¿Cuánto tiempo tienes?

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Sonríe, disfruta más…

Más común que alegar sobre el clima – independiente de cual sea – me llama la atención de cómo todos  alegamos sobre la falta de tiempo. Y sé que hay miles de investigaciones que dice que el mundo efectivamente está girando más rápido y 24 horas ya no tienen 24 horas… Infelizmente, no creo que hay mucho que podemos hacer para cambiar eso. Y seamos honestos: No podemos responsabilizar unos minutos a menos por día como la explicación de la angustia latente del: “No tengo tiempo”.

Y parece que cuanta más tecnología se inventa para ahorrar tiempo, menos tiempo tenemos.

Podría hablar de las redes sociales, de los trabajos demandantes, pero todo lo que puede hacernos perder tiempo, siempre se inicia por algo llamado elección. Entonces, antes de que aleguemos una vez más sobre como enero pasó volando… necesito que empecemos a tener consciente de que perder tiempo – mas que algo cientifico, divino, tecnológico – es una elección diaria. Y para que no pierdas más tiempo leyendo esta columna, te digo:

Es tiempo de salir del celular y preparar un queque para visitar aquella amiga que hace un año que te dice: “Te extraño! ¡Veámonos cuando tengas tiempo!”

Es tiempo de dejar de fruncir la frente con aquel problema de la oficina e invitar tu hijo al parque, a un nuevo juego a un picnic. No lo mismo de siempre. ¡Inventa algo!

Es tiempo de cambiar la televisión por el teatro. El mensaje de texto por la llamada telefónica.  Es tiempo de reírse fuerte en el medio de la calle (y reírse aún más fuerte cuando la gente te mire feo por eso). Es tiempo de preparar una cena rica sólo para ti, con una copa de vino… (Sí, abrir la botella entera, solamente por una copa. Tú lo vales).

Es tiempo de decir lo que piensas, aunque que esto no sea lo que tus amigos quieran escuchar. Sé honesto con quien amas y déjalos elegir si desean ser honestos de vuelta.  

Es tiempo de no buscar amor. ¡No! Ni aprobación. Es tiempo de estar feliz con quien eres y tomarte en tus propios brazos cuando lo necesites.

¡Y sí, es tiempo de amarse! No apenas cuando te hagan un elogio, o cuando consigas la promoción en el empleo, o cuando alguien te diga que te ama. Es tiempo de amarte por tus propios ojos. Sin evento o maquillaje. Sin motivo. Sin platea o selfie.  Es tiempo de amarse con tranquilidad y constancia.

Es tiempo de construir más tiempo para lo que quieres dejar en este planeta, sea un libro, una empresa, un hijo.  Es tiempo de alimentarse de manera sana: con comidas menos procesadas. Con pensamientos menos pesimistas. Con sentimientos más honestos. Es tiempo de no ahorrar ninguna demostración de afecto.

Es tiempo de no perder tiempo reclamando de cosas que no haces nada para cambiar. Es tiempo de no perder tiempo hablando de personas. Es tiempo de hablar sobre ideas. Es tiempo de sonreír a desconocidos en la calle.  (No vale solamente hacerlo con niños y perros).

Es tiempo de tomar menos y hacer más brindis.

Es tiempo de ser agradecido por todo lo que viviste. Todo.

Es tiempo de dejar de ser agente pasivo de tu propia vida y también renunciar a todo lo que te envenena.

Es tiempo de abrazar apretado. ¡Por favor, es urgente!

Es tiempo de respirar profundo, tener conversaciones profundas, crear vínculos profundos.

Es tiempo de huir de lo que no crea raíz, ni flor. Es ahora.

¿Qué harás con tu tiempo?

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