¿Se parece a lo hecho por Roosevelt?
Hace 10 días que Andrés Manuel López Obrador anunció un plan de medidas económicas con el que planea hacer frente a la crisis económica generada por el COVID-19. También dio a conocer las acciones que llevará a cabo para contener la epidemia.
El mandatario anunció que los proyectos de infraestructura como el aeropuerto de Santa Lucía o el Tren Maya siguen en pie, que se darían créditos a micro, pequeñas y medianas empresas (formales e informales) y que se ampliarían y adelantarían los apoyos monetarios a los grupos más vulnerables del país, entre otras medidas. AMLO iniste en “romper el modelo neoliberal”.
Insistió en que no habrá endeudamiento, como lo dictaba la receta para enfrentar una crisis económica de los gobiernos anteriores. El mandatario mexicanos se refirió al ex presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt, como referente ante una situación que asemeja a lo vivido por la economía mundial durante la Gran Depresión que siguió al quiebre bursátil de 1929.
Diego Castañeda, economista por la Universidad de Londres e historiador económico por la Universidad de Lund, explicó las similitudes y diferencias entre las medidas económicas de AMLO y las acciones llevadas a cabo por Roosevelt durante la década de 1930.
¿Similares? Solo en el discurso
Entre las medidas más conocidas durante el llamado New Deal que implementó Roosevelt se encuentran: seguro de desempleo para todos los trabajadores, rescate de empresas, reducción de impuestos y una amplia inversión en obras de infraestructura pública.
Para Castañeda la principal similitud entre ambos planes de emergencia es “la preocupación que expresan por ciertos estratos de la sociedad, principalmente por los más vulnerables”. Sin embargo, son muy diferentes respecto a “la serie de políticas a través de las cuales se expresa esa preocupación”, detalla.
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Castañeda explica que Roosevelt “trataba de hacer cosas que nunca se habían hecho antes, lo que implicó el esfuerzo de imaginar soluciones nuevas para problemas que no se pensaba que existían en las sociedades hasta ese momento”.
“Todo esto era nuevo, eran cosas que se empezaron a hacer en ese momento. Muchas de ellas fueron de prueba y error, imaginar las cosas y tratar de hacerlas y ver qué pasaba”, explica el economista.
Sin embargo, añade que en el caso de México “no se está apostando a políticas nuevas o radicales, sino que se está optando por profundizar cierta agenda del gobierno”.
Cambios para atender la crisis y generar bienestar en el largo plazo
Las medidas innovadoras de Roosevelt funcionaron porque “más que pensar estas medidas como algo que tienes que hacer en el corto plazo para reactivar la economía, se planteó como una oportunidad de largo plazo para transformarla por completo”, detalla el historiador y explica que “la principal lección de esa gran crisis es que sale más barato pasarte en el gasto y hacer más que hacer de menos”.
Esto porque “si haces menos de lo que se necesita la economía no logra responder y sale más costoso intentar crecer después”, añade.
¿Se puede rescatar algo del plan de AMLO?
La opinión de Diego Castañeda es que, en principio, “crecer los programas sociales es sensato”, dado que sí atienden a un sector que va a ser muy afectado por la crisis. Sin embargo, el plan parece no ser suficiente para atender a todas las personas que serán afectadas.
Sobre el millón de créditos anunciados para las pequeñas y medianas empresas (PyMES), tanto del sector formal como informal, Castañeda considera la cifra “se antoja insuficiente” pues en la realidad tenemos “más de cinco millones de empresas formales en el país, de las cuales cuatro millones son PyMES”, por lo que el medio millón anunciado beneficiará solamente “a una parte muy pequeña de ese universo”.
Además, critica que para la población informal y para aquellos que perdieron su empleo, “los créditos de ese tipo no van a funcionar”. Lo que ellos necesitan son transferencias de recursos, “que les permitan tener una garantía de cubrir cierto nivel de consumo para sobrevivir mientras no pueden trabajar”.
Sobre la continuación de las obras estandarte del gobierno, y contrario a lo que dicen muchos críticos, el historiador económico considera que “sería peor cancelarlas que continuarlas ya que sí es necesario hacer más infraestructura”.
Pero aclara que este plan podría ser más efectivo si “se pensara en infraestructura que puedes construir más rápido y en muchos lugares, como caminos y carreteras, las cuales tendrían mayor impacto en el corto plazo que obras de infraestructura grandes” como los proyectos del presidente.
¿Qué acciones sí podrían considerarse similares al New Deal?
“Aquí en México yo pensaría que lo equivalente a ese tipo de ideas son cosas como el ingreso básico universal, transferencias monetarias agresivas, la idea del Estado como comprador de última instancia, es decir, que le garantice compras a las empresas o garantizar cierta forma de seguridad económica”, explica Castañeda.
Para ello, el gobierno tendría que tener muy en claro que “siempre es mejor tratar de salvar los empleos desde el inicio a tratar de recuperarlos después de la crisis”, señala el economista. “En la medida que pierdas menos empleos en la crisis, cuando venga la recuperación será más rápida”, agrega.
Para el especialista nada de esto se menciona en el plan anunciado por López Obrador, pero aclara que “tarde o temprano van a tener que aparecer por la naturaleza de la crisis” y explica que “cualquier escenario que el gobierno plantee en lo que dure esta situación (ya sean dos o tres meses más), requiere un nivel de inversión mucho mayor” al propuesto.
Finalmente, Castañeda recuerda que aunque en su momento las medidas llevadas a cabo por el gobierno de Roosevelt fueron muy criticadas por sus opositores por el gasto tan grande que implicó, “al final fueron muy exitosas, le permitieron reelegirse cuatro veces y provocó que sus políticas no se echaran para atrás una vez que la oposición llegó al poder”.
¿Podrá el presidente rectificar el camino y realmente seguir el ejemplo de figuras como Roosevelt?
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