La izquierda oficialista le ofrece a México la militarización como solución a la inseguridad. Contrario a lo que Andrés Manuel López Obrador dijo durante su campaña presidencial, cuando ofreció regresar los militares a sus cuarteles en seis meses, hoy propone la militarización indefinida. La propuesta descubre su incapacidad para afrontar el problema con inteligencia y sentido histórico.
Morena propone que las fuerzas armadas permanezcan en las calles, encabezando la ofensiva contra el crimen, con la certeza de que sus elementos no podrán ser procesados en juzgados civiles, sino militares, ante eventuales acusaciones de violaciones a derechos humanos. Los cambios al código penal facilitarán justificar redadas, arrestos en flagrancia, bajo sospecha o simplemente por no responder a la autoridad en la calle. La barra de lo que son “violaciones a los derechos humanos” se acaba de mover río abajo.
Recientemente el presidente López Obrador defendió la propuesta de crear la Guardia Nacional, diciendo que es un modelo que “ya se ha probado exitosamente”. ¿Dónde se ha probado la eficacia de la militarización de la policía? Lo que sí se ha visto es el incremento en la violencia generalizada, en la sistemática violación a los derechos humanos y las acusaciones a las fuerzas militares por actos ilegales realizados con total impunidad. ¿Ese es el éxito que buscamos?
La decisión que tomarán los senadores sobre la Guardia Nacional marcará una fecha crucial en la historia moderna de México. Decidirán militarizar al país u optarán por instaurar el mando civil sobre la policía. Morena promueve la militarización a pesar de las recomendaciones de expertos, organizaciones de la sociedad civil y de académicos que han planteado, casi unánimemente, las graves implicaciones que ha tenido la militarización de la policía en casos por todo el mundo.
Los defensores de la propuesta morenista dicen que no significa militarizar al país y, como prueba, apuntan a encuestas que dicen que la mayoría de mexicanos apoyan la creación de la Guardia Nacional. Esto no es un concurso de popularidad. La gente reacciona así porque ha crecido la violencia y la indefensión de los ciudadanos en todo el país, incluso durante la gestión del actual gobierno. Existe terror entre la población por la inseguridad. La opinión pública tiene origen y consecuencia; le toca al gobernante darle solución, sin demagogia.
Los senadores pueden legislar para permitir que las fuerzas armadas sean legalizadas, como coadyuvantes temporales al proceso de consolidación y capacitación de policías en el país. No se justifica la justicia militar como protección a la policía. Aprobar la iniciativa de Morena como viene sí significa la militarización, contraviniendo la promesa que hizo a México en campaña.
PRI, PAN, PRD y MC están ante una encrucijada. Pueden mantenerse como bloque, mirando por el bien del país, rechazando ofertas que reciben en la oscuridad para apoyar la Guardia Nacional. O pueden traicionar el interés superior de la nación, y apoyar la iniciativa que pondrá a México en la ruta de una irrefrenable violencia. El país sabrá de su compromiso a la hora de la votación.
@rpascoep