Número de víctimas aumenta 40% en un año
A pesar de que el coronavirus (COVID-19) llegó a parar tanto a nuestra economía como a nuestra sociedad, otros problemas que ya nos afectaban no se han detenido. Ese es el caso de la trata de personas, delito que impacta principalmente a las mujeres y que registró un aumento en sus víctimas menores de edad.
De acuerdo con cifras oficiales, en el primer trimestre de 2020 se registraron 140 víctimas de trata de personas en las carpetas de investigación iniciadas por las fiscalías estatales de las 32 entidades. De estas, 52 eran menores de edad (37% del total).
Sin embargo esta cifra podría ser mayor dado que 47 registros no identifican la edad de la víctima, como se muestra en la siguiente gráfica.
A pesar de que los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran una disminución de -7% respecto al número total de víctimas registradas en el primer trimestre de 2019, aquellas que son menores de edad tuvieron un incremento de 40% en el mismo periodo, al pasar de 37 a 52.
El 83% de estas víctimas menores de 18 años fueron mujeres (43 víctimas) y solamente 17% hombres (nueve víctimas), reflejo de cómo este delito afecta más a ellas.
La Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA) define a la trata como aquel delito en el que “se utiliza a las personas como si fueran mercancías, para abusar de ellas mediante diferentes formas de explotación: sexual, laboral, matrimonio forzado, mendicidad forzada, adopciones ilegales de niñas, niños y adolescentes, tráfico de órganos, utilización de niñas, niños y adolescentes en actividades delictivas, entre otras”.
¿A qué se debe este incremento?
De acuerdo con Teresa Ulloa Ziáurriz, directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), un factor que podría explicar este aumento es la “idea equívoca de que es moderno reconocer la prostitución como trabajo sexual. No se acaba de entrever que la trata es un mecanismo de proveer de mujeres y niñas al mercado de la prostitución”.
Esto ha provocado que “no se le esté dando la importancia que se le daba antes o que no se está aplicando la ley”, explica Ulloa.
Además aclara que las niñas y jóvenes son más vulnerables porque se encuentran en una situación donde “no hay prevención, no se aborda el tema en la escuela y tampoco en la familia”, lo que deja a las personas menores de edad en una “situación de vulnerabilidad”.
Finalmente, la directora de CATWLAC puntualiza que este delito funciona “como todo negocio que se rige por la oferta y la demanda”, por lo que llama a las autoridades a buscar “sancionar la demanda y desalentarla” a través de campañas de prevención en las escuelas, familias y comunidades.
Cifra negra alarmante
Este delito se considera con una alta cifra negra (99%) de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia que explicó que en 2019, por cada 100 delitos de trata de personas que ocurren en el país solamente uno fue denunciado.
Una probable explicación de esta situación se debe a que en la mayoría de los casos las personas no saben que son víctimas de ese delito al ser sometidas principalmente por familiares cercanos o su pareja, razón por la cual no denuncian.
¿Cómo afectará la cuarentena a este delito?
