Recuperación podría tomar de 3 a 5 años
El COVID-19 llegó a nuestro territorio a finales del mes de febrero y, con él, también llegaron las medidas de confinamiento para intentar mitigar la propagación del virus.
En ese momento la economía de México ya pasaba por un momento complicado.
En 2019, la economía del país había crecido a un ritmo lento (es decir, estaba en desaceleración) y entre enero y marzo de 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) registró una tercera caída consecutiva trimestral, lo que confirmó que nos encontrábamos en medio de recesión económica.
Así que la parálisis en las calles y en las actividades no esenciales, por el COVID-19, provocaron, en parte, que el Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE) sufriera la peor caída de los últimos 26 años, es decir, desde que se tiene registro.
En abril, el primer mes completo en confinamiento, la actividad económica cayó 19.7% en comparación con el mismo mes de 2019, publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Recordemos que la actividad económica se refiere a la economía que se genera en los sectores primario (agricultura, ganadería y minería), secundario (industria y construcción) y terciario (servicios, comercio y turismo).
¿Cómo nos está afectando?
A finales de marzo, cuando no sabíamos que el confinamiento duraría tanto, Paola Loera, editora en jefe de la plataforma para turistas Mexplory, contó a Cuestione cómo intentó ayudar a los locatarios que ya comenzaban a ver reducidos sus ingresos.
Paola realizó un mapa virtual que muestra la ubicación de los negocios independientes que venden alimentos y bebidas en la Ciudad de México. Desde entonces algunos empresarios le han pedido a Loera que baje sus perfiles por cierre temporal y aproximadamente 15 no han podido reabrir.
Las medidas de confinamiento los obligaron a cambiar su manera de operar y tenían que darlo a conocer; sus productos eran para llevar o a domicilio.
Paola también es chef y llevaba la dirección turística en La Flor de Jamaica (comercializadora de chiles secos) donde realizaba clases de cocina con chile y experiencias para los turistas.
Loera y los otros siete integrantes del negocio turístico detectaron que los extranjeros (sus principales clientes) dejaron de venir a la Ciudad de México debido al COVID-19; así que, casi a la par de que Paola publicara el mapa en línea, el equipo de las experiencias turísticas se quedó sin trabajo.
Ahora, ella y sus compañeros han tenido que aprovechar su talento culinario para vender, por su cuenta, comida en oficinas dedicadas a la limpieza, tamales a domicilio, repostería, entre otras especialidades; por lo que forman parte de las más de 12 millones de personas que han perdido o no han podido buscar un empleo durante la pandemia.
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¿Cómo dimensionar la caída histórica de la actividad económica?
“La peor cifra de la actividad económica se registró en 1995, cuando México estaba en una recesión por exceso de deuda, la cual no correspondía a la capacidad productiva del país”, mencionó José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), en entrevista con Cuestione.
En ese entonces, dijo De la Cruz, “algunos de los efectos fueron muy similares: Alta pérdida de empleos, cierre de empresas, problemas para pagar deudas, se elevó la inflación (lo que no ha ocurrido actualmente) y hubo salida de capitales”.
Lo preocupante es que, hasta ahora, no hay un programa de reactivación económica. Las autoridades están apostando a que el país se reactive por sí solo y que, junto con el T-MEC, se alcance una recuperación sólida; lo cual no sería suficiente, aseveró el economista.
“Además, ahora no se contará con el apoyo externo que en su momento sirvió como catalizador para recuperarse de las recesiones anteriores. Hoy el ciclo industrial de Estados Unidos se encuentra en la peor fase negativa de los últimos 50 años”, agregó José Luis de la Cruz.
Los estragos en la economía provocados por el COVID-19 apenas comienzan a vislumbrarse y el economista calcula que la actividad económica se recupere “en un lapso de entre tres y cinco años, pues en anteriores crisis ha costado entre dos y cuatro”.
La salida que encontrará mucha gente para sobrevivir a la crisis será en el sector informal; habrá gente que acepte empleos con menores salarios; habrá precarización en las empresas, sobre todo en las más pequeñas, habrá menos valor agregado, señaló De la Cruz Gallegos.
Actividades secundarias y terciarias también sufren caída histórica
La agricultura, la ganadería, pesca y minería (actividades primarias) son las únicas que crecieron en el cuarto mes de 2020, mientras que las actividades secundarias -industria y construcción- son las que registraron la peor caída: -29,6%.
Si observamos en el tiempo qué tanto han caído (o crecido) las actividades secundarias y terciarias, vemos que en abril de 2020 también registraron su peor caída anual desde que se tiene registro:
¿Qué tan grave es?
Las actividades terciarias (servicios, comercio y turismo) son las que más aportan al PIB con casi 60%; mientras que las secundarias (industria y construcción) aportan 29.2%, según cifras del INEGI.
Por ahora continúan prohibidas las actividades no esenciales, las clases presenciales están suspendidas y se redujo el transporte y la movilidad, en 13 entidades del país, donde el semáforo epidemiológico a nivel federal se encuentra en rojo.
En teoría, 16 entidades comenzaron a reactivar ligeramente su economía, desde el 15 de junio, después de que a nivel federal cambiara la metodología en la que se determina el color del semáforo epidémico de una entidad.
Desde entonces, cuatro entidades más pasaron a naranja: Colima, Ciudad de México, Veracruz y Chiapas. En total 19 entidades permanecerán en anaranjado, al menos, del 29 de junio al 5 de julio. Mientras que Nuevo León, que estaba en naranja, ahora se encuentra en rojo.
Fuente: SSA. Informe diario sobre el COVID-19 en México del 28 de junio de 2020.
Hasta mayo de 2020 dos de cada tres personas han visto reducidos sus ingresos a la mitad debido a la crisis sanitaria y aún falta conocer las cifras del PIB del segundo trimestre del año, y sus consecuencias, para que las estimaciones en el tiempo de recuperación sean más certeras.
