Perseguí a Pinochet toda su vida

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En entrevista con el fotógrafo Marco Ugarte

“Perseguí a Pinochet toda la vida”, eso me dijo Marco Ugarte, mientras miraba al Ángel de la Independencia, desde las oficinas de la agencia de información Associated Press (AP), sobre Avenida Reforma.

Para Marco, la dictadura de Augusto Pinochet, instaurada en Chile entre 1973 y 1990, tiene más que ver con un pasaje histórico. Para Marco fue su más grande pesadilla, en la que perdió a sus padres y él mismo vivió tortura.

Tenía 20 años de edad cuando comenzó a documentar las atrocidades de la dictadura -hoy tiene 60-, quería contarle al mundo lo que estaba pasando. Para lograrlo, dejó de su lado sus aspiraciones para ser fotógrafo y poder documentarlo.

A México llegó en 1993, aquí encontró otro hogar. Para sus amigos fotógrafos mexicanos, para quien Marco es mejor conocido como Chilli Willy, resulta difícil imaginar que detrás de ese sombrero de pescador que usa como marca propia, Marco vivió atormentado. En ese entonces, paz parecía una palabra inalcanzable.

Fue hasta 2006, cuando Marco cubría las protestas de los maestros en Oaxaca, cuando supo que Pinochet estaba grave y había sido internado en el hospital. No lo dudó y habló por teléfono con su editor.

“En ese entonces el editor era Darío López, le dije que me mandara a Chile porque Pinochet se iba a morir. Me dijo: ‘¿Qué es más importante, las protestas en Oaxaca o la muerte de Pinochet?’. ‘¡Pinochet!’, le contesté, y si no puedo ir, renuncio”.

Pasaron un par de semanas, entre los preparativos para regresar a Chile. Al llegar a su patria, sus colegas le preguntaron consternados el motivo de su regreso. “¿A qué vienes si Pinochet no ha muerto?”, le decían. “Pero se va a morir”, les respondió. A los pocos días de su arribo, el dictador murió.

Para asistir al funeral de Pinochet, Marco se registró como periodista mexicano. Montó guardia desde la madrugada, afuera de las instalaciones militares, donde fue el velorio. ¡Por fin estuvo frente a su caja! El tirano parecía dormido.

Se colocó en un segundo piso y esperó el momento ideal. Aguardó varias horas, hasta que el sol se filtró por una ventana y bañó el rostro de aquel hombre que desapareció a miles de personas, incontables padres, hijos, madres, hermanos… Enseguida un cambio de guardia, el momento justo. Marco disparó su cámara. Ésa foto fue la bala que acabó con el monstruo.

Él no necesitó las miles de balas que se utilizaron durante la dictadura para matar a sus opositores, Ugarte sólo utilizó un disparo para fulminar a aquel hombre que yacía inmóvil dentro de su féretro.

“En ese momento sentí que mi espíritu estaba en calma, esta es la imagen que va a cerrar la historia de mi pesadilla, de la dictadura”, dice Marco.

Augusto Pinochet murió el 10 de diciembre del 2006, justo el día en que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Después de la foto…

Con todas sus imágenes, Marco Ugarte publicó un libro, 17 Años de Dictadura Militar, a la venta en el Museo de Memoria y Tolerancia. Pueden conocer acerca de este trágico periodo de la historia latinoamericana a través de la mirada de un gran fotógrafo.

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De fotógrafo a fotógrafo: Como consejo, si tu intención es realizar una cobertura de largo aliento, es importante saber cuál será el final de tu proyecto, así evitaras ramificaciones que aunque necesarias, pueden llegar a perderte. Como en esta historia que acabo de contarles, Marco sabía perfectamente cuál era el evento con el que terminaría su trabajo.

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