubicado a 1.8 kilómetros de ahí.
Cámaras de seguridad del edificio ubicado en el número 175 de Campeche registraron cuando el grupo llegó alrededor de las 19:17 horas. De la camioneta de Rautel descendieron seis personas que se dirigieron al departamento del empresario. En las imágenes se ve a Vanessa tomada del brazo de Ariadna.
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A las 19:45 horas tres de los invitados se retiraron y solamente se quedaron Vanessa, Rautel y Ariadna. El último rastro que se tiene de Ariadna ese día es su actividad en su teléfono celular, que cesó a las 19:55 horas.
Al siguiente día, alrededor de las 10:26 horas, el chofer de Rautel llegó al edificio en un vehículo blanco y abandonó el domicilio 15 minutos después. Una hora más tarde Rautel salió del departamento con el cuerpo de Ariadna Fernanda en sus hombros. Lo arrojó a su camioneta y la condujo hacia el sur de la Ciudad de México.
De acuerdo con la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, en ese momento Ariadna Fernanda aparentemente ya estaba muerta y su cuerpo presentaba rigor mortis.
La fabricación de una coartada
Ese mismo día, alrededor de las 17:00 horas, unos ciclistas que circulaban por la carretera La Pera-Cuautla, cerca de Tepoztlán, localizaron el cuerpo de Ariadna, dieron aviso a las autoridades y publicaron el hallazgo en redes sociales para tratar de identificar el cadáver.
Un día después, y al no saber nada de Ariadna, amigos y su roomate se ponen en contacto con Vanessa. Ella refiere que Ariadna abandonó el domicilio de Campeche 175 “entre 9 y 10” y que siempre pedía un taxi. Luego afirmó que la “seguridad de su novio le confirmó que tomó un taxi”. Ariadna estaba completamente ebria, según Vanessa.
A lo largo del día, Vanessa cambia el argumento y asegura que “Ariadna estaba muy triste porque se había peleado con su roomie”. Una vez más cambia su versión y dice que no sabe si al salir de su departamento se fue caminando o alguien la agarró, pudimos constatar con audios en poder de Cuestione.
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Para el 2 de noviembre pasado, Elizabeth, la roomie de Ariadna, y sus amigas Natalia y Sara, continúan buscando a la joven e insistiéndole a Vanessa que proporcione más información.
Para entonces, como reveló el diario El País en esta nota, el miedo comenzaba a apoderarse de Rautel y de Vanessa, quienes se pusieron de acuerdo para establecer una coartada que les permitiera evadir la justicia.
Conversaciones de WhatsApp eliminadas por Vanessa fueron recuperadas por peritos de la Fiscalía capitalina. En ellas, Vanessa y Rautel intercambian mensajes sobre Ariadna.
“Me da miedo todo esto”, le comenta Rautel a Vanessa, quien para entonces recibía llamadas constantes de las amigas de Ariadna para saber si tenía información sobre el paradero de la joven. “Está bien que cooperemos, pero con cuidado en los detalles”, aconseja Rautel a su novia.
En la versión que Vanessa y Rautel maquinaron, Ariadna había dejado el departamento la noche del 30 de octubre. En sus conversaciones, la pareja trata de ponerse de acuerdo sobre qué será mejor decir, si Ariadna Fernanda abordó un taxi público o un Uber. Como pudimos constatar, Vanessa manejó esas dos versiones indistintamente.
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Las conversaciones recuperadas por la Fiscalía muestran que Vanessa recibía información de los amigos de Ariadna para después compartirla con Rautel y afinar su versión de los hechos. Rautel era quien daba las instrucciones sobre lo que Vanessa tenía que responder a los insistentes amigos de Ariadna.
Así fue como se enteraron que los amigos de Ariadna Fernanda acudirían al Ministerio Público a interponer una denuncia por la desaparición de la joven.
La fatídica vida y muerte de Ariadna
“La vida de Ariadna fue breve y terrible. A pesar de que su vida parecía una cadena de infortunios, siempre tenía una sonrisa”, nos cuenta uno de sus amigos.
A Ariadna Fernanda su padre la rechazó desde que nació. El hombre tenía otra familia, sin embargo siguió manteniendo una relación con Armida, la madre de Ariadna, cuyo nombre llevaba tatuado la joven. Por esta razón, nos dicen, Ariadna Fernanda tuvo varios hermanos y medios hermanos.
Siendo todavía muy joven, Ariadna Fernanda interrumpió sus estudios de preparatoria porque tuvo un hijo, al cual no veía, pues vivía con el padre. Sin embargo, siempre colaboró con dinero para la manutención de su niño.
En 2017, su madre, Armida, murió víctima de cáncer de seno. Entonces Ariadna Fernanda intentó acercarse a su familia paterna, a sus medios hermanos, quienes la rechazaron y la corrieron de su casa. Ariadna se sumió en una fuerte depresión y se distanció de su familia, por lo que prácticamente vivía por cuenta propia.
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Apenas en agosto pasado fue víctima de violencia de género. Había comenzado una relación con un hombre australiano, con quien se fue a Los Cabos. Ari le comentaba a sus amigos que se iría a Australia con su novio, pero una noche el sujeto la golpeó y la mandó al hospital para después huir.
“A Ariadna siempre la dejaban. Había puesto recientemente un negocio de manicura y pestañas, pero se lo quitó su propia familia y la corrieron, para variar”, nos contó uno de sus amigos, quien la conocía desde hace al menos 7 años.
Sin embargo, Ariadna Fernanda siempre estaba de buen humor y era alegre. A ella le gustaban El Chavo del Ocho y los Doors, aunque odiaba a Los Beatles. Fanática del rock de los setenta, repetía una y otra vez el soundtrack de Guardianes de la Galaxia. Su gusto por el rock la llevó a trabajar en Hooters, el bar Cueva de Lobos, en la Zona Rosa, y el Sixtie’s, donde conoció a Vanessa y a Rautel, las dos últimas personas que presuntamente la vieron con vida.
Fue la tarde del 2 de noviembre cuando esos familiares que rechazaron a Ariadna Fernanda identificaron su cadáver en pleno Día de Muertos. Un hermano, que de acuerdo con personas que conocieron a Ariada Fernanda nunca se ocupó de ella, la reconoció sobre la fría plancha de un anfiteatro en Morelos.
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Para entonces,Vanessa y Rautel afinaban la versión que darían a la Fiscalía de Morelos, que fue la que se difundió en redes sociales: Ariadna había salido sola, en completo estado de ebriedad y tomó taxi.
Un día después, la pareja, Elizabeth y Sara, dos de las amigas de Ariadna que se comprometieron con su búsqueda, acudieron a Morelos para rendir sus declaraciones. Vanessa y Rautel repitieron lo acordado. De acuerdo con testigos, las autoridades los dejaron marcharse sin mayores contratiempos. Para Elizabeth y Sara la historia fue distinta. Personal de la Fiscalía de Morelos les retuvo sus teléfonos celulares, amenazándolas con encerrarlas si no los dejaban para su revisión.
Por la noche, el cuerpo de Ariadna estaba de vuelta en la Ciudad de México para sus servicios fúnebres. Al lugar llegaron Vanessa y Rautel, quien ante medios de comunicación vuelve a insistir: “Ella se fue sola”.
Durante el velorio, los familiares dijeron que no emprenderán ninguna acción judicial y pedirán que se cierre el caso.
Diferentes versiones de un mismo hecho
El 4 de noviembre, el mismo día que el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, anunció que la causa de muerte de Ariadna Fernanda fue broncoaspiración por intoxicación alcohólica, la Fiscalía de la Ciudad de México atrajo el caso y comenzó a realizar una necropsia al cuerpo de la joven.
El argumento de la FGJ de la Ciudad de México es que el crimen que le quitó la vida a Adriana se cometió en la capital, por lo que las autoridades locales estaban facultadas para realizar investigaciones.
Como parte de la indagatoria, elementos de la Fiscalía allanaron un domicilio de Rautel ubicado en Sonora 210, a unos metros del bar Sixtie’s. Un día después, el 6 de noviembre, autoridades capitalinas capturaron a Vanessa, en Ecatepec. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum hizo el anuncio en su cuenta de Twitter y señaló a la joven como copartícipe del asesinato de Ariadna Fernanda.
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Ese mismo día, en un mensaje a medios, la Fiscal General de Justicia de la CDMX, Ernestina Godoy, dio a conocer los resultados de la segunda autopsia de Ariadna Fernanda. De acuerdo con los peritajes de la Fiscalía capitalina, la causa de muerte fue trauma múltiple. Godoy señaló que el homicidio de Ariadna Fernanda fue un feminicidio, pues su cuerpo tenía varias lesiones que le ocasionaron la muerte. La fiscal detalló que tras realizar un cateo en el departamento de Rautel, el cual había sido limpiado previamente, se encontró presencia de sangre en el piso de la sala y en un cojín, así como en la recámara.
Un día después, Rautel se entrega. El empresario estaba en la ciudad de Monterrey y fue trasladado de vuelta a la Ciudad de México, donde fue ingresado a prisión.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, en una inusual conferencia de prensa, acusó al Fiscal morelense de haber realizado una investigación desaseada y encubridora, y presentó los videos captados por las cámaras del inmueble de Campeche 175. En ellos se ve a Rautel cargando el cuerpo inconsciente de Ariadna para meterlo en su camioneta.
Días después Sheinbaum afirmaría que de no haber sido por la Fiscalía de la capital el feminicidio de Ariadna seguiría impune.
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Sin embargo, documentos de la Fiscalía de Morelos publicados este 10 de noviembre revelan que desde que encontraron el cuerpo de Ariadna Fernanda, autoridades estatales comenzaron a investigar el caso como un feminicidio.
Más aún, la encargada del Servicio Médico Forense del estado de Morelos, Jazmín Herrera Soto, defendió las conclusiones de la investigación realizada por la Fiscalía del estado: Ariadna Fernanda murió por broncoaspiración por intoxicación alcohólica.
La experta incluso explicó en conferencia de prensa que el término de “trauma múltiple” utilizado por la Fiscalía capitalina resultaba amplio y ambiguo. Además señaló que si bien el cuerpo de Ariadna Fernanda presentaba lesiones, ninguna de ellas provocó fracturas o lesiones internas que pudieran haberle ocasionado la muerte.
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Sobre las escoriaciones que presentaba el cuerpo, la titular del Semefo de Morelos dijo que estas fueron realizadas post mortem, es decir, Ariadna Fernanda ya estaba muerta cuando ocurrieron y eran resultado de haber estado expuesto a la intemperie, pues hormigas comenzaron a comérselo.
Hasta ahora ocurre lo mismo que pasó con Debanhi: hay muchas versiones, pero no se sabe qué fue lo que realmente aconteció la noche del 30 de octubre, la última noche que Ariadna Fernanda estuvo viva.
