Keiko Fujimori, hija del expresidente peruano Alberto Fujimori, pasará los próximos 36 meses en prisión por recibir dinero ilegal por parte de la empresa brasileña, Odebrecht, más famosa que nada por haber ensuciado las manos de decenas de políticos, en muchísimos países.
¿Pero por qué va a la cárcel? A Keiko le dieron una orden de prisión preventiva en su contra por dos años y medio ya que, supuestamente, recibió dinero para las elecciones de 2011 -que perdió contra Ollanta Humala-, desde la empresa Odebrecht, que se dedica a la ingeniería, la construcción y a sobornar políticos de Perú, Argentina, Brasil, entre otros.
Apenas a inicios de mes, había sido detenida por los cargos mencionados y pasó 10 días bajo arresto preventivo. Luego salió y regresó ante el juez el miércoles 31 de octubre. Ahí le informaron que podía pasar a su celda, por los próximos 36 meses.
El juez que la castigó, explicó que hay pruebas de la fiscalía que demuestran que Keiko manejaba una “organización criminal de facto que se ha enquistado dentro del partido fujimorista”, además de que lavaba dinero de origen ilícito. No solo eso, dijo que Fujimori tiene un “alto peligro de (darse a la) fuga”.
Y por eso la detuvieron al momento de presentarse a la audiencia del miércoles.
