Cuarentena no detiene contagios de COVID-19 en Nueva York, según encuesta

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Se pone en duda la eficacia de la cuarentena

El estado de Nueva York ha sido uno de los más afectadas en el mundo por el coronavirus (COVID-19). Al 7 de mayo, cifras oficiales reportaban casi 175 mil casos de pacientes confirmados con la enfermedad14 mil 162 muertes asociadas al virus y cinco mil 378 decesos sospechosos.   

En medio de esta situación y, a pesar de observar una disminución en el número de casos nuevos registrados en hospitales, una encuesta levantada por las autoridades estatales tiene desconcertado al gobierno de la ciudad que lleva el mismo nombre.

Y es que, de acuerdo con la encuesta realizada a 1,200 pacientes admitidos recientemente en hospitales neoyorquinos, dos de cada tres (66%) se encontraban en sus casas aplicando las medidas de distanciamiento social, lo que “desafía la lógica” detrás de la aplicación de estas acciones, declaró el gobernador Andrew Cuomo.

Además, resalta que 46% de los encuestados respondió estar desempleado y 37% ser trabajadores retirados, por lo que no tenían que salir a la calle para trasladarse o trabajar realizando labores esenciales.

¿De dónde surge la información?

Los pacientes encuestados apenas ingresaron en alguno de los 113 hospitales considerados por el estudio. 

La encuesta fue realizada durante el primer fin de semana de mayo, por iniciativa del gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, para entender por qué, a pesar de las medidas de distanciamiento social impuestas desde hace ocho semanas (22 de marzo), tantas personas continúan contagiándose y llegando a los hospitales. 

Resalta también que 73% de los pacientes hospitalizados recientemente por COVID-19 son mayores de 51 años, algo que se ha observado también en el resto del mundo: las personas más grandes son el grupo más afectado, aún con las medidas de distanciamiento social.

Los resultados fueron presentados por Cuomo el miércoles ocho de mayo, durante una conferencia de prensa.

¿Cuales fueron las explicaciones que dio el estado de Nueva York?

De acuerdo con Andrew Cuomo, las cifras refuerzan lo que el gobierno ha estado diciendo: “que gran parte de esto se reduce a lo que las personas hacen para protegerse. Todo está cerrado, el gobierno ha hecho todo lo posible, la sociedad ha hecho todo lo posible”.

“Ahora depende de ti. ¿Estás usando una máscara? ¿Estás usando el desinfectante de manos?”, preguntó en la conferencia el gobernador, y añadió que puede haber personas recibiendo visitas que no estén aplicando tan estrictamente dichas medidas.

Las interrogantes sobre la estrategia de aislamiento

Los resultados de la encuesta presentada por el gobernador Cuomo generan dudas sobre la pertinencia de las medidas de cuarentena en lugares como Nueva York: ¿cuáles serían los incentivos para mantener a la gente encerrada en sus casas cuando de cualquier manera se contagian?

Además, habría que cuestionarse la pertinencia de implementar las mismas políticas de cuarentena en lugares tan distintos como la ciudad de Nueva York o la zona más rural del mismo estado. La metrópolis tiene una alta densidad poblacional (10 mil personas por km2). Además, hay diferencias sustantivas entre los modos de vida de Manhattan, Brooklyn, Harlem o Queens. En las zonas rurales, la densidad poblacional es menor.

Por su parte, en una entrevista para la cadena ABC News, el doctor Todd Ellerin del hospital South Shore de Massachusetts explica que a pesar de que la mayoría de las personas se mantiene en cuarentena, aún seguimos saliendo a hacer compras, generando congregaciones en los supermercados e interactuando con otras personas, por lo que los incrementos en los nuevos casos pueden deberse a las variaciones en las acciones sanitarias de cada persona.

¿Y México?

Las autoridades mexicanas podrían replicar el ejercicio que hicieron sus pares en Nueva York. Así conoceríamos, con más certeza, cuáles son los problemas de la estrategia en México y ajustarla a los retos diarios que plantea el COVID-19.

Las consecuencias económicas de la cuarentena son cada vez más profundas. Datos como los presentados por Cuomo resultan preocupantes: no solo podría salir mucho más caro el remedio que la enfermedad. Incluso, parecería que el remedio no está siendo el adecuado.  

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