Los derechos humanos son de los humanos, no de los poderes

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Los derechos humanos son un límite al poder público. Representan, entre otras cosas, una muralla de contención a los excesos y los abusos que se cometen desde el poder público en contra de las personas. No te pueden meter a la cárcel sin un juicio previo, porque tienes derecho a la justicia y a la libertad.

¿Pero qué pasa cuando desde el poder público se pretende hacer uso de un derecho humano que le corresponde a las personas, no a los poderes? Por ejemplo: ¿El Poder Ejecutivo o el Judicial o el Legislativo pueden decir lo que quieran, argumentando que están en ejercicio de su libertad de expresión?

¿Los poderes públicos tienen derechos humanos o sólo están obligados a protegerlos? Una de las obligaciones de todo poder público, establecida en el artículo 1 de la Constitución, es promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Pero los poderes políticos no gozan de esos derechos.

Dicho de otra manera: los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no podrían argumentar libertad de expresión para manifestar, desde la posición de poder que la Constitución les otorga, sus preferencias políticas por “x” o “y” (con independencia de que cada una de las y los ministros puedan votar políticamente por quien ellas y ellos quieran).

Con el Poder Legislativo y el Ejecutivo es igual, sin importar que se haya normalizado escuchar al presidente Andrés Manuel López Obrador argumentar una (inexistente) libertad de expresión, para decir cualquier cosa que desea. Los poderes políticos no tienen derechos humanos y por lo tanto no tienen libertad de expresión.

Los poderes políticos no tienen derechos humanos porque:

1) No están en una condición de igualdad respecto de los demás. Ellos tienen acceso a instrumentos de gobierno, que los y las ciudadanas no tienen. Por ejemplo en el caso del titular del Ejecutivo: ser el comandante supremo de las Fuerzas Armadas.

2) El poder político existe solo para el servicio de los y las ciudadanas, no como un ente que goza de una voluntad autónoma a la que deban de protegerse sus derechos.

3) La razón de ser de los derechos humanos es marcar límites justamente a los poderes políticos, pero no ser la justificación de abusos desde el poder.

4) El ejercicio de los derechos humanos entre ciudadanos implica la tolerancia de unos respecto de otros, pero el ejercicio de (supuestos) derechos humanos por parte de los poderes políticos implica una real e inmediata limitación de los derechos humanos de las personas.

Las sociedades democráticas deciden darle poder político a una minoría, para que ésta pueda administrar los recursos de todas y todos de una mejor manera, desde una plataforma de poder político, poniendo por encima de los deseos de unos cuantos las necesidades de la mayoría, sin violar los derechos de las minorías. Y esto los convierte en servidores públicos con la obligación de respetar los derechos humanos de los demás.

@luis_e_pereda

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