2019 arrancó como el año más violento en las últimas dos décadas y parece que ni el nuevo gobierno ni Andrés Manuel López Obrador ni las mamás de los criminales pueden contener la crisis de violencia.
En tan solo seis meses se registraron más de 17 mil víctimas de homicidio doloso -aquel en el que se tiene la intención de causar la muerte-, el número más alto para un primer semestre desde 1997.
Al analizar las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), constatamos que durante el primer semestre de 2019 se registraron 14 mil 603 investigaciones por homicidio, el número más alto en dos décadas.
Esto no solo convierte a 2019 en el año más violento, sino como el inicio de gobierno con más homicidios en los últimos cuatro sexenios.
Junio 2019: mes más sangriento
Tan solo en junio, se registraron tres mil víctimas en dos mil 560 carpetas de investigación, cifra récord para un mes de junio desde 1997.
También se mantuvo la tendencia a la alza que se venía observando durante el año, con un aumento de 3.45% respecto a mayo, mes que también se había convertido en el más violento durante el primer año de gobierno de AMLO.
La tendencia de aumentos en el número de homicidios es una alerta de que 2019 podría convertirse en el año más violento en las últimas dos décadas.
¿Qué dicen los expertos?
En entrevista con Cuestione, Daira Aguilar -consultora independiente en temas de seguridad- declaró que estas cifras “son resultado de la estrategia de seguridad del anterior gobierno” en donde “se descuidaron las verdaderas causas de la violencia y no se profundizó en entender el crecimiento de la violencia”.
De acuerdo a la experta, esto tuvo como resultado “un debilitamiento de las instituciones de seguridad pública”. Sin embargo, precisa que lo observado en los primeros seis meses de este año muestra “una continuación de esta dinámica”, reforzada por una “nueva estrategia de seguridad que mantiene la militarización y el abandono a las policías locales”.
“Aun cuando existen algunas iniciativas como la aprobación del modelo nacional de policía y justicia cívica”, la tendencia observada no mostrará cambios ya que son acciones que podrían tener resultados tangibles en “el mediano y largo plazo”, aclara Aguilar.
Además resalta que existe evidencia que muestra que “la presencia de fuerzas armadas con dinámicas militarizadas provocan un aumento en enfrentamientos que lleva a más homicidios”. Por lo que concluye que lo más probable es que estas cifras sigan aumentando y “2019 sí se convierta en el año más violento”.
Parece que ni los “otros datos” pueden minimizar el problema de seguridad que vive nuestro país, entonces ¿hasta cuándo el presidente asumirá su responsabilidad en el tema? ¿la guardia nacional, su principal apuesta, será suficiente o es más de lo mismo?
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