En 2011, Donald Trump acusó a Barack Obama de buscar una guerra contra Irán para reelegirse como presidente de Estados Unidos. En más de una ocasión, Trump declaró en televisión y escribió en Twitter sobre lo “patético” que era favorecerse de las guerras para no soltar la presidencia.
¿La historia se repite?
Durante tres años, Trump no dejó de recordar sus predicciones de guerra y subrayar la incapacidad de Obama para negociar.
Recordemos que Obama ganó la reelección de 2012 sin la guerra con Irán. Incluso en 2015, Estados Unidos, Irán y otros países adoptaron el acuerdo nuclear de Irán, mismo que Trump intenta destruir desde el año pasado.
Sin importar esos hechos, parece que Trump tiene mala memoria sobre sus críticas, y el pasado 2 de enero dio la orden de asesinar al general iraní Qasem Soleimani, con el pretexto de proteger soldados y otros ciudadanos estadounidenses en Irán.
Ante el ataque, Irán no tardó en reaccionar y bombardeó las bases militares iraquíes donde había soldados estadounidenses.
El intercambio de amenazas aumentó cuando Trump anunció que si Irán intentaba un contraataque, él ordenaría atacar 52 objetivos iraníes. Por fortuna, con el paso de los días y el poco interés internacional en hacer más grande el conflicto, las cosas se calmaron.
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Pero, ¿para qué atacó Trump a Irán?
Ante la espera del juicio de destitución tras el Impeachment, y el arranque de año para reelegirse, los expertos opinan que para Trump un conflicto de esta magnitud le significa mostrar fortaleza y coherencia política, pase lo que pase.
Para Trump es un ganar ganar. Y es que desde que era candidato a la presidencia, mantuvo una postura neutral ante los conflictos de guerra. Afirmó que él no entraría en conflictos que no tienen fin y que entendía que quienes votaban por él no querían ir a pelear en lugares lejanos.
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Pero eso no significa que no use la tensión y el conflicto para beneficiarse y, de todos modos, mostrar que es fuerte. La maniobra más bien garantiza hacerle creer a sus simpatizantes que Estados Unidos no necesita nada de Medio Oriente, y que él como presidente haría cualquier cosa por proteger la seguridad nacional.
Mientras, la memoria de internet no perdona y pone en perspectiva la gestión de Trump y su necesidad de reelegirse a costa de lo que sea.
Por lo pronto, la tensión sigue, igual que la alarma y la confusión, como resultado de la poca responsabilidad que Trump tiene al soltar polémicas declaraciones.
