16 entidades pasarán de rojo a naranja
Las autoridades sanitarias anunciaron, el 5 de junio, que todo el país estaba en rojo, es decir en máximo riesgo epidemiológico por COVID-19, incluyendo entidades con alta disponibilidad hospitalaria y un menor ritmo de contagios (como Zacatecas, Durango o Guanajuato).
Siete días después advirtieron que 16 entidades bajarán a color naranja (alto riesgo), pero no por un cambio notorio en la evolución de la enfermedad en esos estados, sino por un cambio en la manera de determinarlo.
Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud, explicó en la conferencia de prensa del 5 de junio que se usarían cuatro indicadores para determinar si el nivel de riesgo epidemiológico de una entidad se colocaba en rojo, naranja, amarillo o verde:
- Porcentaje de ocupación hospitalaria de acuerdo a las camas disponibles de la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG).
- Porcentaje de Positividad al coronavirus; calculado con base en el número de pruebas realizadas en la semana epidemiológica analizada.
- Tendencia de casos hospitalizados, es decir, si crece o no el número de personas que ingresan a un hospital por COVID-19.
- Tendencia del síndrome COVID-19, que se refiere a la elevación o disminución del número de casos sospechosos registrados.
En la conferencia de prensa se afirmó que los indicadores de tendencia son calculados matemáticamente por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Cortés Alcalá dijo que bastaba con que uno de los cuatro indicadores se encontrara en rojo para que el semáforo epidemiológico de una entidad se colocara en rojo. Con ese criterio todas las entidades estuvieron en el color de máxima precaución del 8 al 14 de junio; pero ya no será así.
Las autoridades sanitarias “dialogaron con los gobiernos estatales y se identificó que al interior de los estados existe diversidad”, así que “a propuesta de los gobernadores consideramos retirar este criterio para el semáforo[…] que empezará a tener acción el próximo lunes 15 de junio”, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en la conferencia de prensa del 12 de junio.
¿Qué cambió en la manera de determinar el color epidemiológico?
Los cuatro indicadores serán los mismos, la diferencia es que inicialmente, cada rubro valía lo mismo (25%) y ahora se le dará un peso diferente a cada uno, por lo que no necesariamente se colocará a una entidad en máxima precaución si alguno se encuentra en rojo:
Ponderación de indicadores para riesgo epidémico a partir del 15 de junio
Fuente: SSA. Comunicado técnico diario del 12 de junio de 2020.
Con el cambio técnico, cada entidad puede obtener una calificación entre 1 y 4. Si la calificación está por arriba de 2.6, el semáforo epidemiológico de la entidad será rojo: nivel de riesgo máximo.
Hoy, con esta nueva forma de calcular el Semáforo, la mitad del país se encuentra en rojo:
Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Veracruz.
Sin embargo Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció que la transición al color naranja comenzará el lunes, 15 de junio, en la capital; pero si la ocupación hospitalaria no disminuye para el viernes (19 de junio) se puede posponer una semana la transición al color naranja.
Y las 16 entidades restantes están en naranja: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.
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¿Cómo van las entidades con color naranja?
Si ordenamos los estados con alto nivel de riesgo epidémico (en naranja), según su tasa, vemos que la cifra más baja la tiene Zacatecas con 27.7 casos positivos al coronavirus por cada 100 mil habitantes.
Zacatecas era la única entidad mexicana con un semáforo epidemiológico de color naranja, a nivel federal, hasta antes del 8 de junio de 2020, cuando pasó al color de máximo riesgo por COVID-19: rojo.
El color de máxima precaución solo les duró una semana, pues cambiará nuevamente a partir del 15 de junio, sin que sus indicadores se hayan movido demasiado.
Ese estado registró 9% en ocupación hospitalaria IRAG, 26% de positividad, una tendencia de casos hospitalizados en rojo y una tendencia de Síndrome COVID-19 en naranja, de acuerdo con el comunicado técnico diario del 5 de junio de la SSA.
Para el 12 de junio, esos indicadores cambiaron a: 17% de ocupación hospitalaria, 29% de positividad, casos hospitalizados en naranja y la tendencia de casos sospechosos en rojo. Pero con la nueva metodología el semáforo regresará al color anaranjado (nivel alto) por obtener 2.10 de calificación ponderada.
Durante la semana de “alerta máxima” –como lo comunicó la Secretaría de Salud de Zacatecas a través de su cuenta de Twitter– se le informó a la población que las actividades no esenciales debían estar cerradas.
Sin embargo, “desde la semana pasada (a partir del 8 de junio) ya abrieron negocios no esenciales, con precauciones. En los supermercados solo va una persona por familia; hay que usar cubrebocas, dan gel en la entrada de los establecimientos y no se aceptan mujeres embarazadas o niños”, declaró Laura N, residente de Zacatecas, Zacatecas, en entrevista con Cuestione.
Así se observa la evolución de casos positivos de Zacatecas (en color rojo) y la de los cinco estados con las tasas de casos confirmados más bajas de entre los calificadas en color naranja.
En los últimos días parece que comienza a aplanarse la curva en algunos estados (según la gráfica), pero las cifras pueden cambiar y elevarse cuando se obtengan los resultados pendientes de los casos sospechosos.
La nueva normalidad
Algunos ejemplos de lo que sucederá a nivel federal en las 16 entidades con un semáforo epidémico en color naranja son:
- Ocupación hotelera al 50% de su capacidad.
- Restaurantes y cafeterías al 50%.
- Peluquerías, estéticas y barberías al 50% con citas.
- Parques, plazas y espacios públicos abiertos al 50%.
- Cines, teatros, museos y eventos culturales, de hasta 500 localidades, al 25%.
- Eventos masivos y centros nocturnos suspendidos.
López-Gatell aclaró que “en cada entidad federativa es facultad de las autoridades sanitarias identificar las realidades sociales y económicas, el tipo de actividades específicas de cada entidad federativa, algunas pueden ser compartidas con todas o algunas otras entidades federativas y siguiendo este criterio general ellos procederán, ellas procederán a identificar cuáles son las actividades que siguen”.
Así se vive en la entidad con la tasa más baja de COVID-19
Laura es enfermera del Hospital General 26 del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Zacatecas y afirmó a Cuestione que “aquí estamos casi limpios; casi no es nada en comparación con lo que se ha visto (en las noticias) en otros estados”.
En el hospital, donde lleva 25 años trabajando, designaron un área para atender a entre 15 y 20 pacientes con COVID-19. Hasta ahora se encuentran cinco casos sospechosos y dos positivos.
La enfermera solía atender el área de “aislamiento”, es decir, a pacientes inmunodeprimidos (con debilidad para combatir infecciones) con enfermedades como VIH, Leucemia, Hepatitis B, Diabetes, entre otros. Pero desde que llegó el COVID-19, el significado de aislamiento cambió; está asignada a “aislamiento” del área COVID.
Laura confiesa: “me encanta mi trabajo, amo mi profesión pero yo me expongo cada que entro porque tengo cálculos renales y necesito estar tomando líquidos constantemente, lo que no puedo hacer durante las cuatro horas que ingreso a COVID”, el tiempo máximo que soporta sin ingerir líquidos.
Una vez que entras al área de sospechosos o positivos sales hasta acabar tu turno porque ingresas con un kit nuevo cada día, que incluye bata, cubrebocas, gorro, dos pares de guantes y un par de botas.
Adicional a ello, el personal médico se coloca un par de botas más, un tercer par de guantes, una careta y gogles. Pero si tienden la cama o manipulan bolsas recolectoras de orina deben ponerse guantes desechables encima de los tres que se colocaron inicialmente.
Mientras que Laura utiliza entre tres y cinco pares de guantes desechables por día –o quirúrgicos cuando llegan a agotarse los desechables– la curva de casos acumulados con coronavirus continúa creciendo lentamente.
Laura piensa que “sí se puede poner más complicado (la crisis sanitaria en Zacatecas) porque hay gente que lo está tomando a juego y no se cuida o no cree que exista (el coronavirus)”, dijo en entrevista con Cuestione.
“Sé que muchos viven de su trabajo (al día) y no tienen otras entradas de dinero, pero hay personas en puestos ambulantes que no tienen precauciones, andan sin cubrebocas y sin gel a la mano y todos manipulan los productos”, aseveró Laura.
Ella se cambia y se baña después del trabajo para evitar llevar la enfermedad a casa y así cuidar de sí misma, de su hija –con más de ocho meses de embarazo– de su otro hijo y de su nieta.
Hasta la publicación de esta nota, Zacatecas sigue en alerta máxima y no ha anunciado medidas distintas para sus ciudadanos.
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