COVID-9: Impacto económico sería peor que en salud
85 días han pasado desde el primer caso confirmado de COVID-19 en México. Al último corte de información (16 de junio) se registraron más de 150 mil casos confirmados acumulados y 18 mil 310 decesos a causa de este nuevo virus.
Sin embargo, las malas noticias van más allá de las víctimas directas de la enfermedad. En el terreno económico no solo se registró una fuerte caída en el empleo (tanto en el sector formal como en el informal) que afectó más a las mujeres, sino que el impacto en el ingreso de los hogares podría hacer que tres de cada cuatro familias entren a una situación de pobreza y dos de cada ocho caigan en pobreza extrema.
Además 65.1% de los hogares -dos de cada tres- declararon haber tenido una reducción en sus ingresos desde el inicio de la cuarentena. De ellos, 33% reportaron que esta disminución había sido de la mitad de sus ingresos.
Esto de acuerdo a la actualización de la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19) elaborada por la Universidad Iberoamericana, a través del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE).
Cadena de factores que podrían aumentar la pobreza
De acuerdo con la ENCOVID-19, las medidas de contención del COVID-19 alteraron el bienestar de las familias mexicanas en formas que apenas estamos empezando a comprender.
Tan solo en mayo hubo registro de 8.4 millones de personas que se encontraban desempleadas, “descansadas” sin goce de sueldo o sin poder salir a buscar trabajo por la contingencia, lo que representa 14.6% de las personas que están en edad y capacidad de trabajar (población económicamente activa).
De estos empleos perdidos, 2 de cada 3 corresponden al sector informal de la economía, siendo las mujeres y los trabajadores con menores remuneraciones los más afectados.
Esto generó que 65.1% de los hogares declararon ver reducidos sus ingresos desde el inicio de la cuarentena, de los cuales 1 de cada 3 reportó una disminución de la mitad de sus ingresos.
La crisis es tan grave que 24% de las familias expresaron encontrarse en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, contaban con una menor cantidad y calidad de alimentos por falta de recursos económicos.
A partir de estos datos es que los expertos del EQUIDE realizaron una simulación de cómo se verá reflejada la crisis económica en los niveles de pobreza en el país, y el panorama es crítico.
De acuerdo a sus estimaciones, hasta 42.8 millones de personas (76.2% de la población mexicana) podrían entrar a situación de pobreza y 16.6 millones a pobreza extrema.
¿Y el apoyo del gobierno?
A pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha repetido en varias ocasiones que con su plan de acción se podría hacer frente a la crisis económica por COVID-19, tres de cada cuatro hogares (75.3%) reportaron no recibir programas sociales o ayudas de gobierno.
Solamente 10.8% de las familias declararon recibir las Pensiones para el Bienestar y 7.1% las Becas Benito Juárez.
Ante esta situación las personas han recurrido a distintas estrategias para hacerse de recursos que le permitan sostener a sus familias entre los que se encuentran: pedir prestado a conocidos (24.1%), dejar de pagar servicios (16.9%), dejar de pagar deudas o tarjetas (17.7%), empeñar o vender objetos de valor (11.3%), entre otras acciones.
La frase emblema del presidente “primero los pobres” parece que tendrá aún más sentido después de esta crisis, pero el gobierno parece no estar tan preocupado por esta situación siguiendo adelante con recortes que no ahorran lo que dicen y con los megaproyectos que se mantienen en marcha.
¿Podrá recuperarse la sociedad mexicana de esta crisis en el corto plazo?
