Moverse en la CDMX: horas y horas perdidas en el tráfico

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Montse se levanta diariamente a las 4 de la mañana. Ella vive en el municipio de Tultitlán, Estado de México, razón por la cual tiene que hacer esto para poder desayunar y llegar, antes de las 7 am. a su trabajo, en el centro histórico de la Ciudad de México.

En su odisea diaria, que dura en promedio casi dos horas -solamente de ida-, tiene que tomar una combi, el tren suburbano y el metro, lidiando, además, con la posibilidad de ser víctima de alguno de los delitos que, cada vez más, se presentan en el transporte público. 

Al igual que ella, millones de personas tienen que trasladarse grandes distancias para poder trabajar o estudiar, sacrificando mucho tiempo en el tráfico, cada día. 

No en balde, nuestra ciudad ocupó el noveno lugar, a nivel mundial, del ranking Global Traffic Scorecard 2018

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En Cuestione nos dimos a la tarea de analizar los datos para saber cuánto tiempo ocupamos los habitantes de la capital en transportarnos a nuestro trabajo. 

Horas, días, meses y años perdidos en el automóvil

Imagina tener casi dos horas al día para convivir con tu familia, hacer ejercicio, aprender algo nuevo o realizar las actividades que más te gustan. Ahora piensa qué harías si tuvieras un día extra a la semana para descansar.

Si lo vemos en un mes, cómo te sonaría tener casi una semana libre, o en un año, tener dos meses y medio para hacer lo que tu quieras. 

Si las personas que transitan en la CDMX no perdiéramos tanto tiempo trasladándonos en nuestros vehículos, a lo largo de toda nuestra vida laboral (de 18 a 65 años), podríamos disfrutar de 10 años haciendo otra cosa que no sea estar detenidos en embotellamientos.

Para obtener estas cifras, analizamos la Encuesta Origen Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México 2017 (EOD) en del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) -que indaga sobre los medios de traslado que utilizan, así como el tiempo que invierten las personas en la zona metropolitana- y encontramos que al día los capitalinos que viajan en vehículo particular dedican, en promedio, 49 minutos en el traslado del hogar al trabajo y 52 minutos en el viaje de regreso. 

No todo son coches

Fuimos más a fondo y analizamos las EOD de 1994 y 2017, y encontramos que durante 23 años ha disminuido el uso del transporte público para ir del hogar al trabajo: en 1994, 73.5% del total de los viajes se hacían en transporte público; en 2017, 65%, una disminución de 10%.

En cambio, los viajes en transporte privado aumentaron 20.7%, de 24.5 a casi 31%. 

Por otro lado, en el mismo periodo de tiempo, el uso de la bicicleta aumentó 63.3% pasando de 1.1% en 1994 a 3% en 2017.

No hay transporte público de calidad

Xavier Treviño, coordinador de Céntrico -organización que promueve la movilidad sustentable- afirma que “para garantizar el derecho a la movilidad, en una ciudad, se requiere cumplir con tres aspectos (en transporte púbico): amplia cobertura, un costo asequible y calidad”.

Si consideramos que perdemos mucho tiempo en trasladarnos de un lugar a otro, que es incómodo ir en transporte público, además de inseguro, entonces el gobierno capitalino no está garantizando nuestro derecho a la movilidad.

Pero la realidad, de acuerdo a Treviño, es que “no existe transporte público de calidad sin subsidio” y el problema es que “en México se opera con un modelo del siglo XX y no está funcionando, se necesita cobrar impuestos, pero el gobierno necesita cambiar el discurso”.

Es decir que “no ha habido gobierno que ofrezca movilidad de calidad a cambio de que la gente pague por ello, pues los mexicanos no lo ven normal, no están acostumbrados”. 

¿Qué debería hacer el gobierno?

Xavier Treviño pone de ejemplo a ciudades como Londres, donde desde hace poco se cobra por ingresar en auto al centro de la ciudad, lo que beneficia al medio ambiente y contribuye al presupuesto para un transporte público de calidad.

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Xavier Treviño recomienda que “se desincentive el uso del automóvil, por ejemplo, elevando los costos de la gasolina o de la licencia” y con ello se invierta en tecnología para un mejor transporte público. 

Recordemos que el 65.9% de los viajes que se realizan en la Zona Metropolitana del Valle de México son realizados en transporte público, de acuerdo a la última EOD del INEGI.

Si bien han surgido otras opciones para trasladarte, como los monopatines, más empresas con el servicio de renta de bicicletas o motocicletas, no son suficiente para contar con transporte de calidad.

Plan a corto plazo

La actual administración presentó un nuevo plan de movilidad 2019 con estrategias de movilidad urbana en el que se prioriza tres ejes: integrar, mejorar y proteger.

El problema es que es un plan a corto plazo y hasta el momento no se ha dado a conocer otro que integre acciones a mediano y largo plazo.

¿Qué sigue?

Estamos a la espera de que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México,  presente los proyectos sobre un trolebús elevado en Ermita Iztapalapa, otro en Ignacio Zaragoza y una nueva línea del metro de La Paz a Chalco, así como sus beneficios e implicaciones.

En nuestra próxima entrega analizaremos los datos sobre violencia e inseguridad en el transporte público de la Ciudad de México y verificaremos si la actual administración cuenta con un plan para resolver estos problemas.

¿Mejorará la movilidad de la capital con el nuevo plan capitalino? ¿Seguirá aumentando el uso del transporte privado y con ello la contaminación del aire?  

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