A dos meses del primer caso confirmado de coronavirus (COVID-19) en nuestro país, nuestra economía está sufriendo los estragos de la parálisis en la actividad económica generada por las medidas de distanciamiento social establecidas a partir del 23 de marzo con la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Esto ha generado que las estimaciones de crecimiento de la economía mexicana sigan manteniéndose en terreno negativo y cayendo conforme pasa el tiempo. La estimación de caída del Producto Interno Bruto (PIB) más reciente la dio la calificadora internacional Moody´s que modificó su pronóstico del -3.7% que había publicado a finales de marzo de 2020, a un pronóstico de -7%, solo mejor que Italia entre el grupo de países del G-20.
Frente a la caída de -5% del Producto Interno Bruto del país observada en 2009 luego de la crisis financiera global de 2008, la magnitud de esta nueva crisis genera alertas. Sin embargo, el impacto no será el mismo para todas las industrias.
De acuerdo con las propias autoridades mexicanas y con algunos especialistas, existen industrias que se verán seriamente afectadas por el paro de la economía. Principalmente, las pertenecientes al sector terciario -el cual es el principal soporte del PIB de nuestro país-, y que se encarga de proveer servicios a la población y a las personas que visitan nuestro país.
Entre estas industrias se encuentran aquellas relacionadas con el sector turístico, como transporte, alojamiento y comercio tradicional al menudeo, así como las relacionadas con el ocio y entretenimiento.
¿Cuánto aportaron en 2019 estas industrias?
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), esos sectores aportaron cerca de una cuarta parte del valor total de la producción nacional en 2019 (23.6%) equivalente a casi cuatro billones (millones de millones) de pesos. Esto equivale a dos terceras partes del presupuesto total del gobierno federal durante ese mismo año.
De mantenerse detenidas estas actividades por más tiempo, la producción del país y la recaudación de impuestos (principal fuente de ingresos del gobierno), se verán severamente afectados.
Además, esto tendría implicaciones para millones de familias que laboran en alguno de estos sectores y que, actualmente, se enfrentan a la incertidumbre del desempleo y la falta de liquidez para sobrevivir la crisis sanitaria.
El otro extremo
La buena noticia es que algunas industrias han encontrado una oportunidad de crecimiento en medio de la crisis gracias las medidas de distanciamiento social. Destaca, principalmente, el comercio en línea.
Por ejemplo, Amazon, la segunda compañía más grande del mundo y líder del sector, publicó que sus almacenes en Estados Unidos estaban contratando personal para hacer frente a la demanda creciente de sus servicios. Esto sucede mientras más de 26 millones de trabajadores estadounidenses han solicitado un seguro de desempleo a su gobierno.
Tan solo en nuestro país, se espera que este formato de negocios en línea tenga un crecimiento del 60% impulsado, principalmente, por empresas familiares o comercios pequeños, así como por los servicios de entrega a domicilio. Por este motivo, empresas de paquetería y transporte también se han visto beneficiadas.
Otras empresas que ha destacado por su crecimiento, son los supermercados y farmacias, quienes han registrado un aumento de entre 25% y 40% en sus ventas desde que iniciaron las medidas de sana distancia en el país.
Finalmente el sector de telecomunicaciones ha incrementado su demanda ante la necesidad de la población de utilizar herramientas de comunicación para las actividades laborales, educativas y recreativas durante el periodo de aislamiento social.
Panorama al futuro
A pesar de que aún no existe información que permitan cuantificar el verdadero impacto que el COVID-19 está teniendo y el que tendrá en la economía del país para este 2020, es un hecho que México resentirá que se hayan detenido las actividades productivas, lo que tendrá un impacto negativo en millones de familias.
Ante la falta de un plan agresivo para enfrentar la crisis por parte del gobierno federal y a pesar de los intentos de Banco de México y otras instituciones privadas para responder a la crisis en la que ya nos encontramos, miles de empleos se perderán, muchos negocios tendrán que cerrar y millones de personas se enfrentan al riesgo de perder sus ingresos y entrar en una espiral de pobreza.
¿Se podrán revertir los efectos negativos de esta crisis?
