Las medidas de confinamiento para mitigar el contagio del COVID-19 han puesto en peligro la economía de distintos países, entre ellos México. En nuestro país la industria del turismo es de las principales afectadas. La drástica caída en el número de visitantes desplomó la derrama económica y golpea a los empleos del sector.
“En Playa del Carmen tenemos toque de queda de siete de la noche a cinco de la mañana. Los autos con placas de otros estados no pueden circular. Parece pueblo fantasma”, es la descripción que dio Jorge Morales a Cuestione sobre las calles del municipio de Quintana Roo, entidad que depende de las actividades terciarias (servicios y comercio) en 88%, principalmente del turismo.
Sábado 16 de mayo en la Quinta avenida, Playa del Carmen, Quintana Roo. Foto: Jorge Morales.
Jorge es gerente de ventas de una empresa que solía distribuir cerveza, destilados, mezcales, algunos productos lácteos y agua de distintos países, en hoteles, bares y restaurantes de Playa del Carmen. Pero ahora, con el COVID-19, “no se podían cubrir los gastos con las pocas ventas. Todos los negocios están cerrados porque dependemos del turismo y no hay turismo”.
En Playa del Carmen la ocupación hotelera disminuyó 33 puntos porcentuales, pasando de 82% en marzo de 2019 a 49% en marzo de 2020. Mientras que a nivel nacional se registró una ocupación de 41% en el tercer mes de este año, una caída de 23 puntos porcentuales con respecto al mismo mes de 2019, reportó la Secretaría de Turismo.
Para que Jorge pudiera seguir ganando una cuarta parte de su sueldo, “tuvimos que buscar los negocios que estaban vendiendo comida o bebidas para llevar. También incluimos minisúpers y tiendas de abarrotes en nuestras rutas”.
Pero no todos los empleados de la empresa distribuidora tuvieron la misma “suerte” que Jorge; 20 de ellos fueron despedidos en marzo de 2020.
“Los gerentes tratamos de no dar de baja al personal, fue la última opción, pero llegó el momento que teníamos que decidir: dar de baja (a trabajadores) y subsistir o estar endeudados y vender la empresa”, declaró Morales, quien asegura que el recorte “fue una buena decisión” porque “ahora ya vamos a contratar a algunas personas”.
Morales es uno de los 10 empleados que aún conserva su puesto en el negocio donde las ventas han bajado de manera escandalosa. “Antes teníamos rutas de hasta dos millones de pesos al mes, ahora son de cien mil pesos”, declaró.
Sábado 16 de mayo en la Quinta avenida, Playa del Carmen, Quintana Roo. Foto: Jorge Morales.
A falta de turistas, Jorge confiesa estar aprovechado este tiempo para vender café orgánico, algo que quería realizar hace tiempo. Así como él, algunas de sus amigas se tuvieron que dedicar a otra cosa para sobrevivir a la contingencia, “venden paletas de hielo, pasteles, lavan autos, cortan el cabello a domicilio, entre otras”, mientras que su esposa da consultas psicológicas en línea.
Y es que, en marzo de 2020 disminuyó el número de turistas y excursionistas (quienes no pernoctan) internacionales en 27% con respecto a marzo de 2019; lo que provocó una disminución de 45.6% en el gasto total de los visitantes internacionales y una baja de 25.2% en el gasto promedio, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A nivel nacional seguimos con la medida de Quédate en casa y las pérdidas humanas y económicas continúan creciendo. Hasta el 16 de mayo se han reportado más de 47 mil contagios y cinco mil 45 muertes por COVID-19; y en turismo se estiman pérdidas económicas por 500 mil millones de pesos entre marzo y mayo de 2020.
Algunos secretarios de Turismo a nivel estatal han pedido diversos apoyos al gobierno federal para amortiguar las pérdidas en sus entidades, entre ellos postergar pago de impuestos y pagos al seguro social y Afores; lo que no ha sucedido y, al parecer, no ocurrirá.
Lo que sí sabemos es que las cifras sobre las pérdidas económicas seguirán creciendo, aunque no se tiene la certeza de cuánto. Habrá que esperar los siguientes reportes oficiales para saber qué tan mal no está yendo con el COVID-19.
