La Ciudad de México le apuesta a una nueva forma de pensar el combate a la violencia, se llama: “Alto al fuego”

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A diferencia del resto del país, donde la violencia ha ido a la alza en los últimos años, la Ciudad de México es cada vez más segura. El gobierno de Claudia Sheinbaum ha logrado reducir significativamente la tasa de homicidios en los últimos años. 

Con el Secretario Omar Garcia Harfuch al frente, la Secretaria de Seguridad Ciudadana ha formulado una estrategia general de seguridad pública enfocada en la cooperación entre agencias y la profesionalización de los agentes de seguridad. 

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Pablo Vázquez, Subsecretario de Participación Ciudadana y Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, nos cuenta sobre “Alto al fuego” la estrategia para reducir los homicidios con armas de fuego en Álvaro Obregón. 

“Alto al Fuego” más que un programa es una nueva forma de pensar y trabajar temas de seguridad nos comenta Pablo Vázquez.

Alto al fuego

En 1996 en Boston se puso en marcha un programa conocido como “Operation Ceasefire” (Operación Alto al fuego) el cual estaba enfocado a reducir la violencia de pandillas y la violencia con armas de fuego. “Operation Ceasefire” partía de las estrategias de disuasión focalizada de David M. Kennedy y fue muy eficaz en reducir el crimen en Boston. La metodología fue replicada y adaptada en ciudades como Oakland, California, donde también dio resultados importantes. 

Pablo Vazquez nos cuenta que desde hace mucho tiempo se había pensado traer esta metodología a la Ciudad de México para combatir la violencia con armas de fuego en contextos urbanos, pero no fue hasta 2019 que esto fue posible gracias a la estrategia general para reducir la violencia del nuevo gobierno. 

Plateros

Plateros, Álvaro Obregón, nos comentó el subsecretario, fue elegido para emprender el modelo piloto del programa “Alto al fuego” en la Ciudad de México ya que tenía las características correctas para aplicar la estrategia: había niveles altos y constantes en el tiempo de violencia con armas de fuego la cual era generada de manera colectiva. 

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El subsecretario Pablo Vázquez nos explicó que contrario a lo que usualmente se cree, las personas generadoras de violencia son una minoría incluso en las comunidades más violentas.

 En Plateros eran menos del 1% los agentes que los dos años previos al programa generaban la mayoría de la violencia en la comunidad, así mismo nos explicó el subsecretario que incluso en los grupos que generaban violencia eran una minoría de los integrantes quienes la ejercían. 

Estudiar la violencia

El conocimiento sobre esto se obtiene por medio de inteligencia, no necesariamente de carpetas de investigación, pero el subsecretario nos garantizó que sus análisis respetaban siempre el principio de presunción de inocencia y la inteligencia se utiliza solo para mapear las redes y entender las dinámicas del territorio. 

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Las estrategias de disuasión focalizada, como lo dice su nombre, tienen como prioridad prevenir la violencia y disuadir a agentes generadores de violencia, o quienes potencialmente podrían serlo, de ejercerla. 

Explica Pablo Vázquez que “las dinámicas colectivas tienen que ver en el proceso de toma de decisiones de quienes ejercen violencia”. Por lo que entender cómo funcionan los grupos familiares, vecinales, criminales, etc. Es fundamental para prevenir violencia ya que permite un uso más eficiente de los recursos. Esto es lo que hace alto al fuego. 

Ciclos de violencia

Contrario a lo que muchas veces se piensa, no hay “territorios violentos”. Pablo Vázquez no dice que “el territorio es violento porque ciertas personas que conviven en ese territorio son violentas” y no entender esto es lo que lleva a estigmatizar zonas y personas. 

Pablo Vázquez nos explicó que “casi no hay un predictor más grande de violencia que pertenecer a un colectivo que la ha sufrido”. Un homicidio no siempre es solo uno, la violencia genera más violencia.  

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Alto al fuego “busca interrumpir dinámicas de violencia” presentando, a quienes son más propensos a caer en círculos de venganzas, las herramientas para que tomen mejores decisiones y se rompan estos ciclos. 

¿Resultados?

El programa está diseñado específicamente para reducir la violencia colectiva con armas de fuego. De 2019 a la fecha la tasa de homicidios con arma de fuego en la alcaldía Álvaro Obregón ha disminuido en más de la mitad

El subsecretario nos aclaró que si bien la violencia ha disminuido en Plateros, también lo ha hecho en el resto de la ciudad y que todavía es muy pronto para saber la totalidad del impacto del programa. Sin embargo, asegura: “no hemos pasado inadvertido”. 

Cooperación

Uno de los problemas más recurrentes en la seguridad pública en México es la falta de cooperación entre agencias. El subsecretario Pablo Vázquez nos aclaró que “Alto al fuego” ha sido posible gracias a que en la Ciudad de México existe un “paraguas de coordinación” y este no solo cubre este programa, sino toda la estrategia general de seguridad pública de la ciudad. 

El subsecretario hizo hincapié en el impacto positivo de la decisión de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum de darle facultades de investigación a la policía y la cooperación que se ha dado en los últimos años entre fiscalías y policías. Dos hechos que para Vázquez han sido claves para el funcionamiento de “Alto al fuego”.

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Finalmente explica Pablo Vázquez que “Alto al Fuego”, más que un programa concreto es “una forma de trabajar de las instituciones”. La metodología del programa les da a las instituciones  las herramientas para trabajar de manera conjunta para atacar las causas de los problemas y no solo los síntomas. 

El futuro de la seguridad pública

El subsecretario nos comenta que actualmente Cuautepec se encuentra en la etapa de análisis de “Alto al fuego”, pero la intención es que la estrategia se replique en todos los lugares de la ciudad (y posiblemente el país) cuya violencia cumpla con las características que requiere el programa. 

El subsecretario aclaró que él no cree que la nueva reforma constitucional sobre la Guardia Nacional vaya a afectar programas como este ya que las labores de las fuerzas armadas y las de la policía son diferentes. 

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Sin embargo, el futuro de la seguridad pública es incierto en este país y todavía es muy pronto para saber el alcance que las fuerzas armadas llegarán a tener en materia de seguridad pública. 

Más allá de “Alto al fuego” la Ciudad de México ha hecho una apuesta por profesionalizar y coordinar las instituciones encargadas de la seguridad pública. Otra historia sería si a nivel nacional se intentara lo mismo.

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