Los primeros 100 días: ¿qué revelan?

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Toda marca en el calendario de los gobiernos responde a un doble propósito: 1. Dotar a una fecha determinada de un valor adicional, para hacer que resalte por encima de otros –a veces con propósitos solemnes, a veces con propósitos festivos–. 2. Hacer cortes parciales de la gestión; contestar a la pregunta ¿cómo lo hemos hecho hasta ahora? Las marcas en el calendario son válvulas que sirven para dosificar esfuerzos y administrar batallas.

Los primeros 100 días de la administración del actual presidente de la República no son la excepción. No hay ningún artículo en nuestra Constitución Política que le dé un peso o valor específico a los primeros 100 días, pero todas y todos los utilizamos como medida para calificar el trabajo hasta ahora realizado.

¿Hasta qué punto el resto del sexenio está determinado por los primeros 100 días? ¿Qué política pública logra consolidarse en 100 días? ¿Qué problema crónico logra ser resuelto en poco más de tres meses? Intentar responder estas preguntas es irrelevante en el marco de una auditoría al desempeño, pero no lo es desde la óptica de los gobernados que se ven a sí mismos afectados o beneficiados por las decisiones del poder político.

Contestar “a qué saben” los primeros 100 días es valioso, incluso cuando la opinión de los afectados o beneficiarios no está construida únicamente en experiencias directas, sino moldeada desde narrativas coincidentes o desentonantes, con su propia interpretación de la realidad. A partir de un buen diagnóstico es más sencillo proyectar estimaciones respeto los segundos 100 días, el primer semestre, al primer año y así sucesivamente en un permanente ejercicio de proyección y comprobación.

¿Qué palabra es la más precisa para describir a cabalidad los primeros 100 días de un presidente que durará un periodo de más de dos mil 170 días? El ejercicio de análisis que cada ciudadano haga respecto el presidente de la República y su gestión no debería adjetivar gratuitamente, tanto para ensalzar como para descalificar. Por el contrario, debería de dirigir su atención a las diversas ventanillas, arenas y a actores que le han dado cauce a cada uno de los días de esta centena.

¿Hay más seguridad pública? ¿Hay más confianza en las autoridades? ¿Hay más riqueza? ¿Hay mejores salarios? ¿Hay menos desempleo? ¿México tiene más o menos aliados internacionales? ¿Mueren menos mujeres por una deficiente atención médica? ¿Hay más rendición de cuentas? ¿Hay menos corrupción? ¿El dinero público se gasta mejor? ¿Hay más inversión pública y privada? La respuesta que tú le des a estas y otras preguntas pertinentes te permitirá tener un mejor entendimiento de los primeros 100 días de un gobierno que apenas comienza y que tiene frente de sí retos titánicos.

@luis_e_pereda

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