¡Hay tiro! AMLO vs. calificadoras

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Las calificadoras internacionales siguen firmes en sus posturas de no ver con buenos ojos las acciones de la 4T. En esta ocasión fue Standard & Poor´s (S&P) -agencia calificadora estadounidense que forma parte de las tres más importantes a nivel mundial- la cual, a principios de marzo, redujo su perspectiva sobre la calificación crediticia de estable a negativa para México y para Petróleos Mexicanos (Pemex).

Las razones:

-Las acciones del nuevo gobierno que buscan reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético.

-Una expectativa de menor crecimiento económico así como la posibilidad de mayores pasivos contingentes.  Es decir, aquellas obligaciones que tienen posibilidad de tener que pagarse, pero no con absoluta certeza (por ejemplo una demanda donde no se sabe la sentencia, pero existe la posibilidad de pagar una determinada cantidad de dinero si se llega a perder).

-La disminución en la confianza de los inversionistas por acciones como la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco, el uso de consultas ciudadanas en proyectos importantes, e incluso, la creación de la figura de los delegados del gobierno en los estados.

En el caso de la paraestatal petrolera mexicana, el principal motivo del cambio en la perspectiva tuvo que ver con la estrecha relación que mantiene la empresa con el gobierno federal.

Esto se muestra a partir de que se asignó más presupuesto para Pemex en 2019, así como las declaraciones de las autoridades que aseguran que la empresa cumplirá de manera puntual con todas sus obligaciones financieras, muestran un “respaldo extraordinario” del gobierno que da a entender que “se mantendrá sin cambio durante los siguientes años”, lo que podría generar un desequilibrio en las finanzas del país.

Dado todo el revuelo que estos cambios generan, en Cuestione nos dimos a la tarea de explicar a detalle qué implicaciones tienen.

¿México tiene una peor calificación?

A diferencia de Fitch Ratings -otra de las tres grandes calificadoras- que en enero pasado  redujo la puntuación de Pemex, lo que publicó S&P no implica, necesariamente, que una disminución en la calificación se vuelva realidad.

Si quieres saber qué hace una calificadora, revisa: ¿Nos afecta que bajen calificación a Pemex?

Esta situación se entiende como una advertencia tanto para el gobierno como para la paraestatal de que se encendieron focos rojos que, de no corregirse, podrían evolucionar (ahora sí) en una reducción de las calificaciones crediticias.

¿Cómo nos afecta?

Para llevar a cabo sus proyectos, el gobierno obtiene recursos a través de dos vías: cobrar impuestos o emitir bonos de deuda.

Si el gobierno hace oídos sordos a las recomendaciones de las calificadoras y los inversionistas siguen desconfiando de nuestro mercado financiero, puede provocar la reducción en las calificaciones del país y de Pemex, y a la 4T le saldrá más caro conseguir recursos a través de emisión de deuda.

Aún si la administración decide apretarse el cinturón y no emitir más deuda en lo que resta del sexenio, la ya existente en nuestro país -equivalente al 45% del Producto Interno Bruto mexicano- se vería afectada pues, en las renegociaciones, los inversionistas ya no sólo no van a querer prestar más, sino que lo que se les debe, se pague más caro.

Además el papel que estas agencias tienen en el escenario financiero internacional es muy importante y su palabra sí tiene un peso en la percepción de los bancos e inversionistas sobre a qué lugares llevar su dinero.

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Por lo que, para poder seguir haciendo su trabajo, el gobierno tendría que recurrir a cobrar más impuestos, lo que afectaría directamente los bolsillos de los ciudadanos.

¿Qué dice la otra gran calificadora?

Moody’s -tercer calificadora más importante del mundo- también ha mantenido sin cambios sus calificaciones para el país y para Pemex. Sin embargo, esta semana destacó que las presiones financieras a las que se enfrenta la paraestatal están afectando las finanzas de nuestro país por lo que no se descarta una reducción en la calificación crediticia de México en lo que resta del año.

Esto se suma a una reducción de 22.7% en su proyección de crecimiento económico para el país, pasando de 2.2% a 1.7%.

Además, afirmó que si el gobierno sigue sosteniendo financieramente a la petrolera mexicana, los niveles de deuda del país tendrían que aumentar, lo que generaría aún más presión al balance financiero de México.

¿Qué ha dicho la 4T?

El 5 de marzo, durante su conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador declaró que estas acciones son el castigo por la política neoliberal que se aplicó en los últimos 36 años, pero reprochó que “durante todo ese tiempo, que imperó la corrupción en Pemex y CFE, permanecieron callados”.

A pesar de que dejó en claro que el gobierno respeta sus decisiones aseguró que su administración seguirá en su misión de rescatar a Pemex y CFE.

Sin embargo, no todos en Morena tomaron bien esta reducción. Salomón Jara, senador por Oaxaca y vocero de la bancada morenista en la Cámara Alta, advirtió que este grupo parlamentario presentaría una iniciativa para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) esté obligada a quitar la autorización a las agencias calificadoras cuando sus evaluaciones “atenten de manera deliberada contra la estabilidad financiera”.

Frente al escándalo que generó dicha declaración, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado y Yeidckol Polevnsky, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, aseguraron que dicha iniciativa no será presentada en nombre de su partido y no contará el respaldo de la bancada, lo que permitirá que las calificadoras sigan realizando su trabajo sin obstáculos.

Por su parte, Gerardo Esquivel -subgobernador del Banco de México- salió al rescate para explicar cómo la calificación de México “está muy lejos” de provocar que el país pierda el grado de inversión (lo que significaría que el país ya no sería capaz de pagar su deuda), mientras que la situación de Pemex es diferente y “más frágil”. Finalmente, defendió a las calificadores argumentando que no tiene sentido alguno descalificarlas (¡Por fin, alguien sensato!).

¿Castigado?

Revisando la agenda del Senado para el jueves 7 de marzo, Cuestione se percató que el senador Jara no incluyó la iniciativa sobre las calificadoras (aun cuando había dicho que, sin importar los comentarios de sus compañeros, la presentaría de todas formas). Solamente se mostraban dos iniciativas que serían presentadas por él, pero que nada tenían que ver con este tema. ¿Lo habrán regañado sus compañeros de Morena?

¿Qué sigue?

Todo parece indicar que este conflicto seguirá desarrollándose y dando de qué hablar, con un gobierno dedicado a salvar a las empresas estatales y unas calificadoras renuentes a brindarle las palmas a dichas acciones.

Y tú, ¿a quién apoyas? ¿crees que lo que hizo el gobierno era necesario?

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