Debate entre pandemia y economía

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Existe un debate mundial sobre la mejor estrategia para administrar y frenar la pandemia de Coronavirus. Una estrategia implica permitir crecer la curva de infectados, mientras la otra estrategia intenta aplanar la curva lo más posible. Cada una tiene implicaciones sanitarias y económicas para los países.

Que crezca la curva de infectados implica permitir la circulación a los ciudadanos para atender sus actividades productivas, sin cuarentena. Se corre el riesgo de infectados en gran escala, bajo la suposición darwiniana de que los fuertes se recuperarán aunque los débiles probablemente no. 

Según ésta estrategia, menos personas verán sus vidas destruidas después de terminada la pandemia a pesar de muertes, porque sería peor la destrucción económica que vendría, con peores consecuencias para la sociedad a largo plazo.

La idea de aplanar la curva se logrará instaurando un régimen general de cuarentena y distancia social en la sociedad, frenando así casi toda la actividad económica del país, por un tiempo indeterminado, aunque Wuhan es una experiencia que habla de entre tres y cuatro meses

Esta estrategia busca reducir al máximo el número de contagios, distribuyéndolos en el tiempo, procurando no sobrecargar los servicios sanitarios nacionales, como sí sucede en el caso de la no-cuarentena.

Gran Bretaña intentó la primera estrategia y, abruptamente, giró hacia la segunda, implantando la cuarentena en todo el país. Estados Unidos se resistió, y sigue resistiendo, la cuarentena, aunque algunos estados ya instauraron ese sistema y prohibieron algunos vuelos internacionales. 

El presidente Trump, ansioso por abrir la actividad económica, anunció que abrirá la economía al término de Domingo de Pascua (12 de abril), a pesar de que los infectados y muertes se acumulan aceleradamente por día. 

México se ha resistido al cierre económico, lo que explica porque gran parte de los cierres son por acción de la ciudadanía, más que por la autoridad, que sigue titubeando entre control de pandemia y actividad económica. 

Su situación es nada envidiable: el gobierno desmontó el sistema de salud, no hay seguro de desempleo, ya venía recesión económica y se niega al alivio fiscal a las empresas

El Wall Street Journal se ha convertido en el vocero de la estrategia de Trump de priorizar la economía sobre el combate a la pandemia. En cinco artículos distintos publicados hoy insisten en que la tasa de mortalidad está “tremendamente” exagerada, mientras otros explicaban que es necesario mandar a sus casas los casos sin solución, para no ocupar innecesariamente camas de hospital cuando otros tienen más posibilidades de sobrevivir. Otro más, Holman Jenkins, explicó que la vida de una persona productiva y próspera es más valiosa que la de una persona sin esas “virtudes”. 

Gana fuerza en algunos círculos la convicción de que la amenaza económica es más grave que la pandemia. Por tanto, sopesan hacer un balance de pesos y centavos entre cuántos morirán con la pandemia y cuántos sufrirán, o morirán de hambre, con una crisis económica prolongada. 

Pero se niegan a ver que las dos crisis van tomados de la mano.    

ricardopascoe@hotmail.com

@rpascoep

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