La economía de México tendrá un año complicado por el COVID-19

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“Estaba mojado, comenzó a llover y luego abrieron la llave”. Así define Juan Carlos Moreno-Brid, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la situación que atraviesa nuestro país con la crisis del Coronavirus (COVID-19).

Y es que, a pesar de que 2019 fue un año muy complicado para nuestro país en el terreno económico, por una baja generación de empleodisminución en la inversión pública y una caída generalizada de la economía mexicana, en 2020 las cosas se ven… aún peor.

Actualmente el mundo enfrenta a la pandemia del COVID-19una caída generalizada de los precios de petróleo provocada por la “guerra” por el control del mercado entre Arabia Saudita y Rusia, lo que generó el desplome más bajo desde 2002.

En medio de este panorama, analizamos la magnitud del problema que enfrenta nuestra economía, a partir de ciertos indicadores específicos (crecimiento, tipo de cambio y generación de empleo formal). Además, consultamos la opinión del profesor de la facultad de Economía de la UNAM, Juan Carlos Moreno-Brid.

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Crecimiento de la economía: de mal en peor

El año pasado la economía mexicana tuvo su peor año desde aquel 2009 en el que se combinaron una crisis financiera global y la epidemia global por el virus de la influenza A(H1N1).

En ese año, la economía mexicana tuvo una caída de -5%. En 2019, esa caída fue de -0.1% luego de que el Producto Interno Bruto se contrajera durante dos trimestres seguidos. 

Sin embargo, para los expertos, el panorama parece ser más difícil en 2020. 

El centro de investigación México, ¿cómo vamos? documentó que la mayoría de las expectativas de los bancos nacionales e internacionales sobre el crecimiento para este año son negativas, y han ido empeorando.

En entrevista con Cuestione, el doctor en Economía, Juan Carlos Moreno-Brid, explicó que la caída dependerá de “cuánto tiempo se pare la economía” y de las acciones que lleve a cabo el gobierno.

Moreno-Brid recuerda que en 2009 “cerramos la economía una semana y caímos 5%”, por lo que en esta ocasión se pronostica “una caída de entre -2% y -5%” que principalmente tendrá impacto en los sectores más pobres y advierte que “no hay manera que no haya recesión en el país”.

Peso en caída libre

Un indicador que al presidente Andrés Manuel López Obrador le gustaba repetir durante sus mañaneras era la fortaleza de la moneda mexicana durante 2019 y es que durante ese año su valor se incrementó 4% y fue la tercer mejor moneda dentro del grupo de economías emergentes -en vías de ser desarrolladas- como Brasil, Rusia o India.

Sin embargo, todo cambió con el COVID-19: después de que en febrero se registró el tipo de cambio promedio más bajo del año (18.8 pesos por dólar), a partir de la confirmación del primer caso de coronavirus en el país (28 de febrero), el precio del dólar en México se disparó hasta superar los 25 pesos el pasado 24 de marzo.

Para Moreno-Brid, lo anterior implica, entre otras cosas, que “el pago de intereses al extranjero ahora es mucho más caro”, por lo que pagar una deuda en dólares es más costoso.

¿Y el empleo formal?

Sin duda, que las empresas detengan sus actividades se traduce en pérdidas importantes para ellas, por lo que, de alargarse mucho la crisis sin tomar medidas suficientes, se podría traducir en una caída importante en la generación de empleos formales.

Y es que, si observamos las cifras para 2019, podemos darnos cuenta de que este indicador también tuvo un comportamiento más bien bajo, ya que se generaron la menor cantidad de plazas de trabajo desde 2009, de acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Si se prolonga mucho tiempo la crisis de COVID-19 podríamos esperar que las pérdidas de plazas formales superen a las registradas después de la epidemia de influenza A(H1N1) que fueron 171 mil 713 puestos menos que en 2008.

¿Qué opciones tiene el gobierno frente a la economía?

De acuerdo con Juan Carlos Moreno-Brid, si el gobierno mantiene su postura de mantener un superávit primario -es decir, de que le sobren ingresos después gastar el presupuesto- en la cuenta pública del país, “podríamos llegar a una caída de la economía de hasta -7%”.

Para evitarlo, el gobierno tendría que recurrir a la política contracíclica, es decir, utilizar los recursos ahorrados por el superávit de 2019 (que sumaron 303 mil 172 millones de pesos)  y obtener ingresos externos (deuda) para hacer frente a los tiempos difíciles, además de lograr una reestructuración del gasto, opina el economista de la UNAM.

Sin embargo, al revisar los Criterios Generales de Política Económica 2020 -documento en el cual se encuentran las estimaciones sobre los indicadores económicos (como el crecimiento, precio de petróleo y producción petrolera) que permiten proyectar los ingresos y egresos del gobierno– la Secretaría de Hacienda (SHCP) deja en claro que los efectos negativos de una política fiscal de este tipo superan a los beneficios.

Por este motivo, y observando las medidas anunciadas el 24 de marzo por el secretario Arturo Herrera para enfrentar la crisis actual, podemos esperar que el gobierno apueste por utilizar los recursos ahorrados el año pasado y por “apretar el cinturón” aún más que en 2019.

¿Será suficiente este plan o se tendrá que cambiar el rumbo conforme avance la crisis?

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