Policía militarizada: fue el Estado

Compartir:

- Advertisement -

La ejecución que sacude a Chile.

Mientras en México discutimos si militarizar a la policía es o no una buena idea, no haríamos mal en mirar lo que sucede con cuerpos policiacos que sí responden a la lógica castrense en otros países, y no hay mejor ejemplo que Chile.

Los carabineros, por mucho tiempo una de las instituciones públicas más respetadas por los chilenos, lleva unos años bajo fuego por escándalos de corrupción que ascienden a millones de dólares a lo largo de décadas. Han sido también acusados múltiples veces de violaciones diversas a los derechos humanos, desde fuerza excesiva en represión a manifestantes, hasta torturas y asesinatos.

Ahora están en uno de sus momentos más críticos, y su crisis actual ha mostrado la pequeñez de la derecha que gobierna el país andino, la debilidad de su presidente Sebastián Piñera, y la intensa violencia que “las fuerzas del orden” se han acostumbrado a utilizar.

Todo por la muerte de Camilo Catrillanca. La muerte de un mapuche, de una persona de esas que tanto discriminan y desprecian los chilenos; y porque no fue una muerte accidental, no fue producto de un enfrentamiento, no fue un acto fortuito: Catrillanca, hay que decirlo, fue asesinado por el Estado. No fueron unos carabineros solos, no fue un caso aislado. Fue una cultura de guerra.

Pasó el 14 de noviembre, en un “operativo” del llamado “Comando jungla” de carabineros, que, según dijeron al principio, investigaban el robo de un auto. Dijeron que hubo resistencia, que era un criminal; el ministro de Interior defendió el actuar de su policía militarizada, aseguró que la víctima ya había sido vinculada a este delito antes; dijeron que tenía pólvora en las manos; dijeron todo.

Y todo fue falso. Ni era un delincuente, ni habían robado nada, ni tenía rastros de pólvora. La trágica realidad es que Catrillanca iba a comprar cilantro para un asado cuando fue interceptado por carabineros. Ya le traían ganas: desde 2017 lo estaban vigilando por ser un líder de su comunidad, por luchar contra las injusticias que el pueblo mapuche viene sufriendo desde la conquista.

Después resultó que los videos de la policía, que se graban siempre ya que llevan cámaras en su uniforme, fueron destruidos. Encubrimiento total. El Congreso trató de crear una comisión investigadora: el oficialismo lo impidió.

Pero la presión creció y creció, fuera del control de daños del gobierno de Piñera. Al final detuvieron a los 4 carabineros implicados; pero no hay ningún proceso contra los altos mandos, ni siquiera renuncias.

Esto está pasando con una policía militarizada, altamente entrenada, en Chile. Hay que mirarlo mientras pensamos en crear algo similar en México. Vale la pena pensarlo. Y vale la pena repetirlo: el homicidia de Catrillanta fue el Estado.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.