La otra crisis que amenaza a los millennials

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El coronavirus (COVID-19) ya comienza a pasar factura en la economía estadounidense y es que para finales de marzo más de 6.6 millones de estadounidenses solicitaron el seguro de desempleo y de acuerdo con algunas estimaciones, las cifras podrían empeorar en los meses siguientes y alcanzar las 47 millones de solicitudes.

Sin embargo, todo indica que existe un grupo de la población que se verá más afectado por la crisis económica que trajeron consigo el virus y las medidas de distanciamiento social con las que se ha buscado controlar el contagio: los jóvenes.

Y es que, de acuerdo al medio estadounidense Vox, los millennials -generación de jóvenes adultos entre 21 y 40 años– serán de los más afectados por esta crisis, gracias a la situación financiera precaria en la que ya se encontraban. Esto a pesar de ser, supuestamente, el grupo menos vulnerable a las afectaciones de salud del virus

Tan solo en Estados Unidos, la mitad de estos jóvenes realizan trabajo independiente (también conocido como freelance), lo que no les permite gozar de prestaciones ni acceder a los apoyos de desempleo del gobierno. Además 62% de esa generación reportó vivir quincena a quincena en 2019, sin la posibilidad de ahorrar ni la seguridad de ser financieramente estables.

Segunda crisis económica mundial

Pero no es la primera ocasión que los millennials viven una situación crítica. Tan solo una década atrás, fueron testigos de la recesión generada por la caída financiera de 2008, algunos mientras comenzaban su experiencia en el mercado laboral.

El problema de esto es que una investigación de la Universidad de Stanford muestra que iniciar la vida laboral en medio de una recesión o crisis económica puede atrapar a esta generación en una “trayectoria económica hacia abajo”.

La principal implicación que esto genera es que los graduados universitarios que comienzan a trabajar durante una situación así obtienen menos recursos durante, al menos, 10 o 15 años más que aquellos que se gradúan durante los períodos de prosperidad.

Esto es preocupante si sumamos que dos de cada tres jóvenes en esta edad no ha ahorrado nada para su retiro, aún cuando se encuentran en una fase decisiva de su vida en la cual se toman decisiones cruciales como tener hijos o endeudarse para hacerse de un patrimonio propio.

Enfrentar la crisis en desventaja

De acuerdo con el New York Times, la posición con la que la generación millennial hará frente a esta recesión, es peor que la que vivió la generación X -que ahora tiene entre 41 y 55 años- frente a la crisis financiera de 2008, cuando tenían la misma edad que los jóvenes actualmente.

A pesar de que dicha generación tenía aproximadamente la misma edad que los millennials de hoy, en 2008 tenía, en promedio, el doble de los activos totales que los jóvenes tienen ahora al sumar todas las cuentas bancarias, acciones y préstamos.

Ahora, los miembros de la Generación X enfrentan esta nueva crisis con una posición fuerte en relación con los millennials, incluso después de haber sido golpeados por la crisis de hace poco más de una década. 

Para 2020 tienen aproximadamente cuatro veces más activos y más del doble de ahorro que los adultos estadounidenses más jóvenes de la actualidad, quienes se encuentran con más obligaciones (como créditos universitarios y deudas) así como menores recursos y prestaciones.

¿Y en México?

Mientras ese debate comienza a tomar fuerza en Estados Unidos, en nuestro país el momento crítico de la epidemia de COVID-19 apenas se empieza a visualizar. Sin embargo, las afectaciones para los jóvenes millennials podrían resultar peores.

De acuerdo con un análisis sobre cómo viven los millennials realizado por Cuestione, hay casi 37 millones y medio de personas que forman parte de esta generación y que, en promedio, ganan un salario de casi ocho mil pesos mensuales

De este grupo destaca que dos de cada tres (67%) aún vive con sus padres, la mitad cuenta con al menos preparatoria terminada y 25% cuenta con estudios universitarios.

Sin embargo, su situación laboral previo a la epidemia, ya era preocupante. Para el segundo trimestre de 2019, menos de la mitad de los millennials que ya trabajan (48.2%) contaban con un contrato por escrito, mientras que el 36% laboran sin un documento que sustente su relación laboral.

Bajo este panorama, contar con prestaciones laborales que les aseguren mayor estabilidad financiera pareciera un producto de la imaginación de estos jóvenes. Y es que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 28.4% de los millennials que trabajan no cuenta con ninguna prestación.

Esto sucede aún cuando la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece 12 prestaciones mínimas que los empleadores deben garantizar a los trabajadores entre las que se incluyen: aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo, licencia por maternidad, reparto de utilidades, entre otras.

Enfrentar la crisis sin acceso a salud

Si lo anterior no fuera suficiente, hay que sumarle que más de la mitad de todos los jóvenes millennials que trabajan (51.2%) reportó no poder acceder a estos servicios como una prestación de sus empresas, quedando vulnerables ante un posible contagio de COVID-19. 

Ante este panorama, queda claro que, a pesar de ser menos vulnerables a las afectaciones de salud por el COVID-19, los jóvenes mexicanos enfrentan en desventaja un problema que puede resultar más serio: la crisis económica que ya está llegando a nuestro país.

¿Cómo harán frente a la situación? ¿Serán suficientes los apoyos anunciados por el gobierno? 

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