En este museo, las piezas en exhibición se mueven; algunas tienen patas, cientos de ellas, otras prefieren arrastrarse por el suelo. Algunas, incluso, son venenosas y otras podrían romperle las castillas a alguien con un abrazo. Pero todas están vivas.
El gobernador de Morelos promovió y participó en una misa a la Virgen de Guadalupe, en el Palacio de Gobierno de Morelos, y una organización lo denuncia por no separar la religión del ejercicio público.