Ni las estrategias del gobierno para promover la sana distancia, ni la campaña de quédate en casa, parecen ser suficientes para detener la violencia en el país. Y es que a la crisis del COVID-19, ahora es necesario sumarle que la violencia aumentó y indica que marzo será el más letal, desde junio de 2018.
Y es que, de acuerdo con los reportes diarios del grupo interinstitucional del gabinete de seguridad del gobierno federal, desde la confirmación del primer caso de coronavirus COVID-19 (28 de febrero) hasta el último reporte disponible (29 de marzo), en el país asesinaron a dos mil 576 personas, cifra más alta desde junio de 2018.
Esto quiere decir que, en promedio, 83 personas fueron asesinadas diariamente desde que se dio a conocer la existencia del COVID-19 en el país; es decir, entre tres y cuatro personas cada hora o una cada 17 minutos, cifra más alta desde junio de 2018.
Si comparamos las muertes relacionadas con el virus con los homicidios dolosos reportados, observamos que por cada paciente fallecido por COVID-19, se dan 92 asesinatos en todo el país, lo que nos habla de que la crisis de seguridad no se guarda en casa.
Se confirma la presencia de COVID-19
Durante la conferencia mañanera del 28 de febrero de 2020, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dio a conocer que las autoridades sanitarias habían confirmado el primer caso del virus en el país.
De acuerdo con López-Gatell se trató de un hombre de 35 años, habitante de la Ciudad de México, que viajó a Italia un par de semanas atrás y tuvo contacto directo con una persona sospechosa de tener el virus.
Tan solo ese día, el reporte diario del gabinete de seguridad reportó 60 víctimas de homicidio doloso en todo México.
Desde ese día y hasta el 24 de marzo -día en que se confirmó la transición a la fase dos de la epidemia- los reportes oficiales sumaron dos mil 104 víctimas de homicidio doloso en el país; un promedio diario de 81 muertos.
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Inicia la fase dos
Sin embargo, los casos confirmados siguieron creciendo incluso después de registrar los primeros contagios comunitarios en el país -sin que los involucrados hubieran viajado o tenido contacto con alguien que sí lo hizo-, lo que dio pie al |llamado a la sociedad a quedarse en casa.
Sin embargo, la violencia aumentó y en seis días (del 24 al 29 de marzo), hubo 554 víctimas mortales: un promedio de 92 diarias. Es decir, casi 4 cada hora, cifra mayor al promedio diario registrado durante la fase 1 de la epidemia.
¿Qué estados concentran más homicidios?
Revisando las cifras a nivel estatal y seleccionando los cinco estados con tasas de homicidio más altas -para poder compararlos tomando en cuenta las diferencias en poblaciones- se puede constatar que Guanajuato, gobernada por Diego Sinhué del Partido Acción Nacional (PAN), encabeza la lista como la entidad que concentra la tasa más alta durante la epidemia de COVID-19 con nueve víctimas por cada 100 mil habitantes durante este periodo.
Le siguen el estado de Chihuahua y Colima -gobernadas por Javier Corral (PAN) y José Ignacio Peralta (PRI)- con tasas de 5.4 y 4.8 homicidios por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
Después se encuentra Baja California, gobernada por Jaime Bonilla Valdez de Morena, entidad que registra una tasa de 4.5 víctimas asesinadas por cada 100 mil habitantes desde el surgimiento del COVID-19 en el país a la fecha.
Cierra la lista el Estado de México, bajo el gobierno de Alfredo del Mazo (PRI), la cual suma una tasa de 4.4 homicidios por cada 100 mil habitantes.
¿Podrá el gobierno actual atender la crisis de salud que ya afecta al país, la crisis económica que está cada vez más cerca y la crisis de violencia al mismo tiempo?
