Las mujeres representan el 40%
El año 2019 en México se caracterizó, entre otras cosas, por recibir a miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que huyeron de la violencia, persecución y precariedad de sus países.
La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) registró una cifra histórica de más de 70 mil solicitantes de asilo en 2019, cifra que pintaba para ser mayor en 2020, pero llegó el SARS-COV-2.
El número de personas que solicitaron refugio en los primeros tres meses de 2020, en México, rebasaron la cifra del primer trimestre del año pasado en 34%. Pero luego, el número de solicitantes cayó 83.5% en abril y mayo de 2020, en comparación con los mismos meses de 2019.
Las razones por las que las personas no pueden pedir refugio en otro país pueden ser por “las restricciones de movilidad o toque de queda en los países centroamericanos (por el COVID-19) o porque tienen miedo por el impacto del virus en Estados Unidos (país destino para muchas). Y otras simplemente no tienen dinero para moverse”, declaró Gretchen Kunher, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, AC (IMUMI), en entrevista con Cuestione.
Un refugiado es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario debido a un temor fundamentado de persecución por razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.
Aunque la Comar sí recibe solicitudes de la condición de refugiado, suspendió de manera indefinida los plazos para resolver procedimientos de reunificación familiar, tiempos para ingresar recursos de revisión y la emisión de resoluciones, es decir, la respuesta de si los aceptan en México (o no) como personas refugiadas.
Algo positivo para los migrantes fue que la Comar suspendió “la firma” que obligaba a los solicitantes acudir cada dos semanas a la delegación de la Comisión como requisito del seguimiento de su proceso.
El COVID-19 también parece haber paralizado al Instituto Nacional de Migración (INM), el cual “cerró las estaciones migratorias, no han dado estadísticas de personas detenidas por el INM, no se sabe si están deteniendo personas. Las organizaciones de la sociedad civil no están pudiendo entrar a las estaciones migratorias a entrevistar, en todo caso, a las personas detenidas”, agregó Kunher.
Las mujeres sufren todo el proceso de migración
Las historias de las mujeres migrantes que buscan una mejor vida son muy variadas, pero el contexto que las coloca bajo una doble amenaza no solo es el COVID-19, también lo es, la mayoría de las veces, la violencia de género.
En México –donde el 40% de quienes pidieron refugio entre enero y mayo de 2020 son mujeres y el 21%, del total, menores de edad– la violencia de género es una causal para solicitar asilo. Sin embargo, no existen datos oficiales que señalen los motivos específicos por los que se otorga la condición de refugiadas.
De acuerdo con el IMUMI, las principales causas que obligan a las mujeres a salir de sus países en busca de protección internacional son: violencia de género, persecución y amenaza en razón de género hacia ellas o sus familias, desigualdad y discriminación.
“Hay mujeres (centroamericanas) que dicen que salen de sus países porque no tienen trabajo pero cuando hablas con ellas te das cuenta de que salen de un contexto de violencia de género, salen huyendo de su pareja o porque pandillas (como los maras) las quieren cooptar”, declaró Rita Robles del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, en entrevista con Cuestione.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, donde labora Rita, se encuentra en Tapachula, Chiapas, entidad a la que llega la mayoría de las personas migrantes que solicitan refugio en México: 65%.
ONU Mujeres estima que entre 24% y 80% de las mujeres migrantes y refugiadas experimentan alguna forma de violencia sexual en su tránsito, un amplio rango debido a la dificultad de revelación de inidentes. Mientras que Laura García Coudurier, directora de la organización feminista Fondo Semillas declaró a la revista Expansión que seis de cada 10 mujeres y niñas migrantes son violadas en su tránsito por México.
La enfermedad que provoca el nuevo coronavirus puede colocar a las mujeres –incluyendo a las mujeres Lesbianas, Bisexuales y Trans (LBT)– en mayor vulnerabilidad que a los hombres, reportó ONU Mujeres.
¿En qué contexto llegó el COVID-19?
“El año pasado (2019) hubo hacinamiento en las estaciones migratorias y ya se habían denunciado sus condiciones sanitarias; había falta de protección, falta de derecho al agua, de derecho a la salud, el jabón era racionado, incluso, para aseo personal. Con esos antecedentes, ¿cómo garantizan la sana distancia para evitar contagiarte de COVID-19?”, declaró Rita Robles.
La mayoría de las personas migrantes que llegaron a nuestro territorio, en 2020, vienen de Honduras, pero el mayor porcentaje de solicitantes de refugio que reciben una respuesta favorable son de Venezuela (57%).
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Caso positivo en un refugio
En un refugio para personas migrantes ya hubo un caso de COVID-19. Se trata del albergue conocido como La 72, ubicado en Tenosique, Tabasco. Cuando llevaron al paciente a un hospital para que le hicieran la prueba –después de no poder comunicarse vía telefónica con el epidemiólogo del municipio– les dijeron que les darían los resultados en un lapso de 72 horas, pero no fue así.
En un informe del refugio (del 19 de junio) se asegura que en el hospital les dijeron que si en ese lapso de tiempo no les llamaban, significaba que era negativo. Sin embargo, la respuesta llegó ocho días después: Positivo.
Para entonces el paciente ya se había recuperado y lo habían regresado a sus actividades normales con las 70 personas habitantes del refugio, lo que puso en riesgo sus vidas. Ahora son consideradas sospechosas de tener COVID-19, y el refugio está exigiendo pruebas de detección del virus.
Mientras tanto algunos procesos de la Comar continúan suspendidos y los casos con coronavirus siguen creciendo en México; se han acumulado más de 196 mil casos confirmados y más de 24 mil defunciones por COVID-19, hasta el 24 de junio de 2020.
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Nota: En una siguiente entrega te contaremos lo que viven las mujeres centroamericanas que huyen de sus países, y transitan por nuestro territorio, con la intención de pedir asilo en México o en Estados Unidos.
